Año con año, sea el gobierno que sea, la discusión sobre el presupuesto de ingresos y egresos de la federación siempre genera críticas y posturas encontradas, tanto al interior de la Cámara de Diputados, como entre los sectores que se ven afectados.
El paquete económico entregado por la Secretaría de Hacienda a los diputados federales deberá ser analizado en las comisiones dictaminadoras, para luego pasarlo al pleno de la cámara en donde lo discutirán y aprobarán en su caso.
Habrá que recordar aquí que en los sexenios pasados
se volvió costumbre, ver cómo desfilaban por las oficinas
de los diputados, gobernadores y presidentes municipales en busca de apoyos para solicitar obras u obtener más recursos para sus estados.
Por supuesto que las fracciones mayoritarias negociaban
asignaciones y bolsas de recursos para sus representados.
Hoy, con la mayoría de Morena, han medio cambiado
las cosas, pero para sus programas exitosos y sociales las
partidas presupuestales aumentaron. Las condiciones les
favorecen para poder modificar dicho proyecto presupuestario antes de que termine el año.
Según los especialistas del tema, dicen que el paquete financiero para el 2025 tiene recortes significativos y priorizan programas del gobierno anterior. También sostienen que los efectos de la deuda interna y la inflación harán que la austeridad sea un factor que predomine en el primer año de gobierno de la presidenta.
Como ejemplo de caso quisiera referirme al recorte anunciado para algunas de las principales instituciones de educación superior del país, como la UNAM, UAM, IPN y la UdeG.
Por supuesto que las demás universidades públicas estatales tampoco se salvan, los funcionarios de la SEP han manifestado que obtendrán un incremento de apenas el
3.5 por ciento. Sin embargo, otros fondos que les permitían a las IES enfrentar sus problemas estructurales han quedado congelados.
Aquellas viejas banderas para que se destine el 1 por
ciento del PIB, o en su caso que los presupuestos anuales
se incrementen sustancialmente para las universidades,
seguirán en la mesa de los diputados.
En cualquier país, el apoyo a la educación superior siempre será una inversión humana, porque es en las universidades en donde se forman los cuadros profesionales que se necesitan para el desarrollo nacional.
Lo anterior tiene que ver con la reducción de las asignaciones hacia la UNAM, UAM, IPN y la UdeG, instituciones que sufrieron serios recortes y aunque luego en un desplegado público la SHCP rectificó su error, en los hechos, los subsidios que recibirán seguirán siendo pocos.
Veamos algunos datos de la UNAM, caracterizada por ser la más importante de México y América Latina. Tiene una población escolar en licenciaturas de 233,346 alumnos; en Bachillerato 106,087 y en posgrados 32,578.
Su población de primer ingreso en 2024 fue de 33,378 en
bachillerato, en licenciaturas hubo 49,074 y para posgrado
ingresaron 12,464. Por pase automático pasaron 32,921.
En personal académico cuenta con 42,615 profesores,
de carrera 5,598; por asignatura 34,150; investigadores
2,717; técnicos académicos en docencia 2,212 y ayudantes de profesor 4,852.
El gasto por alumno en licenciatura en 2024 es de 82,729
pesos; gasto por alumno en bachillerato 2024: 90,006.
Maneja un presupuesto en 2024 de: 55,959,055,956
pesos; según SHCP para el 2025 tiene un presupuesto de
solo 45,058,000,000.
Tuvo una demanda en licenciaturas en 2024 de 260,408 solicitantes y para bachillerato 167,586; lograron ingresar solo el 15 por ciento.
La Universidad de Guadalajara, en su ciclo 2023 –2024, tiene una comunidad universitaria de 335,538 alumnos. En educación media superior 189,688; en educación superior 145,850 y en posgrado 7,301.
Tiene 15 centros universitarios en todo el estado y su
presupuesto federal del 2024 fue de 7,321,585,058 y el
presupuesto estatal de 7,160,159,376, en total recibió
16,607,468,643 pesos.
El gasto por estudiantes anual es de 42,718 pesos.
Su demanda de matrícula año con año se incrementa
como en todas las universidades estatales y sólo acepta
a un 15 por ciento.
La Universidad Metropolitana tiene cinco unidades
académicas y solo imparte licenciaturas. Su población
estudiantil en licenciaturas es de 43,626 estudiantes y en
posgrado son 2,886, en total su comunidad universitaria
suma 46,512 estudiantes.
Personal académico definitivo 2,806; tiempo parcial 102;
medio tiempo 104 y con doctorado 1,783. Cuentan con 83
programas de licenciatura y 19 planes de posgrado.
Tienen una demanda de matrícula de 73,823 alumnos;
acepta a 11,916 estudiantes que solo es el 16.1 por ciento.
Su presupuesto público federal en 2024 es de 9,465,521 pesos.
La UAM tendría una baja de mil 337.4 millones, es decir, 14.12 por ciento menos, con lo cual contaría con 8 mil 128.1 millones para el 2025.
Sobre el mismo tema, el coordinador parlamentario del PRI, Rubén Moreira, remarcó que aún falta por rectificar el presupuesto para algunas instituciones educativas y aclaró que los recortes se aplicarán para: la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (-8%); la Universidad Pedagógica Nacional (-8.2%); el Tecnológico Nacional de México (-7.6%); el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (-9.1%); el Colegio de Bachilleres (-4.5%) y, finalmente, la reducción del 2% para el Conalep.
Conclusión: Las universidades públicas del país enfrentan como siempre grandes problemas para su financiamiento público. A pesar de este nuevo régimen y el anterior caracterizados de progresistas no se han visto en la práctica muy beneficiadas.
