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viernes, agosto 8, 2025

Unidades habitacionales en la ciudad

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Ante el crecimiento demográfico en la ciudad, tanto interno como de otros estados, también se siguen incrementando la construcción de unidades habitacionales populares y fraccionamientos particulares, por diferentes partes de la capital poblana y en otros casos en zonas exclusivas.

Los de mayor plusvalía, se extienden hacía el sur de la capital, pasan por Azumiatla y ahora ocupan buena parte de las tierras del municipio de Santa Clara Ocoyucan.

Para el norte y oriente se crean fraccionamientos de interés social y nuevas colonias hacía San Salvador Chachapa. Por su parte el ayuntamiento y su cabildo, poco hacen para regular estas construcciones y el crecimiento urbano, que por supuesto también requiere de servicios públicos y principalmente de la explotación del agua.

Sus respectivas dependencias de desarrollo urbano y medio ambiente emiten permisos de construcción sin importarles otra cosa, que el dinero que dejan de manera discrecional. Esta práctica se ha vuelto común en todas las administraciones municipales, con autorizaciones sobre cambio del uso de suelo.

Así podemos observar, que el ayuntamiento aparte de tener bajo su administración a las 16 Juntas Auxiliares también coordina las mesas directivas de colonias y fraccionamientos. A estos no les entregan recursos públicos, solo los apoyan con obra social y gestiones de beneficio comunitario. Y, en consecuencia, estos grupos vecinales deben acudir a los actos oficiales y apoyar a los ediles municipales.

En algunos fraccionamientos y quiénes están organizados, cuidan de la seguridad interna y del mantenimiento de dichas unidades. Los recursos que ingresan como cooperación vecinal les sirven para pagar la vigilancia y mantener en buen estado la infraestructura de esos conjuntos habitacionales. Estos grupos de vecinos carecen de facultades administrativas para enfrentar muchos de los problemas que se viven en estas microciudades.

Una de las formas que utilizan para socializar su comunicación interna y plantear los asuntos que les aquejan, es por medio del WhatsApp, en donde el presidente de los vecinos informa y anuncia las diferentes actividades. Las denuncias no se hacen esperar y siempre tienen que ver con la seguridad y falta de agua potable.

 

En estos pequeños núcleos poblacionales, abunda el comercio informal, negocios de todo tipo que trabajan sin permisos correspondientes en casas convertidas para sus diferentes actividades. Que van desde la venta de alcohol, pasando por papelerías, taquerías, ferreterías y hasta pequeñas bodegas que venden materiales para construcción. En consecuencia, el mercado informal aumenta y fuera de ellos, las banquetas y calles son ocupadas todos los días.

O sea, el ayuntamiento ante su vació legal y falta de normas, permite todo esto, en una ciudad que crece todos los días de manera desordenada.

Existe poca información estadística sobre estos polos habitacionales y solo se sabe de ellos, cuándo tienen elecciones de sus mesas directivas. Las que cuentan con medianas unidades deportivas, no fomentan el deporte entre sus jóvenes y niños, porque no hay recursos económicos y humanos para ello, por lo mismo solo se dedican hacer torneos de futbol y cobrar por el uso de las canchas.

Por otro lado, entre los fraccionamientos más conocidos que forman parte de la ciudad y que son más grandes que algunas colonias, tenemos a: Misiones de San Francisco, en la parte norte y con gran demanda de servicios de transporte público y seguridad. Bosques de Chapultepec, en la zona de Amalucan y la Rivera Anaya, rumbo a Chachapa. Loma Bella; San Bartolo; Agua Santa y Santa Clara, de la zona del sur de la ciudad, viven con grandes problemas de trasportación pública, seguridad, servicios públicos y sin embargo el comercio y el empleo formal e informal tienen una fuerte presencia. San Jorge; Chapulco; Real de Segovia; Misión San José; La Margarita; la Guadalupana; Zaragoza; SNTE y otras tantas más. Viven la misma situación social y sus demandas son idénticas.

Es decir, tenemos una ciudad dividida en tres sectores sociales: una clase pobre que habita unidades habitacionales que fueron financiadas por el INFONAVIT; la clase media, que habita fraccionamientos, adquiridos por medio del FOVISSSTE; Seguro Social e Hipotecarias bancarias y los de clase alta, que se ubican principalmente en zonas del sur de la ciudad como Angelópolis y se extienden hasta Santa Clara Ocoyucan.

Estos contrastes sociales, económicos y políticos son parte de la ciudad que todos habitamos y en donde las autoridades municipales poca atención prestan.

Conclusión: La capital poblana crece a pasos agigantados y las autoridades

municipales deben de normar y actuar sobre estas microciudades que se dispersan del norte al sur. Más viniendo de una administración de extracción Morenista, que se dice son de avanzada y progresistas.

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