“Y hablo de países y de esperanzas,
hablo por la vida, hablo por la nada,
hablo de cambiar esta, nuestra casa,
de cambiarla, por cambiar nomás”.
Yo vengo a ofrecer mi corazón de Fito Páez
I
¿Y qué pasa cuando sientes que todo está perdido?
¿Qué se hace cuando te percatas que ciertas personas en lugar de palabra y lealtad tienen emociones gitanas?
¿Qué se hace cuando te llega la cabeza la idea de que nada ha valido la pena y todo ha sido un desperdicio?
Se mira alrededor y observas quiénes son las personas que siguen, están y han llegado, a pesar de todo y contra todo.
Revisas el camino andado y te das cuenta de que existen más satisfacciones que tristezas.
Recuerdas que personas hermosas e importantes confiaron en ti sin otro argumento que la palabra y fe en que sí harías lo que estabas poniendo en un correo o un mensaje de WhatsApp.
II
Los finales e inicios de año, emocionalmente, siempre me han costado.
Los cambios de administración gubernamental me cuestan aún más, pues la sensación de incertidumbre, inestabilidad y desesperanza se apoderan de mi existencia.
Pues casi siempre, me invade la idea de que trabajar respetando la norma, y llevando por bandera la honestidad y el amor por lo que uno está haciendo nunca sirven ni son suficientes; pues en algunos puestos siguen ejerciendo personajes de dudoso comportamiento ético y sin otro compromiso que no sea el negocio personal.
Cada día pierdo más la fe en muchas cosas y siento que ya muy pocas cosas o, ya, nada vale la pena.
III
Empero, en días recientes la vida me ha regalado personas, momentos y mensajes que me ayudan a recuperar la Fe, Fuerza y Energía.
Gracias a Angélica Palacios y Vane Gomora —que me están acercando al mundo de la Biodanza— estoy entendiendo que cuando uno mueve el cuerpo, también se mueve el universo. Algo que dialoga con la idea de saber qué se quiere, soltarlo a Dios/El Universo y confiar en que sucederá. Hay que saber fluir y para lograrlo, se tiene que encontrar el ritmo propio. Gran labor la de encontrar ese ritmo, esa voz. Bailar es como escribir Poesía. Bailar y escribir Poesía es Vivir.
Una amiga escritora, Ximena Sánchez Echenique, me acaba de dar un regaló simbólico que me arrancó lágrimas de alegría y me recordó lo valioso del camino andado. Espero, pronto, estar en condiciones de compartir ese lindo regalo.
Luis Miguel Estrada, otro amigo escritor, me recordó que existen otras formas de llegar a un lugar.
En estas semanas, la vida, desde el símbolo y lo esotérico, me ha pedido recordar y creerme que: soy un chingón, a pesar de lo que otros personajes se empeñan por hacerme creer.
Para ser Emperador, hay que actuar, pensar y vivir como Emperador.
Y llevo años siendo un Emperador en el mundo cultural; sólo que aún no cuento con los padrinazgos necesarios para concretar algunas cosas.
IV
Martín Luther King, en un mitin, desarrolló y compartió cuál era su sueño para la comunidad a la que pertenecía y sigue perteneciendo como líder ideológico y espiritual.
Mi foro, mi mitin, es esta columna.
V
Alejandro Armenta, Gobernador Constitucional del Estado de Puebla, el redactor de esta columna tiene un sueño:
Quiero la oportunidad de transformar la vida de las poblanas y poblanos, desde la Cultura.
No me interesa el poder para hacerme rico (tan sólo vivir estable y dignamente); si no para transformar las vidas de los habitantes de Puebla.
El llegar a un puesto alto nunca impedirá que cargue sillas o ayude en un montaje de escenario; al contrario, lo haré con más cariño, porque un líder no es el que sólo da órdenes, sino que el que está allí para apoyar al equipo que le sostiene, pero, sobre todo, el que sabe cómo se hacen las cosas.
Soy un amante de la Cultura y como poblano anhelo que el resto de los habitantes ya no sientan la necesidad de viajar a la CDMX para ver algo de calidad, pues también se verá en Puebla o no tendrán que ir a un Cervantino, Fil-Guadalajara, Fil-Minería, pues verán algo similar o lo mismo en Puebla.
Que algún infante pueda decir: leí este libro, siempre quise conocer a la escritora o escritor, y ahora -después de conversar con su escritora o escritor- estoy seguro de que también quiero dedicarme a la escritura (lo mismo en las demás artes).
Que las personas dedicadas a las artes escénicas, plásticas, fílmicas y literarias ya no tengan que mudarse de Puebla para vivir del arte; porqué aquí tienen los espacios suficientes y las infraestructuras dignas para desempeñar su labor, pero también para seguir preparándose. Y por ende, eso garantizaría que los habitantes de Puebla también podrán acceder a eventos culturales de calidad.
Es cierto, suena a una labor titánica y casi imposible poder igualar la vida cultural de la CDMX, pero, dijera el Chicharito: imaginemos cosas chingonas.
La labor cultural en Puebla no sólo pasa por la formación de públicos y artistas, también por equipar la legislación cultural de la CDMX, por otorgar personalidad jurídica a los recintos y festivales culturales del Estado, por mejorar la calidad de vida de los artistas, pero también de las personas que desde el gobierno trabajan para que la maquinaria cultural funcione.
Usted, pienso y creo, necesita tener en su equipo a personas que realmente amen la Cultura y no conciban su vida sin un libro, una canción, una visita al Museo y que entiendan todo lo que existe detrás de un producto cultural.
La pregunta es: ¿cómo le hacemos para que mi sueño se haga realidad y sus promesas de campaña también?
Al igual que usted, creó en un mundo más humanista y espiritual. La Cultura es una de las herramientas para construir un mundo mejor.
Muchas de mis ideas han sido vertidas en anteriores columnas: ¿cuándo y dónde se las entrego en sus manos?
En sus manos, Gobernador Alejandro Armenta, están mis ganas de seguir creyendo en que aún existen políticos con intenciones sinceras, bondadosas y amorosas. Y sepa, que lo único que me mueve es: “la Fe en mis ideales, mi Esperanza por realizarlos por y en Amor por la Humanidad”.
