Prefacio
El pasado miércoles 6 de noviembre de 2024, en la Librería BUAP del Complejo Cultural Universitario, en compañía de Edurne Ochoa presentamos la novela Nebbiolo. Magia y persecución de la escritora Alma Karla Sandoval. Comparto el texto que leí en dicho evento.
I
De niños nos enseñaron a tener fe en las ilusiones: seres divinos o fantásticos que nos traían regalos.
La edad adulta simboliza la perdida de esas ilusiones.
¿Por qué tenía que dejar de creer en esos personajes, pero no en un Dios masculino que todo lo ve, lo escucha y lo sabe?
II
Los Magos, casi siempre, son representados: muy
canosos y de barbas largas, arquetipo de la sabiduría:
“más sabe el Diablo por Viejo que por Diablo”; ergo,
la edad otorga sapiencia mágica, la niñez es inocente
como sinónimo de ingenuidad e ignorancia.
Por otro lado, Las Brujas son representadas en dos formas: canosas, verrugosas, chaparras y feas o como jóvenes sensuales y semidesnudas. Las primeras consiguen las cosas por medio de pociones y las segundas por medio del sexo; arquetipo de Eva seduciendo Adán. La mujer como sinónimo de la rebeldía. La seducción como sinónimo de pecado.
III
Si el hombre seduce es un Don Juan, un galán, un
adonis, un ser deseable. Mauricio Garcés y su:
“arrozzzz”, al ver a una mujer pasar.
Si la mujer seduce es de “cascos ligeros, indigna, mujer de la calle y sin principios. Todo el cine de cabaret. Bailar, enseñar o tener relaciones para conseguir algo: “ese puesto lo habrá conseguido por acostarse con alguien o es la nalguita de algún personaje influyente”.
IV
Juan Eduardo Cirlot, poeta y simbolista español,
me acercó al mundo simbólico y reafirmó que la
mujer es inalcanzable y el hombre es indigno de
ella. Arquetipo del amor platónico.
Y la poesía es la magia que nos hace un poquito
dignos de su amor.
También me enseñó que estamos construidos con base en estructuras simbólicas que erigen monumentos discursivos difíciles de tumbar.
V
Después la pandemia y la orfandad religiosa —pero la idea de que existe otro mundo, complejo de describir— me llevó a encontrarme con el Tarot y a profundizar más con el mundo simbólico y su siguiente escala: el esoterismo y el ocultismo.
Atravesar ese sendero iniciático me ayudó a entender a escritores como Yeats, Lovercraft, Panero y otro tipo de literatura espiritual.
Entonces, comprendí de mejor forma algunos discursos bíblicos y la potencia del discurso.
Las palabras son como las espadas: pueden levantar imperios o destruirlos.
VI
Con símbolos y palabras la humanidad ha construido mucho de lo que nos ata y separa.
Ha sentenciado a muerte y generado guerras.
VII
Estamos viviendo tiempos difíciles, donde los discursos totalitarios, absolutistas y separatistas están cobrando fuerza.
Se violenta física, mental y emocionalmente.
Las heridas causadas por las palabras afectan de
manera profundo y cuestan olvidarse.
Si el hijo o la hija creció escuchando que es un inútil y sus padres se han equivocado con su educación; difícil será que la persona en cuestión crea en sus capacidades.
Y, cuando las palabras ya no llenan el placer de lastimar por lastimar o mostrar poder por mostrarlo, se procede a eliminar a la persona.
Transitamos épocas donde las personas, y más las mujeres, parecen ser tratadas como objetos desechables.
VIII
¿Cómo revertir estos episodios negros, esta inquisición constante?
De la misma forma en que se ha generado: por
medio del discurso simbólico.
Por ello, hay que agradecer novelas como las de
Alma Karla Sandoval.
Nebbiolo. Magia y persecución es una especie de
cuento contemporáneo que, en vez de construir
idearios, deconstruye lo que está instaurado en el
inconsciente colectivo.
