En las principales ciudades del país, el problema del transporte público se ha convertido y es un asunto muy complejo para las administraciones estatales, puesto que son ellas, quiénes lo controlan y autorizan los aumentos al pasaje.
En su mayoría los propietarios o permisionarios,
politizan año con año sus exigencias de aumento y,
en el caso concreto de la ciudad de Puebla, así lo
han acostumbrado. Cobran favores políticos a los
gobernantes en turno y jamás presentan una radiografía o un análisis económico sobre el servicio que prestan.
El crecimiento poblacional y los retos de la movilidad social en las principales ciudades, pone en entredicho el deficiente transporte público con el que
se cuenta. En pleno 2024 a punto de terminar, este
problema multifactorial sigue siendo un reto para
los gobiernos municipales y estatales.
Solo por mencionar algunos casos, en la ciudad de México, operan 106 organizaciones, 97 son rutas constituidas como asociaciones civiles y 9 empresas de transporte concesionado, con un total de mil 200 ramales y mil 443 recorridos. Además del sistema de transporte Metro, el más grande del país y quien transporta todos los días a miles y miles de usuarios. Se conjunta con los trolebuses y otras rutas de trasportación urbana, que siguen siendo insuficientes.
El pasaje del metro cuesta 5 pesos; los microbuses
cobran de 6 hasta los 7.50 pesos dependiendo de
los kilómetros y la distancia.
En la ciudad de Guadalajara, por decirlo así, es
en donde se observa que el gobierno local mantiene
un mayor control y organización, para la transportación urbana de sus habitantes tanto en la capital como en sus zonas conurbadas.
La ciudad de Guadalajara y la Zona Metropolitana de Jalisco cuenta con cerca de cuatro millones de habitantes, esto, los ha movido a tener un sistema de transporte publico colectivo masivo, que les garantice resolver sus necesidades de transportación con diversos sistemas.
Según algunos datos publicados, “Guadalajara cuenta con 2 sistemas de Transporte Público Masivo manejada con una sola empresa que es SITEUR que ofrecen el servicio de 2 Líneas de Metro de Guadalajara (Tren Ligero) y las rutas Alimentadora especial llamado Pre-Tren, que dan servicio a varios municipios cercanos. La línea del Macrobús (BRT), cuenta con 15 rutas de autobuses llamadas líneas alimentadoras.
Cuentan con varias asociaciones, empresas y grupos organizados de permisionarios que prestan servicio público en camiones y microbuses.
El precio del pasaje en el metro es de 9.50 pesos y en las demás rutas también se mantiene esta tarifa.
Aumenta para sus zonas colindantes.
En el Estado de México, su Instituto del Transporte, sostiene que su transporte público es uno de los más baratos, puesto que por parada mínima es de 12 pesos y aumenta si el destino es fuera de la ciudad, es un sistema de cobro piramidal.
Tienen varias rutas que cubren la ciudad de Toluca y también camiones que trasladan a una gran cantidad de personas que trabajan en la CDMX. Señalan que reciben un sinnúmero de quejas por toda la ciudadanía, debido a diversos problemas con los conductores, costos y seguridad; aun así, es una de las mejores opciones para transportarse.
Con 16 millones de habitantes, cuentan con Mexicables, un teleférico que da servicio a las zonas altas. “En el Estado de México existen un buen número de líneas de microbuses, autobuses y vagonetas (combis) pertenecientes a organizaciones que poco a poco se están convirtiendo en empresas”.
A pesar de lo anterior, también hacen uso del
Metro, que lo usan en diferentes de sus estaciones,
por la cercanía de algunos de sus municipios con la
capital del país.
En la ciudad de Puebla, con un millón 692 mil 181 habitantes de acuerdo con el último Censo de Población, más los 138 mil 433 de San Pedro Cholula; junto con los 154 mil 448 de San Andrés Cholula; Amozoc, con 125 mil 876 y Cuautlancingo, 137 mil 435. Entre estos municipios cercanos a la capital poblana, son más de dos millones de habitantes, en donde más del 70 por ciento hace uso de su transporte público de manera diaria y a todas horas.
Hasta donde se conoce, su sistema de trasportación es de las más regulares y con carencias muy deficientes para la movilidad urbana. Con unidades que tienen más de 15 años de servicio, rutas con problemas y con denuncias sobre sus operadores. A lo que hay que sumar, que llevan años y años sin modernizar su parque vehicular que es muy viejo y peligroso.
Existe también un sistema de Ruta con 3 líneas
de transportación, concesionada a dos empresas
como Estrella Roja y ADO. Cubre varias direcciones y tiene otras líneas alimentadoras.
Su servicio empieza a mostrar desgaste y demandas de más y mejores vagones.
Por otro lado, hay un subsistema de transporte
público, que es propiedad de permisionarios que
se afilian a organizaciones de presión política como
la 28 de octubre y Antorcha Campesina, otros son
asociaciones y pequeños grupos de propietarios que
cuentan con permisos.
Se habla de la existencia de 270 rutas, con más de
24 mil 800 unidades (autobuses, microbuses y combis), en donde un 70 por ciento siguen sin modernizarse, con grandes carencias para los usuarios. Un
45 por ciento son combis, 35 por ciento microbuses
y 20 por ciento son autobuses.
Solo el 1. 5 por ciento cuenta con cámara de seguridad a pesar del incremento de los asaltos en este servicio.
De 3 a 4 habitantes viajan a diario en este transporte, otro tanto lo hace en taxis piratas para poder llegar a sus trabajos y de manera más rápida.
El servicio de Uber se ha sumado a esta cadena de
transportación urbana, porque lo consideran más
seguro y rápido.
Un poco más de 260 mil personas se trasladan a
diario de alguna parte de la ciudad hacia el centro,
para llevar a cabo diferentes actividades sociales.
El cobro tiene diferentes variaciones y no es piramidal, va de los 7 y 7.50 pesos en la Ruta; 8.50 y 4 pesos en las combis y microbuses. Aumenta hasta los 10 pesos hacía los municipios conurbados de la ciudad.
Conclusión: Los retos para la administración que esta por entrar, son muchos y diferentes, tienen que ver con la movilidad social, el costo de pasaje, la seguridad de los usuarios, el mejoramiento de sus vialidades y la modernización de un transporte digno. Sin olvidar las denuncias sobre los operadores que manejan a exceso de velocidad, que no respetan a la gente y que generan accidentes viales.