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jueves, agosto 21, 2025

Antonio Calera-Grobet: un breve homenaje

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Las pisadas no son el ritmo. El ritmo se lleva por dentro y contempla, como ritual fundamental, a su propia contemplación. La única forma de encontrarlo, componer ese ritmo no con los pies, con poesía, el canto del ser, es jugando no sólo con tus propias pisadas: hay que ver y volver a ver, atender eso que nos parece bello por verdadero. No cuentes tus pasos porque pierdes el ritmo, llévate por el compás que llevas dentro, y que resopla y resuena, una y otra vez, en tu aliento íntimo. Viaja en paz, en canto o en silencio, eso no es cosa importante, siempre y cuando lo hagas a tope de contentos. ¡Llévate a ti, pues andante!

El paseante inventa lineamientos para paseantes de Antonio Calera-Grobet.

I

Esta semana la poesía, el mundo editorial y la contracultura recibieron una terrible noticia: su apóstol más importante había perdido la vida: Antonio Calera-Grobet.

Las esquelas inundaron las redes sociales, pero lo más bonito: leer las anécdotas, los recuerdos de las personas agradecidas por el apoyo que les dio como escritores, y de los comensales que allí encontraron refugio.

La Bota fue casa para artistas y comensales.

II

En octubre de 2005, hace 20 años, se fundó La Bota.

Primero se ubicaron en la calle Regina y posteriormente se mudaron al Peatonal de San Jerónimo #40.

El lugar lo echó a andar junto con su hermano Adrián Calera-Grobet quien -según una nota de Sin embargo[1]– “es el encargado de los temas gastronómicos de La Bota.”

Mientras que Antonio, estoy seguro, fue quien convirtió al espacio en uno de los epicentros culturales independientes más importantes de la Ciudad de México.

Aunque siempre suele realizar presentaciones de libros y hasta presentaciones musicales, probablemente, su evento más emblemático es: Festival de Poesía por Primavera: se realiza de manera anual y convoca a poetas y editoriales independientes de todo el país.

Como una extensión tanto en la Feria Internacional del Libro del Zócalo de la CDMX, como en las diversas Alcaldías -antes Delegaciones- La Chula: foro-librería móvil ha servido no sólo para impulsar poética y literaria de diversos escritores, si no que ha llevado los libros a lugares donde las Instituciones Gubernamentales no suelen o solían llegar.

La Editorial Mantarraya fue y es otro de los proyectos culturales que creó Antonio Calera-Grobet para impulsar a nuevas voces poéticas.

La Bota es más que un bar o un restaurante, es un cultubar; donde las personas que te atienden además de ofrecerte la carta de alimentos, también te ofrecen los diversos títulos que se encuentran allí a la venta.

III

Cuando viví en la Ciudad de México, recuerdo que -tenía medio año de vivir allí- alguien me preguntó si ya había ido. Conteste que no y me dijo: Cómo puedes decirte lector, poeta, amante de la Ciudad de México y no has ido a La Bota.

Al poco tiempo, los primeros en llevarme fueron mis amistades del extinto Fonca (hoy Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales). Después fui a una lectura que formaba parte del Festival de Poesía por Primavera ya que iba a participar la querida Andrea Muriel y allí descubrí la poesía de Julia Santibáñez y de Martha Mega. Ese mismo día conocí a Antonio Calera-Grobet me firmó dos de sus libros: El Paseante y Rambler.

Luego volví a visitarla algunas veces para tomarme una cerveza mientras leía o simplemente para pasar el rato o tener alguna cita con alguna amistad. Mucho tiempo después mi papás y hermana fueron a visitarme y los llevé a conocer La Bota; porqué ya lo había integrado como un lugar en el que me sentía a gusto y feliz.

IV

Hace rato que no he vuelto a visitar la CDMX, sin duda, la próxima vez que vaya tendré que visitar La Bota y echarme algún mezcal en memoria del Antonio Calera-Grobet.

V

La Bota tendría que ser declarada como patrimonio cultural de la CDMX y Ana Francis Mor -en su calidad de titular de la Secretaría de Cultura de la CDMX– tendría que abrazar sus proyectos: Festival de Poesía por Primavera, La Chula: foro-librería móvil y Editorial Mantarraya para que no se pierdan y sigan cumpliendo con los objetivos y sueños que tuvo, en vida, Antonio Calera-Grobet.

 

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