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jueves, noviembre 21, 2024

El gobernador que se va, el gobernador que llega

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Las transiciones a veces son complicadas.

A nivel federal, el presidente López Obrador se irá el último minuto del 30 de septiembre.

Mientras tanto, sigue siendo el presidente.

Técnicamente es el que se va.

Claudia Sheinbaum, en cambio, es la virtual presidenta electa, eufemismo para decir que es la que llega.

Lo que se va con el presidente no se ha ido.

Lo que llegará con la presidenta, no ha llegado.

Entre irse y quedarse hay un mar muerto.

Es decir: un mar del tamaño del mar Muerto.

En Puebla, el gobernador saliente es Sergio Salomón Céspedes.

Y el gobernador entrante es Alejandro Armenta.

Este miércoles inició formalmente el proceso de transición.

En algún momento, como en un eclipse, todos veremos el arribo del gobernador Armenta.

Y, de igual manera, seremos testigos de la salida del gobernador Sergio Salomón.

La transición, a veces, es algo complejo.

(Por eso se llama transición).

En los casos citados será tersa.

El presidente, eso sí, quiere seguir siendo el presidente hasta el último momento.

Y eso significa que hará que la nueva legislatura —su aplanadora— apruebe la reforma constitucional que acabará con lo que hasta hoy conocemos como la Suprema Corte de Justicia.

El nerviosismo de los mercados —lo que incluye deslizamientos diarios del peso— no es un nerviosismo natural, dice el presidente.

Es, jura, un nerviosismo actuado.

Son los nervios antes del parto.

Un cambio de régimen no se da todos los días.

Y eso implica que uno cambie también para entender los cambios.

Es, técnicamente, un cambio cultural.

Vamos a dejar de vivir en un país para entrar a otro.

Digamos que es el mismo, pero con nuevas reglas.

Los cambios de régimen suelen ser violentos.

Aquí veremos esa metamorfosis sin que nadie haya disparado una sola bala.

En Cuba, por ejemplo, la revolución trajo en el origen caos, sangre, gritos y exilios.

Se fueron unos —huyendo de las balas—, y llegaron los barbudos.

Nuestro cambio de régimen no será como el de Cuba.

Es un ejemplo solamente.

Todo cambia.

Nadie debe extrañarse.

Pero todo cambio implica un cambio de reglas: un cambio de modelo.

El nerviosismo de los mercados son los nervios antes del parto.

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