“No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso”. Albert Einstein
La curiosidad de un Cronista debe ser similar a la de un niño, donde todo lo que vemos, escuchamos o leemos debe llamar nuestra atención y despues surgir una cascada de preguntas que habrá que resolver.
Hace años cuando escuché el nombre de Necaxa y leí su posible significado, lo acepte, pero en el fondo sabia que debía haber más, que no era lo que me decían, asi que inicie mi propia investigación con resultados más que satisfactorios, y hoy se las comparto, dada la importancia que tiene para nuestro Pueblo de Luz: Necaxa.
Por décadas se manejaron varias acepciones y que como siempre aparte de generar controversia, terminan por imponerse las costumbres de los pobladores.
En 1865 el Ingeniero Ramón Almaraz, jefe de una expedición científica realizada bajo el auspicio del Emperador Maximiliano, refiere así: Necaxa quiere decir ruido en el agua, sin dar mayor explicación del término, solo concediendo que a su paso por Necaxa eso le fue referido por los pobladores del sitio.
Don Sandalio Mejía Castelán refiere en su libro Huauchinango Histórico lo siguiente: “El Sr. Hugo R. Conway, presidente de las Compañías de Luz y Tranvías lo define así en la Revista “Electra”: Necaxa o Nicatla, que quiere decir Tierras Hundidas. Para mí es impropio, pues remitiéndonos a la etimología gramatical y fonética a la vez, Necaxa procede de Nicasic, palabra compuesta de Nica-aquí y Asic-se llena o se cubre corrompida fácilmente por el transcurso del tiempo, pues lo comprueba la situación del antiguo pueblo dentro de la cuenca del río que por conducir arena, piedras, leños, etc. En épocas de creciente que ocurre en el mes de Septiembre de cada año (un ejemplo la del 8 de septiembre de 1888) desde luego que los bordes del lecho se inundaban con frecuencia rebasando las empalizadas y diques rústicamente improvisados por los indígenas del lugar. Tuve ocasión de conocer el viejo Necaxa y de las circunstancias anotadas pude darme cuenta”. Hasta aquí la cita del Cronista de Huauchinango por excelencia, era obvio que el también intentara dar significado a dicha palabra.
A su vez Enrique Juan Palacios en su texto del año de 1916 “Puebla, su Territorio y sus Habitantes” lo confirma al afirmar: “Nada puede compararse a la majestad indescriptible de este salto formado por un río cuyo nombre indígena significa ruido en el agua. Claro es que, entubada porción considerable de su volumen, las cataratas han perdido mucho de su esplendor, pues antes se arrojaban en triple chorro confundido a cierta distancia en una sola cortina ondulante, vaporizada en el espacio antes de tocar la tierra. Todavía, en tiempo de los gruesos torrentes, puede contemplarse un espectáculo sublime, cuya hermosura llena el alma de hondo e inefable sentimiento”.
Desde hace muchos años ha existido el error en el concepto de que Necaxa significa: “Habitantes del Cajete del Agua” o “Moradores de la Concavidad del Río”, conceptos basados en su interpretación a la luz de la lengua náhuatl, y justificado por la condición de ser una población asentada al margen del Río Necaxa y que, en tiempos de lluvias, este aumentaba su caudal conformando una represa natural que se llegó a considerar como cajete de agua.
Esta definición fue a la que dió equivocadamente el Prof. Felipe Franco en su trabajo Indonimia Geográfica del Estado de Puebla, del año de 1946, en el que intenta explicar lo siguiente:
“… la palabra NECAXA tiene su origen en las dicciones aztecas NEMI, verbo que quiere decir vivir, CAXITL, escudilla, vasija honda que los indígenas llaman cajete, y ATL, agua, la unión de estos radicales forma el vocablo NE-CAX-ATL, pronunciado por apocope de las dos últimas letras NECAXA, cuyo significado es “habitantes del cajete de agua o moradores de la concavidad del rio”. (Franco Felipe, Indonimia Geográfica del Estado de Puebla, Editorial Mundo Nuevo, 1946, 380 págs.)
