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miércoles, diciembre 11, 2024

El enojo del presidente

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La gobernadora Martha Érika Alonso llegó puntual a su cita con Olga Sánchez Cordero el viernes 21 de diciembre de 2018.

Un ujier la condujo a una oficina. Otro ujier la llevó al privado de la secretaria de Gobernación. Ésta hablaba por teléfono con el presidente López Obrador y con una seña le pidió que se sentara.

–Sí, señor presidente. Precisamente acaba de llegar la señora gobernadora… Yo se lo haré saber, señor presidente… Con todo gusto, señor presidente… Así será, señor presidente.

Martha Erika se levantó para darle un beso a la secretaria. Ella se pasó una mano por la alborotada cabellera blanca y le dijo que hablaba con el presidente.

–Le manda saludos don Andrés Manuel.

–Muchas gracias, doña Olga. Espero verlo pronto.

–Todo a su tiempo, Erikita. Tiene una agenda muy pesada pese a ser diciembre. Me dijo que probablemente en febrero la recibirá en privado.

–¿Hasta febrero?

–Su agenda está saturadísima. Don Andrés Manuel sigue muy contrariado con el fallo del Tribunal.

–Pero, doña Olga, ya soy gobernadora constitucional.

–Lo sé, lo sé. Vamos a dejar que se le pase el disgusto, Erikita. Está muy molesto porque su esposo, el senador, metió la mano con los magistrados.

–Le puedo asegurar que no fue así, doña Olga. Rafael no intervino en nada.

–Tenemos detectados encuentros muy curiosos entre Rafael, Ricardo Monreal y el ministro Alberto Pérez Dayán. De hecho, vieron a su marido en la oficina del ministro antes de que interpusiera el recurso de inconstitucionalidad por el tema de los salarios. El señor presidente está al tanto de todo. Incluso ya habló muy fuertemente con el senador Monreal. No fue muy agradable para él perder una gubernatura a los ocho días de iniciado su gobierno, Erikita.

–Lo que yo veo, señora secretaria, es que Yeidckol Polevnski sigue creando un clima enrarecido en Puebla con el aval del señor presidente.

–Cuidaría mis palabras si fuera usted. Las cosas ya cambiaron en este país. Treinta millones de mexicanos votaron por el cambio. Son los mismos que avalan todos los actos de nuestro presidente.

–Entiendo, señora secretaria, pero me parece que se está generando un clima muy enrarecido en Puebla. Hace unos días, Miguel Barbosa y la señora Polevnski llamaron a la desobediencia civil y les ordenaron a sus alcaldes que no se sienten conmigo.

–Ya se sentarán, ya se sentarán. Cuando a nuestro presidente se le pase el disgusto se sentarán con usted. Gracias por haber venido. Salúdeme a los papás de su esposo. Gaby y Rafael son amigos míos y de mi esposo de toda la vida. Nos queremos mucho, Erikita.

(Continuará).

 

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