No hay posdebate que valga, cada uno pudo ver, escuchar y observar a los tres contendientes por la gubernatura de Puebla. Así que todos los que presenciamos el debate tenemos nuestras interpretaciones políticas y valoraciones al respecto.
Lo que vino después solo fueron posturas de los representantes de un lado y del otro, nada nuevo, siempre se han organizado estas mesas, algunas polémicas y otras no muy interesantes que digamos.
Por supuesto que el debate pasado fue interesante y, por diferentes razones, el IEE organizó uno solo, creo que los partidos políticos debieron haber hecho esfuerzos para llevar a cabo otro más, en aras de incentivar la participación ciudadana.
Como también lo han mencionado, el órgano electoral tuvo que darles más cobertura y difusión a estos encuentros de candidatos. Porque son estos los espacios abiertos en donde se enfrentan y se encuentran entre ellos, para decirse lo que piensan y cuestionarse libremente.
Si se quisiera formar ciudadanía y valores democráticos que ayuden a las nuevas generaciones a pensar en su país e interesarse por la política, estos ejercicios deberían darse no solo en tiempos electorales.
Hoy, es obvio que el tiempo y las condiciones han atrapado a las dos coaliciones, que están en sus propias campañas electorales y por lo tanto sus candidatos no volverán a verse de frente.
Para unos, las tendencias y las encuestas no se moverán mucho; para otros, esperan rescatar algunos puntos que los acerquen a su principal contendiente. En fin, las estrategias electorales son las que dan línea para trazar sus rutas rumbo al 2 de junio.
Faltando poco más de 15 días para sus cierres de campañas, se aprestan para cubrir lo más que puedan en tierra, foros y encuentros, lo mismo veremos un escarceo fuerte y más directo entre los dos principales contendientes, tanto en los espacios mediáticos como en las redes sociales.
Es decir, se preparan para su etapa final de un proceso electoral muy largo, que empezó con sus propios procesos internos, después con las precampañas entre sus militantes y más adelante con lo que estamos presenciando en el estado: los conocidos comicios.
Lo que viene, ellos lo saben, las dos coaliciones y sus aspirantes quieren alcanzar el triunfo en las urnas en el primer domingo de junio. No solo eso, el bloque gobernante, busca un seis de seis, más dos millones de votos que aspiran a obtener.
Mientras que la oposición, conoce lo que se juega en Puebla, después que, en 2018, el panismo dejo el poder público estatal. En el 2021, Eduardo Rivera Pérez, logro arribar al municipio poblano, después de haber sido gobernado por Morena.
A lo anterior se suma todo lo relativo a la estructura electoral y los dos bloques partidarios, tendrán que trabajar para hacer sus últimos cambios en sus registros de planillas municipales y por supuesto cubrir en su totalidad con la representación en las casillas, para poder garantizar el conteo y la suma de sus votos obtenidos.
Conclusión: En los nueve estados en donde habrán de elegir a sus próximos gobernantes, las tensiones y la confrontación política para estas últimas semanas suben de tono y las provocaciones siempre estarán presentes. Serán los partidos políticos y sus candidatos quienes deben abonar para que, las contradicciones y sus diferencias se diriman en las urnas.
Por último, resulto ser muy importante que la máxima casa de estudios (BUAP) y su consejo universitario, invitaran también a los tres aspirantes a la presidencia municipal de la capital, para que expusieran su proyecto ante los universitarios.
Porque son las universidades los mejores espacios públicos para el debate de las ideas.