¿Por dónde empezamos?, le pregunté a Astrid Hadad, actriz, cabaretera, compositora, productora discográfica, arreglista, intérprete, activista y cantautora mexicana que nació el 26 de febrero en Chetumal, Quintana Roo.
De herencia maya y libanesa, creció cerca de la frontera con Belice y pudo escuchar estaciones de radio caribeñas provenientes de Cuba, lo que ha sido enormemente influyente por su perspectiva heterogénea sobre la vida nacional, social y cultural.
Estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Ciencias Políticas y luego en el Centro Universitario de Teatro, donde desarrolló habilidades y conocimiento para estar en un escenario.
Una mujer que vive de lo que le gusta; ha viajado por los cinco continentes, donde le da con todo a la clase política, donde hace crítica a través del cabaret, ya que permite despertar las conciencias sobre lo que está pasando en el país, aderezado con música y comedia.
Es creadora del heavy nopal o neo ranchero, un estilo de performance musical de fusión que caracteriza sus presentaciones. Es conocida principalmente por sus irreverentes actuaciones de cabaret político, donde utiliza su propio cuerpo como escenario escénico para todos los símbolos de la mexicanidad y la feminidad excesiva a través de su vestuario.
Junto con eso, lo que alimenta las actuaciones únicas de cabaret político de Hadad es su incesante deseo de criticar a los poderes fácticos, su experiencia como estudiante de ciencias políticas en la universidad y sus exploraciones continuas en formas teatrales no tradicionales.
Yo le pregunté ¿qué es la libertad? —Hacer lo que tú quieras sin afectar la vida y el entorno del otro, sin que nadie te diga qué es lo que tienes que hacer. Yo vengo de una familia conservadora y a mí nunca me dijeron que podía ser una profesionista; a mí me dijeron que tenía que casarme para poder ser feliz y, aunque eso fue en épocas anteriores, hoy en día sigue pasando —me dijo.
Sus espectáculos destacan por la presentación de vestuarios muy llamativos que se inspiran en la iconografía y las artes populares de México, donde todo se encuentra impregnado de una fuerte crítica política y social.
Esto le valió ser vetada por Televisa, la principal televisora mexicana.
Ampliamente reconocida en su país de origen y fuera de él, Hadad es también parte del grupo impulsor del Festival Internacional de Cabaret que se celebra anualmente en la Ciudad de México.
En su discografía iniciada en 1990, se cuentan ¡Ay! (reeditado como El calcetín), de 1990; Corazón sangrante, de 1995; Mexican Divas (participación especial, recopilaciones), de 1998; Heavy Nopal en vivo y Cabaret 2000 (recopilación de canciones), con Eugenia León y Liliana Felipe, del 2000.
También La Cuchilla, del 2003; Soy virgencita y mucho más… (recopilación únicamente en venta fuera de México), del 2004; Pecadora y ¡Oh! Diosas, del 2007; Tierra misteriosa, del 2011; Vivir muriendo, del 2013; Caprichos, del 2017, y La Pluma o La Espada, del 2022.
Participó también en cine, en las películas Solo con tu pareja (1991), de Alfonso Cuarón; y en Amor de mis amores (2014), de Manolo Caro. Y en televisión, en Teresa, en 1989, para Televisa; Yo no creo en los hombres, en 1991, para Televisa; en los programas especiales de HBO Pecadora, Heavy Nopal y documentales para la BBC y HBO, y como invitada en el capítulo 02 de La Más Draga 2.
Este conjunto multifacético de experiencias, junto con el deseo de Hadad de interpretar canciones populares del cancionero latinoamericano-mexicano a su manera particular y su interés de investigación en la historia de los estilos alemán y francés de cabaret y las formas de teatro popular mexicano de principios del siglo XX, como el teatro de carpa y el teatro de revista (Revue Theater), la llevó a explorar el cabaret político, a fines de la década de 1980 y principios de la década de 1990.
Las exploraciones iniciales de Hadad en el cabaret político fueron el resultado de la libertad que encontró dentro de las formas anteriores de cabaret, tanto en la forma (debido a su alegría y mezcla de música, voz/canto y teatro) como en el contenido (permisividad sexual y sátira política).
Pero no se trataba de reproducir modos europeos de cabaret, Hadad también se interesó por el teatro popular mexicano (teatro de carpa y teatro de revista), el humor y el estilo para comenzar a crear su particular modo de cabaret político.
Algunos de sus primeros espectáculos de cabaret político incluyen: Nostalgia Arrabalera y Del Rancho a la Ciudad.
El interés y uso de la música ranchera en estas llevó a Hadad a producir y protagonizar el musical tragicómico La Occisa o Luz, Levántate y Lucha, basado en la vida de la cantante mexicana Lucha Reyes (1904-1944), una cantante ranchera relativamente famosa, pero que había caído en el olvido en la segunda mitad del siglo XX.
Sus espectáculos de cabaret político son una mezcla de música, canto, danza, artes visuales, teatro popular, sátira.
La censura es algo que ha sufrido a lo largo de su carrera, pero que hasta ahora no la ha podido callar, porque como ella dice: “Siempre he hecho lo que me ha dado la gana”.
El próximo viernes 15 de septiembre Astrid Hadad se presentará en el Teatro bar El Vicio (Madrid 13, colonia Del Carmen, Coyoacán), a las 21:30 horas, con su show “Noche Mexicana con Astrid Hadad”, para conmemorar, muy a su manera, las fiestas patrias de nuestro país.
Los boletos ya se pueden encontrar a la venta a través de boletopolis.com.
La columna de esta semana ha terminado pueden ir en paz.
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