Desde entonces, desafortunadamente, este concepto se ha tomado como verdadero y de cierta manera se oficializó al retomarlo el Gobierno del estado de Puebla y empezarlo a utilizar en diversos documentos y fichas de información, como el caso de la enciclopedia de Municipios, por ejemplo.
A nivel local (en Necaxa) los habitantes, en buen número electricistas, adoptaron este concepto por la identificación con la Presa de Necaxa, presa construida artificialmente para almacenar agua y utilizarla para la generación de energía eléctrica a principio del siglo pasado (1903). Los gobiernos municipales y algunas instituciones escolares también retomaron tanto el significado del nombre, como el glifo que se representa en documentos oficiales y hasta en monumentos en el pueblo; y que proviene del trabajo del Prof. Felipe Franco arriba mencionado, solo que específicamente, el glifo fue creación y obra del pintor muralista Desiderio Hernández Xochitiotzin, como igual sucedió con muchos glifos que se “inventaron” artísticamente para ilustrar el libro de Indonimia Geográfica del Estado de Puebla, basados estos, en las ilustraciones previas que había aportado Antonio Peñafiel en su trabajo Nombres Geográficos de México, en 1885, y en su interpretación en náhuatl (algunas veces errónea) de los nombres de diversas poblaciones poblanas.
Sin mencionar más libros o textos que nos hablan de dicho significado, procedo a explicar lo erróneo de este concepto y sobre todo a fundamentar este nuevo significado, a la luz de investigaciones y descubrimientos recientes; las conclusiones resultantes nos permiten justificar los conceptos que voy a mencionar, por lo cual, se vuelve necesario aclarar y resignificar el concepto del nombre y la palabra Necaxa.
Cabe señalar la extendida costumbre de explicar y adjudicar términos y nombres a la luz de la lengua náhuatl, por la razón de que se convirtió en la lengua “oficial” de buena parte de Mesoamérica gracias a las conquistas del imperio Mexica, también llamado Imperio Azteca, desde el siglo XIII hasta su caída en 1521, con la llegada de los conquistadores españoles. Pese a la españolización, se conservaron muchos nombres en náhuatl, y la mayoría de sus significados aluden a plantas y animales autóctonos, y en muchos de los casos son descriptivos del lugar de asentamiento de las poblaciones (Toponimia). Esto ha sucedido en una abrumadora mayoría con los pueblos de México, pero en el caso de Necaxa, el investigador y Etnolinguista Guillermo Garrido siembra la duda razonable al plantear en un estudio lo siguiente con respecto al nombre Necaxa:
Cito: “…se ha propuesto que proviene de nemi-caxitl-atl; “vivir-cajete-agua”, algo así como “Los que viven en el cajete de agua”, “Moradores de la concavidad del río”. Sin duda alguna un error. Para quienes conocen la gramática del idioma sabrán que los verbos nahuas no tienen forma corta o lo que se conoce como “radical”, es decir, son diferentes a los sustantivos que en nombres compuestos si aparecen en su forma radical y sin el “absolutivo”. Por otra parte, los nombres compuestos o toponímicos nahuas nunca llevan tres raíces o radicales.
Más adelante afirma: “…En 1865, El Salto Grande o Cascada de Necaxa fue visitada por el ingeniero Antonio García Cubas y por el pintor José María Velasco quien dejó plasmado un bello dibujo de “El Salto”, también dejaron descripciones de esta cascada que fue conocida durante mucho tiempo como Cascada de Necaxa, famosa por su altura, el agua abundante y el ruido que producía al caer. Precisamente de allí puede derivar el significado del nombre. Los totonacos de Zihuateutla nombran al pueblo de Necaxa con la palabra Ka’ksan, ka’ “lugar de”; ksan “ruido”; o sea “Lugar de ruido”.
En otras palabras, el topónimo de Necaxa es descriptivo de la cascada que se encuentra cerca de La Mesa, y que hoy es conocida como Salto Grande, fue aprovechado para la explotación del agua y la generación de electricidad.
