Felices y contentos, quienes han venido llevándole las contras a la presidenta Claudia Sheinbaum, se tomaron una foto cuando ella iba saludando rumbo al presidium del zócalo de la Ciudad de México.
La temperatura estaba en su punto: 27 grados centígrados.
La plancha hervía al igual que la ambición.
¿Quienes se tomaban la foto teniendo como fondo Palacio Nacional?
Andrés Manuel López Beltrán, Luisa María Alcalde, Ricardo Monreal, Adán Augusto López Hernández y Manuel Velasco, entre otros.
(Los mismos que hace unos días movieron todo para que el tema del nepotismo —en el que tanto interés tiene la presidenta— no tenga vigencia en 2027 sino tres años después).
Ahí estaban, pues, los alegres compadres tomándose la foto, mientras la doctora Sheinbaum saludaba a Pedro Miguel y El Fisgón —ideólogos de la 4T que trabajan en La Jornada—, a Elena Poniatowska, a su mamá, a la pareja de ésta y a Jesús María Tarriba, su esposo.
Justo cuando la presidenta iba pasando detrás de los compadres, Monreal la vio de reojo y rompió el grupo —que seguía tomándose fotos— para tratar de saludarla, pero fue inútil.
Lo mismo hicieron Andy, Luisa, Adán Augusto y Velasco: la presidenta se siguió de frente sin detener su paso.
Tras el acto en el zócalo y el discurso esperanzador, la presidenta bajó a despedirse de quienes llenaron el zócalo, y se acercó al pueblo que se alborotaba detrás de las inevitables vallas.
De pronto, ya con los compadres formaditos para saludarla, ella se volvió a seguir de frente: dejándolos parados y viendo hacia el vacío.
Un señor de edad y con sombrero —sentado en la zona de los familiares y los Pedros Migueles— se acercó para darle un abrazo, y sólo en ese momento, ante la mirada insistente de Andy López Beltrán, la presidenta levantó las cejas en forma de saludo.
Y nada más.
Otro abrazo y beso a su mamá, otro abrazo a Poniatowska, otros saludos al Fisgón.
Y nada para los compadres.
Algo le dijo al oído el hijo de López Obrador a Luis María Alcalde mientras veía a la presidenta alejarse y envuelta por los saludos y las porras.
Algo.
¿Qué se dice en esos casos?
Ufff.
