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jueves, noviembre 21, 2024

Desperté convertido en un asqueroso escarabajo

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Tuve una pesadilla. Soñé que, tras un sueño intranquilo, me convertía en Gregorio Samsa. El caparazón me estorbaba un poco y tardé media hora en ponerme de pie. El baño fue muy complicado pues las antenas chocaban con la regadera. Mi metatórax recibió un chisguete de agua hirviendo y traté de hacerme a un lado, pero mis cercis y mi cercus me lo impidieron. Lavarme los tres pares de patas fue un martirio. Y qué decir de las alas: quedaron tan arrugadas que fue difícil secarlas.

Desperté bañado en sudor.

He tenido sueños extraños. Soñé que tres perritos me ladraban hace unos días. Eran ladridos sonoros. Ladridos de perros abandonados. Mezcla, pues, de hambre y abandono. Me hago la promesa de quererlos pese a todo.

La semana pasada soñé con mi tía Virgen: doctora, enfermera y partera. Iba a su casa con mi Mamá Guillitos. A ella le sirvió puchero. A mí me dio un hongo de pollo refrigerado. Cuando me lo sirvió apareció un tufo a zopilote muerto. El primer bocado me dio asco. El segundo también. El tercero me provocó vómito. Me enfermé al otro día. Todo mi cuerpo se despellejó. Ahí perdí los vellos de los brazos y las piernas. Ya he contado esta historia anteriormente.

A mi tía Virgen la recuerdo siempre muy vestidita, muy pintadita. Hasta en mis sueños la veo así. Era delgada como una tabla: una mezcla de Prudencia Grifell y Alfredo Palacios, el Peinador de las Estrellas.

Hace dos días soñé con una mañanera del presidente López Obrador y con la prensa libre. Lord Molécula pidió la palabra y le dijo: “Buenos días, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Padre de los Pueblos, Amado Líder”. Luego exigió que acabara con los conservadores.

Un tipo con un parche en el ojo derecho se sumó al planteamiento y exhortó al presidente a no ceder ante los canallas del neoliberalismo.

Una rubia química, del portal Oro Sólido, propuso que el gobierno de la 4T expropie las empresas Miss Clairol y Koleston, y que reparta sus tintes entre el pueblo bueno.

El presidente ocupó dos horas para responderles y dejarles en claro que vamos bien, que la moneda está fuerte, que el Coronavirus en su etapa final no nos hará nada gracias al pozole estilo Guerrero con el que nos hemos alimentado los mexicanos.

Dijo también que los conservadores están muy enojados por el avance del país, que los del Reforma siguen mintiendo, que el pueblo está con él y que el país va a crecer unos cinco puntos del PIB a finales de 2022.

Terminó diciendo que daría instrucciones al Congreso de la Unión para que hagan un decreto que permita la expropiación de Miss Clairol, Koleston, Heineken y Doritos, así como BBVA, Chiles La Morena y el Estadio Azteca.

Desperté sintiéndome de nuevo Gregorio Samsa.

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