Roberto “Gurú” Zatarain está reunido con habitantes del distrito por el que contiende: el 19 local.
Todos los asistentes —doce, quince— están con los ojos cerrados en actitud de una profunda “micromeditación” trascendental.
Es gente humilde, muy modesta.
Viven en san Bernabé Temoxtitla.
Todos tienen paraguas para el sol y para las buenas vibras.
En el mejor estilo de Kalimán, el gurú lee una oración que ya repartió entre algunos candidatos de Morena y aliados para que el éxito los acompañe diariamente:
“Soy positivo, pienso positivo, siento positivo, actúo positivo, hablo positivo.
“No existe cosa negativa que pueda dañarme. Mi divino y real ser es mi refugio escudo y fortaleza.
“Le digo a todo lo negativo: Tú no tienes poder, soy positivo, soy el bien, pienso el bien, siento el bien, actúo el bien, hablo el bien, no creo en el mal, solamente creo en el bien, algo bueno me tiene que suceder.
“Le digo a todo lo malo: tú no tienes poder, soy el bien, soy la luz, pienso en luz, siento en luz, actúo en luz, las tinieblas no existen en mí. Dios es la luz, hágase la luz. Le digo a toda la oscuridad: tú no tienes poder, soy la luz.
“Soy feliz, pienso feliz, siento feliz, actúo feliz, hablo feliz, no estoy triste, Dios es mi felicidad, le digo a toda tristeza, tú no tienes poder, soy feliz, soy la felicidad divina eternamente manifestada para bendecir en ‘positivo’ en ‘bien’ y en ‘luz’, todo lo que existe me rodea y contiene el mundo.
“Soy positivo… cien por ciento”.
Ufff.
(No me toquen, ando chido).
Así va por la vida este dador de luz.
“Serenidad y paciencia”, parece decirle al mundo.
Sólo alguien como Jaime Maussán podría entenderlo.
O alguien más que haga turismo ufológico.
Muero de ganas por ver el debate que sostendrá con Karla Martínez, candidata de la alianza “Mejor rumbo para Puebla”.
¿Cómo responderá ella la avalancha del gurú?
Una avalancha como ésta: “Soy feliz, pienso feliz, siento feliz, actúo feliz, hablo feliz, no estoy triste”.
Ufff.
Qué difícil tarea.
Tiene razón nuestro personaje: la salud mental es importante, sobre todo cuando se sale a hacer campaña política.
¡Vade retro, Zatarain!
(Saca el zacatito, pa’l conejito).
