El fiscal Alejandro Gertz Manero les echó a perder la fiesta a los matraqueros de Israel Vallarta, el presunto secuestrador que encabezó una trama en la que una ciudadana francesa, Florance Cassez, se convirtió en Margarita Gautier —la Dama de las Camelias— gracias a Nicolás Sarkozi, a la sazón presidente de Francia y esposo de la hermosa Carla Bruni (examante de Mick Jagger).
¿Qué hizo Gertz?
En La Mañanera de este martes, a pregunta expresa de una reportera que ve como héroe a Israel Vallarta, respondió que la Fiscalía no puede dejar a la deriva a las víctimas de esa trama.
“En este caso particular hay seis personas que sufrieron secuestro. Ese secuestro se llevó a cabo antes de que hubiera una diligencia evidentemente ilegal y abusiva, y esas personas no pueden quedar en estado de indefensión”, dijo con su particular énfasis.
A la par de que el fiscal respondía, la reportera entraba en depresión.
Gertz continuó: “es una obligación moral, es una obligación ética y jurídica, defender a las víctimas del secuestro. Y nosotros vamos a proceder, a través del recurso de apelación, en la defensa de esas víctimas y en el derecho que tienen a la reparación del daño”.
Desde que Vallarta salió de prisión hemos estado viendo un desfile de matraqueros —youtubers, la mayoría— que no cesan de asegurar que fue la pobre víctima de un montaje.
Y en ese contexto le han hecho las entrevistas más ridículas y zalameras de la historia reciente.
Vicente Serrano y Manuel Pedrero, por ejemplo, estuvieron a punto de llorar mientras charlaban con él.
Eran, sí, la viva imagen de la consternación.
(Eso sí: a Carlos Loret lo lapidaron una y otra vez).
Por fortuna, Carmen Aristegui también entrevistó al santo varón.
Pero ella lo hizo desde una perspectiva periodística.
Sin melodramas a la Enrique Rambal y Amparo Rivelles.
Y vaya que sacó carnita.
(Hizo visible al invisible empresario Eduardo Margolis, del cual nadie quiere hablar, pese a que tuvo las uñas metidas en la masa durante años).
Pero volvamos a Gertz.
Cuando ya nadie hablaba de esas seis víctimas de secuestro —a las que han revictimizado hasta el exceso en estos días—, el fiscal las nombró y las reivindicó.
Y es que en aras de apuñalar a Loret, y a los miserables García Luna y Cárdenas Palomino, todos se olvidaron de las víctimas.
Hubo un montaje, cierto, pero también hubo secuestros.
Y, en consecuencia, víctimas.
No se puede exculpar a nadie en nombre del montaje, como seis o siete youtubers lo estaban haciendo.
Por cierto: escuché la entrevista que Anabel Hernández le hizo a Vallarta, en la que éste ya habla con ese tonito tan usado por Marcial Maciel y otros pedófilos famosos.
Su voz, hay que decirlo, suena falsa y profundamente hipócrita.
Y si a eso le sumamos el matiz dramático y adulador de Anabel Hernández, ufff, la cosa se pone cursi.
¡Dignidad, caray!
¡Filosofía!
