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jueves, noviembre 21, 2024

La representación internacional ante la cumbre de las Américas

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Con la colaboración de Ania Morales 

 

Pronto se realizará nuevamente una reunión como cada tres años, de lo que se identifica como la cumbre de las Américas. En esta ocasión se celebra en el país de los propios impulsores de este encuentro internacional, en los Estados Unidos de Norteamérica. Recordemos que fue Bill Clinton quien inició con este tipo de reuniones en donde asisten los líderes de los países de América del Norte, América del Sur, América Central y el Caribe. Además de jefes de Estado, participan otros invitados por lo que tiene características muy especiales.   

Haciendo lecturas sobre la naturaleza de este tipo de encuentro estamos en presencia de una reunión sui generis, pues no se trata de un órgano permanente por lo que la figura de un organismo internacional de carácter regional se desvanece. Este encuentro de más alto nivel político en el Hemisferio Occidental involucra la participación de los Jefes de Estado y de gobierno de los Estados miembros, ONG, organismos multilaterales de financiación, organismos del Sistema Interamericano y diversos actores de la sociedad civil y del sector empresarial. Cabe recalcar que la participación de la Organización de Estados Americanos es central en esta reunión pues además de ser impulsora de la misma, a través de varias directrices, ha establecido el desarrollo de la misma, cambiando también la naturaleza a una vinculada con el derecho internacional. 

Si bien este tipo de reuniones son comandadas por el anfitrión y de acuerdo con las reglas de protocolo éste puede indicar quien asiste a su casa y quien no, estamos en presencia de una reunión sustentada en reglas de Derecho Internacional. 

Desde hace días ha surgido una postura al expresar una negativa a la invitación o bien de expresar que serán excluidos a dicha reunión Cuba, Venezuela y Nicaragua, bajo la postura de que ninguno de los tres gobiernos respeta los principios de la Carta Democrática Interamericana.  

Un sinfín de críticas existen para estos gobiernos, sin embargo, aunque en este caso la reunión se trata de jefes de Estado que por su propia naturaleza representan a un Estado soberano en el Derecho Internacional, la negativa de invitación excluye a dicho Estado y su inasistencia implica que se pierda la oportunidad para expresar la postura de los jefes de Estado sobre la importancia del respeto a dicha Carta Democrática, lo que no se logra con una negativa de invitación o una sanción que se pretende establecer sin la participación de esos Estados.  

Lo ideal sería que invitar a todos abiertamente y que por protocolo internacional dentro de los puntos a tratar se hablara sobre la Carta Democrática y de esa manera fijar posturas, hacer señalamientos, discutir y perfeccionar en una cumbre de carácter internacional del hemisferio americano el sentir y el apego al Derecho Internacional que se reclama con motivo de dichas conductas. 

Recordemos que el Derecho Internacional de los derechos humanos ha desarrollado una serie de documentos de carácter internacional y entes permanentes tendientes a proteger los derechos humanos. Contamos con la Declaración Universal de los Derechos Humanos; de igual manera en el ámbito regional americano se contempla el respeto a los derechos humanos, a través de la Comisión interamericana de derechos humanos, siempre considerando los pactos de las Naciones Unidas sobre derechos humanos, es decir existe la universalidad y el regionalismo en el campo de estos derechos. 

La crítica que se hace a esos gobiernos es por considerar que no respetan valores democráticos y vulneran fuertemente los derechos humanos, y que mejor oportunidad de invitarlos y abiertamente hacer estos señalamientos. El problema para esta cumbre se ha centrado en la negativa de invitación a todos, lo que incomoda a ciertos jefes de Estado pues dejaría de ser una cumbre de las Américas si se cierra la puerta a algunos.   

El Estado mexicano a través del presidente la República, a decir verdad, ha fijado una postura sensata, en palabras claras y sencillas dijo que nadie tiene derecho a negar la participación de otro Estado en la cumbre de las Américas.  Esta postura en el Derecho Internacional es legítima y clara, se trata de la representación de México y como tal está fijando una postura equilibrada, todos debemos de asistir, pero se pretende aplicar una sanción con dicha exclusión. 

Es cierto, hay críticas al comportamiento del gobierno del estado de Cuba, del estado de Nicaragua, y del estado de Venezuela; pero, aunque la reunión como tal no es en una organización internacional sí lo es al hacer la invitación a jefes de Estado. Qué mejor escenario para expresar el respeto a una carta democrática y a los derechos humanos que se impulsan, sean gobiernos de izquierda, de centro o de derecha pues estamos en presencia de una reunión de Estados a través de sus jefes de gobierno o de quien goce de la representación internacional. 

El presidente de los Estados Unidos Mexicanos nos representa como población, como territorio, como gobierno, por lo tanto, se considera que su postura es sencilla, clara y legítima si se toma en cuenta que es sano y apegado a Derecho Internacional que participen todos los Estados de la Organización de Estados Americanos en la próxima cumbre de las Américas. 

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