Esta novela corta recurre a datos históricos y
verídicos para entregarle al lector una ficción que
retrata la persecución que las mujeres vivieron a
finales de la Edad Media u Oscura y principios del
Renacimiento. Años donde la irracionalidad era la constante y se buscaba imponer una verdad absoluta (la visión de un solo Dios masculino) por medio de las armas y el sacrificio.
Si tenías otra creencia o tenías actividades poco aceptadas: curar con hierbas (herbolaria), sanar con la palabra (psicología, motivación personal, coaching, programación neurolingüística), hacer bebidas espirituosas por manos femeninas (vino, cerveza), no te casabas antes de cierta edad, estudiabas, opinabas de temas prohibidos y un largo etcétera, siendo mujer: eras bruja y merecías morir quemada.
Si hacías todo eso siendo hombre, eras un personaje sabio con acceso a conocimiento prohibido, pero podías ser salvado al aceptar a Dios como parte de tu vida; pero si no. también morías quemado o torturado como Galileo Galilei o Giordano Bruno.
Esos actos y esos discursos simbólicos donde el
paraíso fue negado a Adán por culpa de Eva, han
generado una persecución eterna a lo largo de la
Historia de la Humanidad.
El Hombre trabaja de Sol a Sol porqué se dejó seducir por una mujer. Ergo, la mujer tiene que pagar de alguna manera la deuda ancestral con el Hombre.
Y allí seguimos atorados en pleno siglo XXI.
IX
Alguna vez, en alguna conversación con algunas
amistades, preguntaban: ¿qué significado oculto/
simbólico podría estar detrás de toda esta oleada
internacional, pero sobre todo nacional, de matar a
las mujeres por el hecho de ser mujeres?
En alguno de los diálogos que tienen las brujas —en la novela— se dice: “Nosotras, querida, somos las únicas dueñas de los hombres, de su instinto, de su voluntad, pero por siglos se han dedicado a despojarnos de esa verdad. Como nos deben la vida y el placer, deben odiarnos. No pueden, más que con crueldad, dolor, esclavitud y muerte evadir esa deuda”.
Y en algún documental o libro leí, palabras
más, menos, que: “detrás del asesinato a mujeres
existía una especie de odio por la vida de parte de
los hombres”.
¿Algún día nos reconciliaremos con eso?
X
“La Magia tiene un por qué, un para qué, el fenómeno es sólo el síntoma o el aviso de algo más profundo”, dice Alma Karla Sandoval en la novela.
Y sí, La Magia es eso que llega a nuestra vida para sacarnos de la noche más oscura del alma.
Llegar al mundo mágico/espiritual conlleva sacrificio y pérdida. Hace no mucho, trascendió la maga que me ayudó a librar parte de ese camino: Nala, una canina tan mágica que sigue siendo indescriptible.
Hoy sigo librando batallas que son aprendizajes.
Las palabras bien enlazadas son conjuros que crean Magia pura y real.
La Magia es la solución a ese síntoma y el preludio
de que algo más grande y fuerte viene en camino.
El bosquejo de un Conjuro
Que las palabras construyan un mundo donde podamos ser felices sin necesidad de querer tener tanto ni ambicionar demasiado.
Que las palabras den a luz un mundo donde el amor puro y natural sean el motor que nos mueva.
Que las palabras creen un mundo donde mujeres y hombres puedan convivir sin necesidad de competir ni demostrar quién es más importante o mejor.
Que las palabras generen un mundo donde podamos mostrar y vivir el amor pasional en libertad y absoluto placer.
Que las palabras engendren nuevas generaciones
donde se cuenten otras realidades, donde los malos
pagan su precio y lo bueno, aunque cueste mucho,
llega en las cantidades necesarias.
Que las palabras y los símbolos dancen para enarbolar historias donde los buenos y el amor sí triunfan, donde la libertad y el ser auténtico son el tesoro deseado que se encuentra al final del mapa.
Que las palabras nos recuerden que si la unión de la mujer con el hombre es capaz de dar vida, entonces, no hay necesidad de buscar a Dios en una imagen sino dentro de cada ser humano: “[el ser humano] fue hecho a imagen y semejanza de Dios”.