Las manifestaciones sociales de los migrantes mexicanos junto con otros grupos de latinos, en las calles de la ciudad de Los Ángeles, California, se deben de observar en un contexto de polarización de la nueva administración de Donald Trump. Que busca a como dé lugar imponer por medio de la fuerza sus condiciones de persecución para deportar a todos los que consideran ilegales y por otro lado terminar con las ciudades santuarios en los EE. UU.
La violencia con la que están actuando los agentes del ICE y otros grupos policiacos de aquel país, con sus redadas en contra de familias y residentes mexicanos, ha hecho que estos se organicen y salgan a marchar, para exigir que detengan la cacería sobre los migrantes. Tarde o temprano las protestas y movilizaciones se iban a presentar para detener los actos arbitrarios y abusos que se están llevando a cabo.
Y bueno la respuesta de Trump, no se ha hecho esperar, ha sacado a la guardia nacional y ha enviado a grupos de Marines a las ciudades en donde hay protestas sociales. Porque a costa de todo busca imponer sus políticas en contra de los diferentes grupos de migrantes que existen allá, él tiene claro, de los compromisos que hizo con sus sectores más conservadores y ultras radicales que lo apoyaron y financiaron.
Por otra parte, esta crisis sobre migración y los grupos de connacionales que están siendo perseguidos por las redadas, está ahora más presente que nuca. Una situación que requiere de mucha atención y operación de cirugía mayor, para poder enfrentar esta coyuntura compleja. Sobre todo, porque Donald Trump, quiere presionar a México, culpándolo por los actos que se están dando en aquellas ciudades del país vecino y busca intervenir para capturar a los llamados líderes de los cárteles mexicanos.
La estrategia de algunos de los principales funcionarios de la Casa Blanca ha sido la de culpar a la presidenta Claudia Sheinbaum, para esconder los abusos de las redadas y evitar la negociación y discusión de una política migratoria integral entre los dos países.
Para la administración de Trump, este tema es una de sus prioridades internas para seguir metiendo presión no solo a México, sino a otras naciones de Al y Centroamérica e imponer sus decisiones económicas y su modelo de control global.
Por otro lado, y según el portal de investigación sobre temas de inmigración y migrantes en los EE. UU: MIGRATION POLICY INSTITUTE, aporta algunos datos interesantes para comprender de manera inicial el tamaño de este problema que nos ha alcanzado:
“Los mexicanos constituyen el grupo más numeroso de inmigrantes en Estados Unidos, representando aproximadamente el 23 % de los 47,8 millones de residentes nacidos en el extranjero en 2023. La población se redujo en más de un millón de personas desde su pico de 11,7 millones en 2010 a 10,7 millones en 2022, pero ha comenzado a crecer de nuevo. En 2023, 10,9 millones de residentes estadounidenses eran inmigrantes de México”.
“Estados Unidos sigue siendo, por mucho, el destino más popular para los migrantes mexicanos en todo el mundo. Los mexicanos constituyen el grupo más numeroso de nuevos titulares de tarjetas verdes y ciudadanos naturalizados estadounidenses”.
“De 2013 a 2021, India y China superaron a México como los principales países de origen de los nuevos inmigrantes. El pequeño repunte reciente de la población inmigrante mexicana a partir de 2023 puede atribuirse en parte a los impactos de la pandemia de COVID-19, incluidas las crisis económicas en México”.
“Como reflejo de su gran presencia entre la población inmigrante general en Estados Unidos, los mexicanos también representan el grupo más grande de inmigrantes no autorizados, representando el 45 por ciento de los 11.3 millones de personas sin estatus legal a mediados de 2022, según estimaciones del Instituto de Política Migratoria (MPI). Además, la proporción de migrantes mexicanos que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México de manera irregular se ha reducido, pasando del 90 por ciento en el año fiscal (AF) 2003 al 64 por ciento en el AF 2013 y al 29 por ciento en el AF 2023, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos”.
“Más de la mitad de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos residían en California (36%) o Texas (22%) durante el período 2018-22. Una décima parte residía en Illinois (poco menos del 6%) o Arizona (poco menos del 5%). Seis estados adicionales
—Florida, Washington, Georgia, Nevada, Carolina del Norte y Nueva York— albergaban a un 13% adicional en conjunto. Los tres principales condados de residencia, que en conjunto albergaban al 19% de todos los inmigrantes mexicanos, fueron el condado de Los Ángeles, California; el condado de Harris, Texas; y el condado de Cook, Illinois”.
