I
Tuvieron que pasar 203 años para que México tuviera, por fin, a una mujer como Presidenta.
Nadie se levantó en armas ni desterró a ningún contrario ni nada por el estilo, todo se dio por medio del voto democrático.
A partir del 1 de octubre del 2024, el país, espero y deseo, comenzará a reconfigurarse de una mejor forma.
Y sí, por extraño y loco que parezca, México le ganó a los Estados Unidos en tener a una Presidenta.
¡Bienvenida, sea, pues, Presidenta Claudia Sheinbaum!
II
En su primer día de gobierno, usted presentó sus 100 pasos para Gobernar México[1].
Algunos serán bajo la tónica que implantó AMLO, pero agregó otros que me llamaron la atención, los señalaré y, en algunos, agregaré algunos comentarios:
19 – También vamos a apoyar la iniciativa para prohibir constitucionalmente el maltrato
a los animales.
26 – El horario de las escuelas primarias se irá extendiendo gradualmente para enseñar
educación física y artística (ojalá en la parte artística imponga que sean las personas dedicadas al arte quienes impartan las clases).
27 – Haremos de las escuelas primarias
públicas, aquí hay muchos maestros, éste es
nuevo también, espacios de prevención de la
salud. Se atenderá salud mental, prevención
de las adicciones, la salud bucal, y exámenes
de la vista con lentes gratuitos a todos aquellos
que lo necesiten.
31 – Haremos de México una potencia científica y de la innovación. Para ello, apoyaremos a las ciencias básicas, naturales, sociales y a las
humanidades, y los vincularemos con áreas y
sectores prioritarios del país.
33 – Ampliaremos los semilleros creativos
para la construcción de la paz, algunas de las
universidades que haremos estarán dedicadas
a las artes (esto será bueno, siempre y cuando
venga acompañado de más oportunidades laborales tanto en lo público como en privado y con sueldos adecuados tanto a la realidad económica del país como a los gastos que pueda tener una persona dedicada al arte).
34 – Generaremos las condiciones para que los artistas de México puedan desarrollar su actividad y reciban una remuneración justa por su trabajo con seguridad social (Que así sea).
35 – Promoveremos el acceso a la cultura en todos los ámbitos, la cultura también es un derecho.
36 – Seguiremos impulsando el reconocimiento de la grandeza cultural de México, la
recuperación de la memoria histórica, apoyando el rescate y el cuidado del patrimonio
nacional.
37 – Haremos una república de lectores,
promoviendo círculos de lectura en todos los
ámbitos. En el ámbito educativo, en el laboral,
redes de librerías, bibliotecas populares, ferias
del libro, así como la producción de libros a
bajo costo y bibliotecas digitales de libre acceso (pero Ferias del Libro dignas, donde todos puedan tener acceso a escritores de talla nacional e internacional; libros de buena calidad y buenas traducciones).
44 – Implementaremos también, un Programa Nacional de Salud Mental para el bienestar, dirigido a jóvenes, a personas de la tercera edad y a personas víctimas de violencia (también debe considerarse a los adultos que van de los 30 a 50 años y en los espacios gubernamentales debe velarse por la Salud Mental de los trabajadores, sufrir episodios depresivos de ansiedad u otros tendrían que ser un factor para justificar la ausencia laboral).
54 – Seguiremos aumentando el salario mínimo, en acuerdo con el sector empresarial. Los vamos a convencer de que el salario mínimo deba llegar a 2.5 canastas básicas diarias.
Eso significa un aumento nominal los siguientes años de cerca del 11 por ciento anual (también debería reflejarse en los trabajos pertenecientes a las instituciones federales, estatales y/o municipales; hay sueldos que están por debajo de los aumentos que se han realizado).
Hay muchos más, pero estos son de los que puedo tener una opinión más clara.
III
Presidenta Claudia Sheinbaum le pediría lo siguiente: se supone que a las empresas se les prohibió subcontratar, es momento de que las tres esferas de Gobierno: Federal, Estatal y Municipal dejen de subcontratar a trabajadores y los anexen a sus plazas de confianza o de base.
Y aquellos que se pongan en nómina bajo las figuras de honorarios asimilados o lista de raya, deberán tener sueldos justos y contar con las prestaciones laborales que tiene un trabajador de confianza.
De igual forma, le solicitaría una política para ir renovando las plazas de base y que éstas se vayan otorgando como premio a los trabajadores de confianza, honorarios asimilados o lista de raya que lo merezcan por tener cierto tiempo en el trabajo. Dicho movimiento debería de darse conforme al historial laboral y no por opinión de un superior.
IV
Otra cosa que le demandaría a la Presidenta Claudia Sheinbaum es aplicar y velar por el cumplimiento del Servicio Profesional de Carrera[2]:
busca garantizar que el ingreso, desarrollo y permanencia de los servidores públicos de confianza en la Administración Pública, sea a través de principios como:
· El mérito
· Igualdad de Oportunidad
· Legalidad
· Imparcialidad
· Vocación de Servicio
· Objetividad
· Eficiencia
· Lealtad Institucional
Pues es una Ley que “fue publicada en el Diario
Oficial de la Federación (DOF) el 10 de abril de
2003; entrando en vigor el 7 de octubre del mismo
año. Su implantación gradual inició el 5 de abril de
2004, fecha en la que entró en vigor el Reglamento”, pero cada administración muchos trabajadores viven con la angustia de saber si van a continuar o no en un puesto.
Junto con la aplicación de esa Ley, tendrían que
generarse nuevas formas para evaluar el desempeño de un funcionario público. Podría ser por medio de la conformación de un expediente que sirva para
evaluar la permanencia o no de un trabajador. Pues,
casi siempre, los despidos suelen ser a caprichos de
los jefes en turno y sin base alguna.
V
Otra cosa que le imploraría, con el corazón en la mano, es que acabe con el discurso que sólo busca dividir y confrontar.
Apueste por un gobierno incluyente, no sólo en políticas sociales, sino también en ideologías políticas.
Ya basta de estar atacando al contrario político como si fuera un enemigo que vencer.
Promueva un gobierno que construya a través
del debate respetuoso, de la conciliación y de la
inclusión de todas las visiones.
VI
Presidenta Claudia Sheinbaum ya nos ha demostrado que sí se puede llegar.
Ahora ejecute desde la reconciliación, la empatía y la inclusión ideológica.
Se lo pide alguien que ya está perdiendo la
fe, la esperanza, la ilusión y muchas cosas más;
pues en mis años de experiencia en el ámbito cultural, me he topado con gente con vicios y mañas deplorables que siguen cobrando un
sueldo gubernamental, mientras que personas
éticas, justas y con amor al trabajo cultural se
la pasan brincando de puesto en puesto o en el
desempleo absoluto.
Y eso, Presidenta, le mata hasta las ganas de vivir a cualquiera.
