15.7 C
Puebla
jueves, diciembre 18, 2025

La derrota electoral en Chile

La derrota electoral en Chile

Después del golpe militar en Chile, en septiembre de 1973, encabezado por el general Augusto Pinochet, que derroco al gobierno democrático del doctor Salvador Allende, bajo las consignas de combatir al “comunismo”. Se instauro una Junta Militar e impusieron un Estado de Sitio, prohibiendo todas las libertades políticas y proscribieron los partidos políticos.

Al mismo tiempo, iniciaron una persecución y represión violenta en contra de todos los miembros de la Unidad Popular.

Los testimonios visuales aún permanecen de hombres y mujeres que por su militancia fueron llevados al estadio nacional, para después desaparecerlos. Los miles de testimonios circularon sobre los abusos y la violación a los derechos humanos, por parte de los militares golpistas y carabineros en aquellas décadas.

A 35 años de la derrota de la dictadura chilena, que les devolvió las libertades políticas y su plena democracia. Hoy con el triunfo del heredero del “pinochetismo” José Antonio Kast, en casi todas las regiones y comunas de Chile, lo anterior paso a la historia en aquella nación

Para los viejos partidos de izquierda, movimientos sociales y el progresismo en América Latina, el golpe militar en Chile fue uno de los más duros y brutales en la región del Cono Sur. Además, daño y resquebrajo la incipiente democracia por la que se empezaba luchar en diferentes países.

México no fue ajeno al asalto militar, el gobierno en turno condeno los hechos y las izquierdas desplegaron su solidaridad y apoyo con el pueblo chileno. El exilio fue muy grande y varias universidades públicas recibieron a muchos académicos e intelectuales que encontraron cobijo en ellas.

La muerte de Allende Gossens tuvo sus significados para las formaciones de la izquierda mexicana. Tan fue así, que tuvo como referencia política, cuando la Universidad de Guadalajara (UdeG), en diciembre de 1972 lo invito a dar una conferencia a los estudiantes y una frase que pronunció, aún la siguen repitiendo: “La revolución no pasa por la Universidad y esto hay que entenderlo; la revolución pasa por las grandes masas; la revolución la hacen los pueblos; la revolución la hacen, esencialmente los trabajadores”.

 

Las imágenes del presidente en el Palacio de la Moneda, defendiendo su gobierno ante la asonada militar fueron impactantes. Lo que genero una gran solidaridad con el pueblo chileno, creciendo el rechazo al golpe militar.

En la propia UAP, se llevaron a cabo grandes jornadas de solidaridad y el consejo universitario en 1977, entrego el doctorado Honoris Causa a Luis Corvalán, líder del Partido Comunista Chileno. El 17 de noviembre 1988 otorgó esa misma distinción a Hortensia Bussi, viuda del doctor Allende, quien se distinguió por su entrega a la causa de la Unidad Popular. (Gaceta Universitaria 13 mayo 2003). Para esos años, el Paraninfo universitario, estuvo saturado de militantes y universitarios que llegaron a escuchar al militante comunista.

Por eso, la derrota del Frente de Izquierda en Chile es un fuerte golpe para muchas fuerzas políticas democráticas, progresistas y de izquierda en América Latina.

Inexplicable aún, con muchas reflexiones políticas sobre lo sucedido y de preocupaciones sobre el avance de la derecha y los sectores ultraderechistas que evocan al pinochetismo.

Voltear para echarle la culpa a las nuevas generaciones de chilenos, no resulta, tampoco se puede recurrir a los dichos sobre la memoria histórica o los dilemas ideológicos. José Antonio Kast, candidato del Partido Republicano, obtuvo un triunfo legal con el 58.16 por ciento de los votos, sobre Jeannette Jara, una mujer con militancia comunista.

En un país con 18,480,432 habitantes, en donde votar es una obligación legal, perdió el movimiento progresista que llevo al poder a Gabriel Boric, porque no pudieron cumplir con las demandas de los sectores chilenos y también por la falta de alternativas a problemas tan sensibles como la violencia y la inseguridad.

Que se sumaron a otros factores políticos como el crecimiento de la migración en sus principales ciudades y la falta de crecimiento económico. La derecha les gano la narrativa del sentido común de la gente a la que no atendieron en el régimen que había triunfado hace cuatro años.

Este otro golpe, pero ahora electoral y político de los herederos de Pinochet, sin duda alguna que vino a modificar la geografía de la región del Cono Sur y otros países que se han corrido hacía el populismo derechista en América Latina.

 

Por supuesto, que en México la presidenta y su partido, deben de reflexionar con mucha frialdad y de fondo sobre todo estos reacomodos regionales y el avance de la derecha en estos países que han optado por gobiernos de corte reaccionario y derechistas. No entenderlo así y seguir viendo todo lo que se está moviendo en América Latina, con anteojeras ideológicas, llevara al régimen a escenarios complejos y difíciles más adelante.

Notas relacionadas

Últimas noticias

Lo más visto