La remoción de Hugo Domínguez de la subsecretaría de Egresos de la secretaría de Finanzas del gobierno del estado es un mensaje brutal del gobernador Alejandro Armenta Mier.
Y es que ambos mantenían una relación de trabajo que data de unos treinta años.
Y eso, inevitablemente, genera relaciones de confianza, lealtad e incluso amistad.
Los mensajes del gobernador son hacia adentro y hacia afuera.
Vea el hipócrita lector:
El que el hombre de mayor confianza deje la posición estratégica de Finanzas, pese a los antecedentes citados líneas atrás, significa que nadie tiene seguro su puesto en el gobierno.
Vaya: ni los más cercanos.
Eso es bueno porque deja en claro que, quienes integran el gabinete del gobernador, están ahí por un tema mayor que el de la amistad: el trabajo puro y llano.
Se dice fácil.
No lo es.
Hemos visto gobiernos que ponderan más la amistad que el trabajo.
No es el caso del gobernador Armenta, quien ha hecho cambios en su equipo bajo la premisa de que trabajo mata todo.
El mensaje hacia dentro es elocuente.
Y qué decir hacia afuera: es brutal.
Sus críticos se quedan cada vez que menores armas.
Ignoramos los motivos que generaron el cambio.
(Las especulaciones no ayudan en estos momentos).
Es evidente que decisiones como ésta suelen estar cargadas de emociones y de una buena dosis de cabeza fría.
Ignoramos también el destino de Hugo Domínguez.
Sólo algo queda claro por lo pronto: al gobernador no le tembló la mano para tomar esa decisión.
Poderoso caballero… En la época de Manuel Bartlett, Mauro Uscanga se convirtió en el poderoso subsecretario de Egresos.
Era tan fuerte su poder que quien esto escribe le llamó Don Dinero.
(“Poderoso caballero es don dinero”, reza el verso del genial Francisco de Quevedo).
Lo sustituyó, en el gobierno de Melquiades Morales, Fernando Manzanilla, quien le sacó brillo al cargo.
Le siguió, en el sexenio de Mario Marín, David Villa Issa, quien amplió el sillón por el poder que logró generar.
Muchos otros personajes han pasado por ahí.
Todo, hay que decirlo, han sido algunos de los hombres de mayor confianza del gobernador en turno.
No es cualquier posición.
Es una de las piezas centrales de los gobiernos.
Es decir: del juego de ajedrez que es el poder.