“Ruido en el agua”, “Rugido en la profundidad” y “Lugar de ruido” son más explicables para el nombre y significado ya que por lo regular los topónimos en lenguas indígenas (náhuatl, totonaco y otomí) son descriptivos de la geografía y la naturaleza”. (Garrido Guillermo, Radio expresión Periódico Digital Online: http://www.radioexpresion.com.mx/principal.php?pag=noticias&id_noticia=3196&nombre_seccion=Noticias&categoria=7)
A esta afirmación del Dr. Garrido, habría que complementar la información mencionando que la región de Huauchinango fue enteramente territorio Totonaco durante la época tolteca, entre el siglo IX y el XII.
Por lo cual se deduce que la etnia totonaca fue la encargada de asignarle el nombre de Necaxa al río y sus caídas de agua, y posteriormente al ser desplazados por los hablantes nahuas, estos no sustituyen dicho nombre por ningún otro en su propia lengua, sino que lo mantienen, tal cual lo conocieron, solo que se fue corrompiendo y modificando con el paso de los años y la castellanización.
Y considerando por dicha lógica elemental que el nombre de Necaxa se refiere al Rio Necaxa, mismo que “hacia ruido” al convertirse en cascada, y que este rio y sus caídas de agua son, en estricto orden temporal, anteriores a la conformación del pueblo de Necaxa, y por lo cual es que al establecerse el pueblo y por su cercanía, es que adopta el nombre proveniente del rio convertido en caída de agua, reafirmo, nombre antiguamente definido en lengua totonaca por su ocupación anterior a la etnia nahua, y que para mayor fundamento histórico, aparece enlistado en el registro de diezmos para el Arzobispado de la Ciudad de México elaborado por Francisco del Paso y Troncoso en 1571, siendo este el primer documento donde se da referencia de la existencia del pueblo de Necaxa, y que muestra lo siguiente:
Nac cac çan…………… esta de la cabecera… 1 (legua) tiene tributantes………… 19
Por la distancia (1 legua de camino) de la cabecera Huauchinango a la que se encontraba y la poca población, (por tributante se entendía un habitante y su familia); se asegura que se refiere a el pueblo de Necaxa, en cuanto a la forma de pronunciación, sería Nacatsan o Nacaxan, confirmando la teoría que Guillermo Garrido nos da explicando su significado en lengua totonaca: Nakaksan. Es así que estaba registrándose como se escuchaba en totonaco. Nac cac çan=Nakaksan.
Por último, más documentos de investigadores refieren ese concepto, aunque sin explicarlo, solo mencionando que al llegar al lugar los antiguos pobladores les hacían la referencia de que ese es el significado del nombre, como en 1865 en una expedición encabezada por el Ing. Ramón Almaraz afirma “Necaxa quiere decir ruido en el agua”, y lo publica en la Memoria acerca de los terrenos de Metlaltoyuca.
Concluyendo, el termino Necaxa es descriptivo del Rio y su caída de agua; el pequeño pueblo que posteriormente se establece al margen del rio, adopta para sí el nombre, pero es claro que el topónimo Necaxa es correspondiente a la descripción del Ruido que hace el agua del Rio Necaxa al caer convertida en Cascada.
Por lo cual Necaxa significa “Ruido en el agua” o “Lugar de Ruido en el agua” y es etimológicamente adjudicable a la lengua totonaca.
En la actualidad de manera muy romántica y conveniente, los pobladores han adoptado la idea de ser los “habitantes del cajete del agua” por lo que representa y simboliza la Presa de Necaxa, pero se nos hace adecuado el empezar a utilizar el concepto correcto, sobre todo después del completo análisis y los fundamentados resultados obtenidos en esta investigación histórica, por lo cual agradeceríamos el apoyo a la difusión de esta información, para que ilustre a nuestra gente en el conocimiento acerca de partes de nuestra Historia que tenemos la obligación de conocer de manera veraz, para poder transmitirla a las futuras generaciones y a los interesados en el tema.