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jueves, julio 10, 2025

Gentrificación y desalojos forzados

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Cuando la izquierda partidaria irrumpió en la arena electoral, una de sus primeras
consignas y demandas entre muchas otras de carácter social y políticas que enarbolo,
fue la de una Ley Inquilinaria, que protegiera y le diera seguridad a miles de familias de
escasos recursos económicos, que rentaban algún pequeño departamento o cuartos
en vecindades.

Nunca se pudo legislar sobre esta propuesta, por muchas razones e intereses de
caseros o inmobiliarias que ya existían. Por lo mismo las rentas de las casas –
habitación, quedaban a voluntad de sus dueños.

Se podrían narrar cientos y cientos de historias urbanas, sobre las vecindades o las
casonas del centro histórico, que en aquellos años, fueron ocupadas por familias
completas. Tal vez las más conocidas fueron las vecindades del barrio del Parral;
Santiago; San Sebastián; Analco; EL Alto; El Refugio; La Acocota; la Belisario
Domínguez; la Piedad; Santa María; San Miguelito; Xonaca; Santa Anita; los Remedios;
Volcanes; El Carmen; La Libertad; La Popular; Mayorazgo y muchas más.

En donde por años, nunca hubo necesidad de hacer un contrato de arrendamiento,
solo se arreglaba uno con el propietario de manera directa, el pago por rentar era
regular y solo en algunas colonias más ubicadas, se elevaban. Las vecindades del
centro de la ciudad también estuvieron habitadas y al paso de los años, sus rentas se
incrementaron y fueron abandonadas, para dar paso a bodegueros y comerciantes que
las ocuparon.

Los dueños, solo se hacían cargo de lo necesario y pasaban cada fin de mes por su
pago, entregando solo un recibo. Nunca se preocuparon por su mantenimiento y
dejaban que fueran los propios vecinos quienes las arreglaran, los aumentos por vivir
rentando se daban por lo regular cada año y estos no eran muy altos.

Cuando los hijos o familiares se hicieron cargo de los inmuebles heredados, siempre
empezaron los problemas y los aumentos eran cada que ellos querían. Para entonces
existían unas dos o tres administradoras de bienes y raíces, quiénes sin compasión
alguna, cobraban puntualmente y sino, procedían a desalojar a las familias.

Por ejemplo, en los barrios que forman el perímetro del centro, siempre fueron
habitados por familias de obreros y de otras localidades, que llegaron a trabajar en
fábricas textiles que hubo por aquellos años. La colonia la Paz siempre fue
considerada, como una zona pudiente, no había negocios como los hay actualmente,
ahí vivieron familias conservadoras y de dinero en sus grandes residencias o casonas.

Cuando la ciudad empezó a crecer sin ordenamiento urbano y ante el cierre de
factorías, la movilidad urbana en estas vecindades descendió al mínimo, la gente
común y en estado precario empezó su peregrinar hacia el sur de la capital. Otros más
y a quiénes le alcanzo a tener INFONAVIT, se mudaron a sus unidades habitacionales
que se empezaron a construir.

De esta manera empezarían a darse las primeras etapas de la gentrificación, familias
expulsadas hacía las orillas de la ciudad, por diferentes circunstancias económicas,
sociales y hasta políticas. Puesto que las rentas subirían al máximo, aparecería el
ambulantaje y los comercios se duplicarían.

Un ejemplo de caso podría ser, el Barrio de Santiago, prueba palpable de la
gentrificación en toda su extensión, muchas inmobiliarias compraron casonas viejas y
vecindades, para construir departamentos que servirían de dormitorios estudiantiles
para quienes llegan a cursar carreras en la UPAEP.

Las autoridades municipales de todos los colores entregaron permisos de
construcción y cambio de uso de suelo, para construir edificios en todas las manzanas
cercanas a esta Universidad. Y otros terminarían por vender sus propiedades ante el
aumento de la plusvalía urbana de esa zona.

Actualmente habrá no más de tres vecindades aun habitadas de todas las hubo, este
barrio dejó de existir y solo le queda el nombre. Dicha universidad lo convirtió en una
micro región estudiantil y durante la administración de Eduardo Rivera, el colofón fue
hacerles su corredor estudiantil que obstruyo la movilidad social y tapo calles sin
sentido alguno.

Por otro lado, los comercios chinos llegaron para ocupar locales, casas y bodegas del
centro, los negocios también se extendieron, los ambulantes duplicaron su presencia
y no hay familia alguna que viva en el centro.

Algunos empresarios han comprado viejas casonas y las convierten en Lofts para el
turismo extranjero, se pueden ver unas, en la avenida 7 poniente y 3 sur, así también
algunos edificios que antes sirvieron para despachos ahora están convertidos en
pequeños departamentos para el turismo nacional y de jóvenes, hay uno sobre la 7 sur
y 3 poniente.

En el Barrio de Analco, han llegado empresarios inmobiliarios de España y Japón, para
invertir en grandes casas y convertirlas en zonas de hospedaje para el turismo de edad
adulta que vienen de otros países. También hay despachos que elaboran estudios
socio urbanísticos y económicos para hacer rentables esta y otras ciudades.

La gentrificación no es nueva para las grandes ciudades, tiene años y ha empezado en
Colombia, Brasil y por supuesto en Barcelona. Generando los mismos efectos de
expulsión de personas que antes habitaron sus centros históricos.

Ahora también existen plataformas como Airbnb y blueground que ofertan hospedaje
al turismo extranjero, departamentos para que pasen sus vacaciones, sin necesidad
de encontrar hoteles.

Lo anterior encarece la vivienda, provoca altos precios en el arrendamiento de
departamentos y convierte estos estos espacios céntricos en zonas de privilegio y de
alta plusvalía urbana.

También ha habido corrupción entre los funcionarios municipales, en catastro, en el
registro público de la propiedad, notarias y juzgados. Para algunos se apropien de
viejas casonas abandonadas, terrenos baldíos y en otros casos desalojen a vecinos de
edificios y así, puedan reconstruyen esos inmuebles y alquilarlos o venderlos.

Conclusión: Estos asuntos son de fondo y requieren ser legislados, en esto también se
deben incluir a las inmobiliarias y negocios que hay por todos lados especulando con
la compra y venta de casas y departamentos.

La gentrificación no es nueva en esta ciudad, pronto abarcara los llamados pueblos
mágicos. Las políticas públicas sobre turismo, también debe prevenir todos los
efectos que trae consigo la gentrificación, porque no se trata de que vengan y vengan
miles y miles de turistas nacionales y extranjeros.

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