Los millones de mexicanos que trabajan en los EE. UU, ahora se encontraran con otra situación en su contra y que afectara las remesas que envían a sus familias en nuestro país, puesto que tendrán que pagar otro nuevo impuesto de los que les cobran para poder trasferir su dinero.
Una decisión más, que ha implementado la administración de Donald Trump, para meter presión al tema de la migración hacía los EE. UU.
Creo, que las protestas sociales que hagan o las misivas que puedan enviar a los representantes Republicanos o Demócratas de poco servirán. Lo mismo que las misiones de senadores o diputados, que viajen al país vecino, para interceder ante sus pares gringos, tendrán poco éxito. El gobierno mexicano, deberá actuar en consecuencia con otras estrategias, diplomáticas, políticas y legales para poder revertir el gravamen sobre el dinero de los migrantes.
Esta situación dañara de manera severa a muchas familias rurales y otras que dependen de estos recursos de sus hijos o esposos, que se encuentran trabajando allá. Lo mismo sucederá con nuestra economía, puesto que el ingreso de las remesas ayuda en gran medida al consumo y la circulación de recursos.
Bueno la fortaleza del peso mexicano por un largo periodo, también tiene que ver con los recursos que llegan al país.
Si, de entrada, el tema de la migración lo ha convertido en un peligro el gobierno de Trump, en estos primeros meses, con sus deportaciones masivas y la militarización de la frontera, que más vendrá.
Digamos, que la expulsión de migrantes tampoco es nueva, esta se ha presentado en todas las administraciones de los Estados Unidos, sin embargo, hoy, se han puesto en marcha, acciones más extremas, que violentan los derechos humanos de los connacionales.
Por otra parte, y según un análisis de Bancomer, dice: “que la migración y las remesas podrían afectar a México, principalmente porque en EE. UU. se encuentran 39.9 millones de personas de origen mexicano (primera, segunda y tercera generación) y de ahí proviene alrededor del 95% del total de remesas que recibe el país”
“El 21.0% de los migrantes mexicanos en EE. UU. principalmente están empleados en el sector de la construcción, siguiéndole en importancia el sector de servicios profesionales, donde está el 13.6%, y el sector de hostelería y esparcimiento, con 13.0%”. En 2023, una persona inmigrante mexicana ganaba en promedio por sueldos y salarios 25,570 dólares anuales, monto menor que el obtenido por los migrantes provenientes de República Dominicana (25,835), El Salvador (32,049), Venezuela (31,500), Colombia (33,780) o Haití (34,323)”.
“En los últimos años, las remesas en México se han convertido en una de las principales fuentes de divisas al país (63.3 millones de USD en 2023), por encima de las exportaciones petroleras (33.2 millones de USD), la Inversión Extranjera Directa (36.3 millones de USD) y el turismo internacional (28.7 millones de USD). Para México, en 2023, la dependencia de las remesas se estima que sea de 3.5% respecto del PIB, siendo Chiapas y Guerrero las entidades con mayor dependencia de las remesas – 15.9% y 13.8% de su PIB, respectivamente”
A partir de ello, BBVA México estima que las remesas a México cerraron en 65,900 md (+4.1%) para 2024 y tendrán un crecimiento más moderado para 2025 y llegarán a 67,900 md (+3.0%).
Otros datos nos indican, que, de los mexicanos en el extranjero, 54% son mujeres y 46% son hombres. La mayoría de los migrantes mexicanos se encuentran en el continente americano (54%), seguido de Europa (40%), Asia (4%), Oceanía (2%) y (3.35%) en África. En América hay un total de 11, 793,976 mexicanos y se estima que su edad es de 36 años.
En 2025, los datos más recientes del Banco de México indican que, en el primer trimestre, México recibió 14,269 millones de dólares en remesas, lo que representa un crecimiento del 1.3% en comparación con el mismo trimestre de 2024. Entre 2019 y 2024, las remesas enviadas a México pasaron de 37 mil 250.5 mdd a 64 mil 746.4 mdd, con un crecimiento promedio anual del 7.8 por ciento.
Las remesas sostienen el consumo familiar en contextos de bajos ingresos, y sus beneficiarios registran un gasto trimestral promedio de 35,535.2 pesos, cercano al de las familias no receptoras (39,964.8 pesos), lo que indica su rol como mecanismo compensatorio del ingreso interno insuficiente (Centro de Estudios de las Finanzas Publicas del Congreso de la Unión)
Para finalizar señalaremos que actualmente hay un promedio de 2.8 millones de poblanos migrantes que radican en Estados Unidos, de los cuales 1.2 millones vive en Los Ángeles, California y casi un millón en Nueva York. (Lino León Cruz, presidente de la organización Mundo Migrantes). “La mayoría están en California y Nueva York, el resto vive entre Carolina del Norte y del Sur, Washington, algunos están en Texas, Chicago, Tennessee, Nevada, Nuevo México y Arizona”. (mundo migrante)
Conclusión: La proporción o el tamaño de este asunto de las remesas que se envían a nuestro país, por parte de los mexicanos radicados en los EE. UU, tienen un fuerte impacto en la economía mexicana y son fundamentales para paliar la pobreza entre miles de familias. De ahí las batallas por evitar que les impongan el impuesto del 3.5 por ciento, tarea nada fácil para el actual régimen.
