Es falso el clasismo que vemos en redes cuando un evento como el de Grupo Firme acapara la agenda nacional y se vuelve debate público.
Más bien, los esputos que avientan aquellos a los que supuestamente les genera urticaria este tipo de música, caen directamente en sus cabezas engominadas cuando de pronto das una vuelta por sus muros de Facebook y te percatas que, esas mismas personas, tienen videos en donde salen ahogados de alcohol en algún palenque entonando en su mejor Ma Mayor alguna rola de la Banda MS o de Espinosa Paz.
¿Qué sucede entonces en las mentes de estos interfectos a la hora que deciden lanzar un tuit pestilente a odio? Al decir que el centro apestaba a meados o que lo que se veía ahí era una muestra gráfica de que en el país sólo se llega a educación básica.
Con base en mi experiencia de observadora curiosa de la vida ajena, puedo dar fe de que muchos de esos personajes, que más bien están en contra de sí mismos, en privado sacan los pasos más arrabaleros mientras se empinan shots de Smirnoff de tamarindo, es decir, una de las bebidas más baratija y dañina que hay en el mercado de bebidas.
Así que su postura puritana, elitista y/o clasista queda inmediatamente anulada ante las evidencias que ellos mismos nos regalan en sus muros.
En lo personal, jamás había escuchado una canción del Grupo Firme ni creo que me interese mucho hacerlo, no por otra cosa, sino porque prefiero utilizar ese tiempo en otras actividades. No porque me parezca naco o de mal gusto… yo tengo una regla especial a la hora de seleccionar mi música, y esa es que, hay perlas en todos lados.
Tengo incluso una gran colección de música popular, solamente que debo darle una actualizada, ya que me he clavado en épocas distintas a la actual, cosa que en lugar de enorgullecerme me avergüenza.
Quisiera tener más tiempo y más órganos auditivos para llegar a conocer todo de todo, sin embargo, Jeff Bezos aún no vende orejas inteligentes en Amazon. Chin. Lo que en este momento me genera ruido es la impostura de los que se creen refinados o exquisitos melómanos, generalmente un corro de sordos fresones que se pierden de mucha diversión por encorsetarse dentro de su blanda arrogancia. Si no mal recuerdo, el salto cuántico de la música popular se dio cuando Alfonso Cuarón tuvo a bien incluir Si no te hubieras ido, de El Buki mayor, en la banda sonora de Y tu mamá también.
Fu ahí cuando la palomilla de inmamables hizo suyo un éxito que en otro momento hubiera sido catalogado por ellos mismos como música para sus nanas o pal chofer.
La escena de los charolastras (Gael y Diego Luna) besándose entre sí sonsacados por su compañera española, abrió el espectro y convirtió en cool lo chale, cumpliendo el viejo vaticinio de los Botellita de Jerez cuando afirmaban desde las mazmorras del rock que Naco es Chido.
