21.8 C
Puebla
miércoles, enero 8, 2025

El miedo mexicano que huele Trump

Más leídas

A Osama Bin Laden lo cazaron mediante la intromisión de Estados Unidos en Afganistán, una vez que lo habían declarado enemigo jurado del mundo occidental y terrorista consumado.

Durante meses, el ejército estadunidense se metió en territorio afgano para espiar sus actividades.

Sabían todo de él: a qué hora iba al baño, a qué hora dormía, a qué hora rezaba.

Cuando confirmaron plenamente que Osama era Osama, el ejército gringo ingresó a su residencia —a la hora mágica de las cuatro de la mañana, cuando el sueño es más denso y profundo— y lo cazó cómo se cazaba una rata.

La idea de Trump en la materia es similar.

Al denominar “terroristas” a los cárteles mexicanos de la droga, Trump busca infiltrarlos abiertamente en suelo patrio, someterlos a espionaje con tropas asentadas en nuestro país, poner la bandera gringa en una o varias zonas de la cortina del nopal, y cazar a los Mayitos y a los Chapitos sin consideración alguna.

Nunca había visto en las redes a tantos defensores de los líderes de la delincuencia organizada en México.

Inevitablemente pensé en la actriz Kate del Castillo y en su carta al Chapo Guzmán enviada a través de Twitter en 2012, carta plagada de ignorancia e ingenuidad, por cierto.

He aquí las líneas torales de la misiva:

“Hoy creo más en el ‘Chapo’ Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades aunque sean dolorosas, quienes esconden la cura para el cáncer, el sida, etc. para su propio beneficio y riqueza.

“SR. ‘CHAPO’, ¿NO ESTARÍA PADRE QUE EMPEZARA A TRAFICAR CON EL BIEN, CON LAS CURAS PARA LAS ENFERMEDADES, CON COMIDA PARA LOS NIÑOS DE LA CALLE, CON ALCOHOL PARA LOS ASILOS DE ANCIANOS QUE NO LOS DEJAN PASAR SUS ÚLTIMOS AÑOS HACIENDO LO QUE SE LES PEGUE LA REVERENDA CHINGADA, CON TRAFICAR CON POLÍTICOS CORRUPTOS Y NO CON MUJERES Y NIÑOS QUE TERMINAN COMO ESCLAVOS? CON QUEMAR TODOS ESOS ‘PUTEROS’ DONDE LA MUJER NO VALE MÁS QUE UNA CAJETILLA DE CIGARROS, SIN OFERTA NO HAY DEMANDA, ANÍMESE DON, SERÍA USTED EL HÉROE DE HEROES, TRAFIQUEMOS CON AMOR, USTED SABE CÓMO”.

Algo logró Kate del Castillo: que don Chapo volteara a verla y la invitara a una reunión privada en un campus de la Universidad Autónoma de Sinaloa metido en la sierra de Sinaloa.

Las tonterías y extravagancias de la carta fueron ignoradas por el capo, pero reflejaron muy bien el estado de ánimo de un sector idiotizado del país que romantiza a los narcos y los tiene como los héroes de la película.

Lo que veo ahora en las redes es un estado de ánimo similar al de 2012 y que parece culminar con una metáfora: “Cuidemos a nuestros narcos”.

La idea de Trump de invadir México para buscar a los Chapitos y a los Mayitos (y al Mencho y todos los cárteles de las drogas existentes y por conocer) es tan estúpida como la de los defensores de nuestros delincuentes.

Lo único cierto en esta trama es que hay un presidente de Estados Unidos —técnicamente ya lo es— que desde la provocación —materia en la que es un máster— busca generar zozobra para sus negociaciones ulteriores.

Trump huele el miedo.

También en esto es un maestro.

Y nuestro miedo —metido en una estrofa del himno nacional o en los calcetines de Noroña— va al alza conforme avanza enero.

López Obrador no enfrentó al mismo Trump con el que se las verá la presidenta Sheinbaum.

Este Trump tiene un poder brutal y es lo más parecido a un león que se agazapa para saltar.

Un león hambriento que huele nuestro miedo metido en ese “mas si osare un extraño enemigo”.

Ufff.

Complicado.

Muy complicado.

Notas relacionadas

Últimas noticias

spot_img