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viernes, marzo 14, 2025

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Mi opinión muy humilde y sin muchos recovecos, tiene que ver con la toma de Ciudad Universitaria y otras facultades de la UAP, por parte de estudiantes que se organizaron en un movimiento denominado paro universitario 2025. Después del 25 de febrero, demandando sean atendidas sus demandas estudiantiles y académicas, por parte de las autoridades universitarias.

Se debe subrayar que, desde esa fecha hasta estos días de marzo, la propia rectora, Lilia Cedillo, no ha actuado en contra de una parte de la comunidad universitaria que se mantiene en paro. Tampoco los ha atacado, vulnerado sus derechos humanos o en su caso los ha mandado a desalojar, de eso los propios paristas son testigos.

La representante de esta universidad ha sido muy respetuosa de la legalidad y sobre todo de la autonomía universitaria. Puesto que en ningún momento ha declarado o insinuado que las autoridades ministeriales investiguen o el gobierno se involucre en los asuntos de la universidad.

Se le ha visto, estar al pendiente de que funcionen las mesas de diálogo, que el propio Consejo Universitario, decidió que trabajaran para escuchar los diversos pliegos de peticiones que los estudiantes organizados han elaborado, para encontrar soluciones.

Tal vez, Cedillo Ramírez, ha sido cuestionada y criticada con mucho exceso en las redes virtuales, por su actuar al visitar y estar pendiente en CU, sin embargo, desde mi opinión, lo ha hecho, porque es su forma sencilla de actuar con los estudiantes y porque busca puentes de comunicación. De ninguna manera se pueden como actos de protagonismo personal.

Quién en su sano juicio, podría afirmar, que solo ha ido para tomarse la fotografía, en momentos en donde la institución esta cercada y vigilada en sus puertas por los estudiantes.

Tampoco ha cuestionado el actuar de los universitarios que la mantienen tomada, más aún, nunca ha declarado algo en su contra. Que yo haya leído o escuchado en algunas de sus declaraciones públicas, jamás ha criticado las formas de organización por las que han optado los jóvenes universitarios que se mantienen cerrada CU.

Para propios o extraños, por decirlo así, ha tocado las puertas o rejas, para llamar al dialogo y en sus conferencias lo ha seguido sosteniendo, además sería ingenuo pensar que muchas de las demandas estudiantiles le sean desconocidas, las ha aceptado y de manera autocrítica las reconoce.

Valdría señalar en esta coyuntura, que, la mayoría de la universidades públicas y estatales, tienen grandes problemas estructurales y del orden académico, que no han sido resueltas, por la falta de más recurso federales. La propia UNAM, la más grandes del país, año con año, solicita al gobierno federal y a los diputados les incremente su subsidio.

Las partidas que asignan en la Cámara de Diputados, en su presupuesto de egresos
2025, para la IES, apenas y se incrementaron sin llegar a rebasar ni siquiera un cinco
por ciento. Hoy existen dos universidades estatales que están en huelga por incrementos salariales y revisiones de sus contratos colectivos.

Por otra parte, el movimiento de estudiantes que mantienen tomadas las instalaciones
es disruptivo y creció porque vieron agotadas sus alternativas para poder lograr que sus demandas fueran escuchadas.

Ahora bien, la propia rectora, sin politizar nada, ha reconocido públicamente sus pliegos de demandas para ser atendidos por funcionarios y las comisiones de su máximo órgano de gobierno.

Conclusión: Queda claro que los llamados al dialogo y a la prudencia, para salvaguardar una universidad junto a su comunidad universitaria, son las únicas vías posibles para volver a restaurar la casa de estudios en donde deben volver ha cohabitarla todos, de manera plural y tolerante. Esperemos que la universidad vuelva pronto abrir sus puertas para seguir educando y formando a miles de jóvenes.

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