La zona sur de Puebla, desde la Mixteca Alta a la Baja, que se entrelaza con los estados de Oaxaca, Guerrero y Morelos, ha estado históricamente abandonada. El atractivo de esa región de agreste geografía había sido, para partidos y gobiernos, esencialmente electoral.
El distrito federal más extenso territorialmente del país comprende la mayoría de los municipios mixtecos poblanos.
La simulación y los discursos perfumados de los bocazas que prometieron desarrollo a la Mixteca quedaron en palabras huecas, a pesar del potencial agrícola y la disposición de la gente para trabajar la tierra, al menos de los que eludieron la tentación del sueño americano que, seamos francos, la mayoría de las ocasiones ha terminado en pesadilla.
De ahí, en una perspectiva histórica, la importancia del Proyecto Estratégico para el Impulso del Agave Mezcalero que el gobierno de Sergio Salomón puso en marcha este miércoles.
Se trata de una política pública de corto y largo aliento hacia resultados palpables, que siente una ruta, para la región y sus hijos, hacia un efectivo dinamismo productivo y económico, que se refleje en mejores condiciones de vida.
El proyecto fue diseñado por la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), que encabeza la agrónoma chapinguera poblana Ana Laura Altamirano Pérez.
La estrategia que encabeza la oriunda de Atzitzihuacán, contempla un ambicioso plan de atención a todos los eslabones de la cadena productiva del agave mezcalero, desde la siembra de la planta, hasta el acompañamiento para la generación de marcas poblanas y comercialización.
Contempla además un impacto directo tetraestatal. No sólo se beneficiará Puebla, sino que el efecto positivo en desarrollo llegará a las otras tres mixtecas, la oaxaqueña, la guerrerense y la morelense, también.
Con el plan que puso en marcha Sergio Salomón, se estima que se logrará incrementar la superficie nacional de agave mezcalero en 50 por cierto.
El proyecto estratégico se diseñó, además, tomando en cuenta que, en la Mixteca Poblana viven 2 millones 370 mil poblanos y se sufre continua escasez de agua, por el cambio climático.
El proyecto deberá también rendir frutos en el mediano plazo, en la disminución de aquellos jóvenes migrantes que en realidad no quieren dejar su tierra y su país. Por supuesto, hay una migración por elección, que no depende de las oportunidades que haya en casa.
Se calcula que en Estados Unidos hay viviendo al menos 2.5 millones de poblanos. La mayoría, alrededor de 960 mil, en la zona triestatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut.
Aunque quisiéramos que los datos fueran otros, hay que reconocer que muy pocas son historias de éxito y en cambio la mayoría son historias de esfuerzo y sufrimiento.
En muchos, muchísimos casos, se trata de paisanos que viven hacinados, que tienen hasta tres trabajos de bajo ingreso y alto desgaste físico y que sufren privaciones alimenticias y de comodidades, para cuidar el ahorro personal que habrá de convertirse en las remesas para el sustento familiar aquí.
Desde esta visión social y demográfica es que también debe ponderarse este Proyecto Estratégico para el Impulso del Agave Mezcalero.
Tiene protección con base en análisis técnicos, entre cuyos datos de consideró que, en promedio, se requieren entre 14 y kilogramos de agave para producir un litro de mezcal.
Que la producción del agave mezcalero lleva un promedio de cinco años, desde su plantación hasta obtener la bebida.
De ahí que se aborda el plan con seriedad.
A diferencia de otros tiempos, no es un espejismo que se ofrece con fines electoreros.
Se trata también de seguir con la dinámica de mantener a Puebla como la potencia productora de agave en que se convirtió en este tiempo.
En el arranque del programa, el gobernador reconoció y refrendó que Ana Laura Altamirano es pieza fundamental de la administración.
La ruta del desarrollo, a través de la producción mezcalera, se exploró antes, pero terminó ahogada en impulsos cortos o en ambiciosas manos que lo quisieron convertir en un negocio particular.
Hoy va en serio.