|Con la colaboración de Ania Morales
Ahora que se acerca el mundial de futbol en Qatar y usando términos futboleros, en los Estados Unidos de Norteamérica se celebraron, el martes pasado, elecciones intermedias o de medio tiempo. Estas elecciones se han caracterizado siempre por un comportamiento social de los ciudadanos con facultad de votar en los Estados Unidos de Norteamérica como una especie de castigo para el partido que se encuentra en el poder. Así las cosas, todo apuntaba a que el comportamiento de dicha sociedad americana se perfilaría a castigar a los demócratas de una manera total y que, por tanto, este voto de castigo afectará la Cámara de Representantes, así como también a un tercio del Senado y, por supuesto, a las diversas gubernaturas que se encontraban en juego junto con otras elecciones locales, que también se realizaron ese mismo día.
En esta renovación que se presenta en el Poder Legislativo del vecino país del norte, se puso en juego toda una tarea electoral para definir 35 escaños correspondientes al Senado y la totalidad de los 435 legisladores que componen la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, junto con 36 gubernaturas de las 50 que existen en dicho país.
Además de lo peculiar de ese comportamiento en el voto, que tiende a manifestar una especie de castigo para quien se encuentra en el poder, debe advertirse que estas elecciones afectan de manera directa a las presidenciales que se celebrarán en 2024; sobre todo, por el control que se tiene del Poder Legislativo y la incidencia que esto da en la próxima elección del presidente de una de las naciones más poderosas del mundo, los Estados Unidos de Norteamérica.
Estas elecciones aún no se definen en su totalidad, pues como carrera parejera de caballos, los resultados son bastante reñidos y lo que esperaba la élite del partido republicano, en donde predecían que la marea roja iba ahogar a todos los candidatos del partido demócrata, el recuento sigue en marcha y aún se encuentra sin definir quien tendrá el control en el Senado.
Hay que destacar que dada la madurez de la sociedad norteamericana se puede considerar que la sentencia de Roe vs Wade sobre el aborto, la legislación relativa al consumo de la marihuana y la alta inflación, fueron los grandes temas que dieron lugar al comportamiento de los votantes americanos.
Por un lado, manifestaron su oposición ante el rechazo hacia el aborto por parte de la Corte y a la liberación del consumo de la marihuana y por otro lado existe un enojo por la crisis económica que se da por la inflación, lo que dio lugar a que estos temas fueran los principales motivos de reflexión definiendo así el comportamiento electoral de los americanos.
En esta contienda electoral quien hacía alarde sobre la Marea Roja era ni más ni menos que el ex presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Donald Trump, cuyo comportamiento dentro de su propio partido ha mostrado una lucha interna.
La euforia republicana se convirtió de alguna manera en un silencio, preguntándose, ¿qué pasó? Las reflexiones que se dan es que existía un descontento por decisiones gubernamentales que se dieron por el comportamiento antidemocrático mostrado con la toma del Capitolio, influida o dirigida por Donald Trump. Por supuesto, el resultado de la votación en esta contienda electoral le dio un respiro de oxígeno al actual presidente Joe Biden, quien por supuesto también pagó factura por la crisis inflacionaria por la que atraviesan y que es considerada como la que se vivió después del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Hay que precisar que, si bien el oleaje rojo no arrasó como tsunami a los demócratas, sí va a existir una mayoría legislativa republicana, pero sin que ésta tenga un control absoluto y total en dichas cámaras y por lo tanto la agenda legislativa será muy reñida y las funciones del Poder Ejecutivo que sean sometidas a las cámaras tendrán que sufrir un cabildeo extremadamente fuerte para lograr su fin.
Antes de esta contienda electoral los demócratas por mínima diferencia, tanto en la cámara de representantes como en el Senado, mantenían cierta y determinada ventaja, pero hoy por hoy, con cinco escaños más de los que ya poseen en la primera de las cámaras, los republicanos alcanzarán la mayoría, aunque sea de manera muy ajustada.
Hasta el día de hoy hay formalmente 172 curules de los demócratas contra 199 de los republicanos, pero en realidad se necesitan 218 sillas en la cámara de representantes para que se obtenga de manera plena el control de dicha legislatura en los Estados Unidos de Norteamérica.
En el Senado hasta este momento existen 48 sillas para cada uno de los partidos, de los 100 que existen. El partido que logre 51 sillas en el Senado obtendrá el liderazgo de esta llamada cámara alta.
Aun estando en juego el control del Senado, Joe Biden en conferencia de prensa, expresó en un tono conciliador y reiteró que la marea roja no se acreditó y no se logró, argumentando que el comportamiento antidemocrático hecho por este partido paga facturas.
A pregunta expresa sobre su intención de buscar ser el candidato del partido demócrata para reelegirse al cargo de presidente la República de los Estados Unidos de Norteamérica, reiteró su intención de repetir y ser el inquilino nuevamente de la Casa Blanca a través de dicho partido.
Donald Trump, asumiendo ese comportamiento como gran líder de los republicanos, desde su casa se manifestó para felicitar a aquellos ganadores en esta contienda que bajo el color rojo obtuvieron la victoria en cualquiera de las cámaras y en las gubernaturas correspondientes. Por supuesto, con esas expresiones aseveró que los triunfos se deben gracias a él y que los fracasos de los republicanos son culpa del comportamiento de quienes no le hicieron caso y que asumieron conductas distintas a las por él indicadas, o bien fueron candidatos que de alguna manera no llevaban su beneplácito.
Trump ha manifestado abiertamente su interés por participar nuevamente en las próximas elecciones como candidato a la presidencia y posiblemente Ron de Santis, quien obtuvo su reelección como gobernador de Florida, sea su futuro contrincante en las elecciones internas para decidir quién será el próximo candidato para presidente por el partido republicano en dicho país.
Fue interesante conocer el comportamiento de la sociedad americana, en donde claramente existen divisiones sociales y confrontación de ideas y de pensamientos. Winston Churchill decía que la democracia es el peor sistema que conocía, pero que no conocía otro mejor. Veamos cómo se definen las elecciones en esta última parte y como éstas inciden en nuestro México por muchas conductas y por la relación cercana que se tiene con ellos, ya sean demócratas o republicanos siempre tienen una incidencia para bien o para mal, pero lo ideal es que se siga manteniendo una buena relación con ellos con una sana distancia y que lo que se decida sea en beneficio principalmente de gran conglomerado binacional mexico-norteamericano que es una realidad en nuestros tiempos.