Ver a los gorilas en su hábitat natural es una de las mejores experiencias de mi vida.
Hay solo tres lugares en el mundo donde pueden verse los gorilas de montaña: Ruanda, la República Democrática del Congo (RDC) y Uganda. Los tres países comparten las imponentes montañas Virunga, donde habitan estos majestuosos animales.
La mayoría de las páginas de viajes y sitios oficiales de los parques recomiendan comprar los permisos para entrar a los parques con una antelación de 3 a 6 meses. Los grupos para visitar a los gorilas son, máximo, de seis personas; y en la República Democrática del Congo, de cuatro. Yo planee el viaje completo sólo unos días antes de partir, cosa que no recomiendo.
Nos dirigimos hacia Kisoro para entrar a Virunga desde Uganda. Pero no había permisos desde meses atrás. Los parques son extremadamente estrictos con el número de visitantes y con otras medidas para proteger a los menos de mil gorilas que sobreviven. Así es que nos dirigimos al Parque Nacional de Virunga, en la RDC.
El Parque Nacional Virunga es el más antiguo de todos. Es, también, donde menos turismo hay debido a la inestabilidad del país. La zona de Virunga es particularmente problemática y sigue siendo el hogar de grupos de guerrilleros. A esto hay que sumar el terrible de brote de ébola de hace algunos años. Sin embargo, ha habido grandes esfuerzos para mantener el parque. Para mucha gente, los gorilas son la esperanza del Congo. Los permisos ahí cuestan alrededor de 400 dólares. Son, por mucho, los más baratos de la zona. Hay buenos lugares de glamping y cabañas en Virunga, que no se comparan en lujo con los que hay en Ruanda, pero tienen su encanto. Éste es el único lugar del mundo donde viven los dos tipos de gorilas: los de montaña y los de tierras bajas (más comunes en el oeste de África).
Fue en Ruanda donde la legendaria Diane Fossey estudió a estos animales hace más de cuarenta años. Ése es el verdadero escenario de Gorilas en la Niebla.
El Parque de los Volcanes cuenta con cinco de los ocho volcanes de Virunga. El permiso para verlos cuesta más del doble que en Uganda, y tres veces más que en la RDC. Tienen también los hoteles más lujosos, incluyendo el One&Only, considerado uno de los más costosos del mundo. Una de las ventajas es que el parque está a solo 3 horas de Kigali, la capital de Ruanda.
Uganda fue bautizada como La perla de África por Winston Churchill en su libro Un Viaje por África, escrito después de un recorrido que hizo por este país en 1907. Hay dos lugares en Uganda donde actualmente habitan los gorilas: El Bosque Impenetrable de Bwindi y El Parque Nacional de Gorilas de Mgahinga, que forma parte de Virunga. Ambos parques están por lo menos a 10 horas de Kampala. Es bien sabido que la caminata por Bwindi puede ser mucho más extenuante que en Ruanda, pero el escenario es magnífico. Más de tres cuartas partes de todas las aves registradas en África Subsahariana viven aquí.
Cada parque sabe cuántas familias de gorilas habitan ahí. La mayoría de ellas están habituadas a la gente, aunque no todas. El proceso de habituación de las familias consiste en seguirlos todos los días durante varias horas, hasta que se sienten cómodos con la presencia de personas a su alrededor. El guardia que nos guío a través del Parque Nacional de Virunga nos contaba que él seguía todos los días a la familia de gorilas que buscábamos, pasaba un rato con ellos y regresaba. Los gorilas, por supuesto, se siguen moviendo, así es que cada día hay que ir tras sus huellas para volverlos a encontrar. Esto puede tomar varias horas. En mi caso fueron un poco más de cuatro horas antes de hallarlos.
La familia que seguimos se llamaba Kabrizi, por el nombre que dieron a su espalda plateada. Hay un registro de la historia de esta familia desde los 90 hasta la fecha.
La pandemia cerró los parques por un tiempo. Afortunadamente la gente ya sabe que los gorilas valen mucho más vivos que muertos. Hay mucho menos cazadores furtivos que hace unos años, aunque la actividad no cesa. Siempre hay un loco dispuesto a disparar a mansalva y en la clandestinidad.