Este 23 de enero celebro mi cumpleaños número 39, con 20 años ejerciendo este oficio del periodismo, el cual desde los 17 años de mi vida llamó poderosamente mi atención hasta hoy y espero tener facultades de ejercerlo hasta que el infierno se congele.
Esta semana quiero platicar de una serie que es estreno y lleva por nombre Contra las cuerdas, donde la temática, así como los personajes, huelen a perfume de mujer, dando de qué hablar sobre los prejuicios que rodean a las luchadoras.
Yo nací de una luchadora, solo que ella no usaba máscara, por eso hoy hablo de este tema que apasiona a muchos mexicanos, en el que se aborda la maternidad, el empoderamiento femenino y todo lo que una persona tiene que pasar para salir adelante en el día a día.
Según la historia, la lucha libre en México existía desde 1863, pero la incursión de las mujeres se dio el 12 de julio de 1935 en la Arena México, donde participaron Mildred Burke, Natalia Vázquez – considerada la primera gladiadora mexicana– y también La Dama Enmascarada Magdalena Caballero –la primer luchadora en usar máscara y primera campeona nacional (1955)–.
La serie se basa en la historia de Ángela, quien se dedica a evadir las llaves que la vida le pone, tanto en el cuadrilátero como en su día a día. Aunque es una auténtica ruda, en realidad tiene un corazón de oro y está por enfrentarse a su lucha más desafiante: recuperar el amor de su hija Rocío.
¿Cómo lo logrará? Transformándose en un ícono de lo que Rocío más ama: la lucha libre. Así nace Novia Negra: la sorprendente y feroz luchadora que nos llevará a conocer que los retos de ser mujer en este deporte se parecen mucho a los de la vida real.
Este proyecto, de 10 episodios, es de los creadores de Madre solo hay dos y Guerra de vecinos. Muestra la fuerza de diferentes mujeres, quienes bajo el lema “para cada llave, hay una contrallave” nos dejan claro que para cada problema hay una solución.
Presentando por primera vez en Netflix a Caraly Sánchez (Ángela), Scarlet Gruber (Dulce Caramelo), de la mano de la actriz y comediante Michelle Rodríguez (Josefina/Volcana Dormida) y Ale Ley (Sweet Petunia).
Idea original: Carolina Rivera.
Dirección: Fernando Sariñana.
Escrita: Carolina Rivera, Tobias Camba, Olfa Masmoudi, Cinthya Fernández Trejo, Carmen Castro, Carlos Tello de Meneses, José Luis Gutiérrez Arias, André Palaviccini.
Showrunners/Producción Ejecutiva: Fernando Sariñana, Carolina Rivera.
Productor Ejecutivo: Fernando Sariñana Rivera.
La Arena México, considerada la catedral mexicana de la lucha libre, en el barrio Doctores, de Ciudad de México, sirve de escenario para abordar las historias de estos personajes, que más que ficción son una realidad latente en nuestro país. La serie está ambientada en la alcaldía de Iztapalapa.
Las mujeres han logrado tener y ocupar lugares que antes eran impensables y la lucha libre no es la excepción, pero aunque el deporte ha sido inclusivo con ellas, aún predominan las figuras masculinas.
Contra las cuerdas es una serie que, como todas, tuvo sus retos y uno de ellos fue precisamente el trabajo en el encordado, por lo que contaron con el asesoramiento de luchadoras como Ludark, Stephanie Vaquer, Therius, Diosa Nix, Brigit La Diosa Celta y Lady Apache.
Las mujeres han tenido que abrir brecha en muchos ámbitos y este no fue la excepción. En 1954, cuando era regente del Distrito Federal, Ernesto P. Uruchurtu prohibió la participación de las mujeres en la lucha libre, por lo que tuvieron que pasar tres décadas para que se volvieran a llevar a cabo funciones con ellas, mientras tanto solo tenían presentaciones en ciudades de provincia.
Las luchadoras han ido escalando y también llegaron a la pantalla grande en 1962, con la película Las luchadoras contra el médico asesino, en la que participaron Martha “La Güera” Solís y Magdalena Caballero, a la que le seguirían La Dama Enmascarada, donde hacia acto de presencia Toña “La Tapatía”, Irma González y Chabela Romero. Y en 1966 fue lanzada Las Mujeres Pantera, con la participación de las luchadoras Betty Grey, Guadalupe Delgado y Marina Rey.
Fue el domingo 21 de diciembre de 1986 cuando las luchadoras tuvieron la oportunidad de regresar a los encordados en Ciudad de México, lo que esto marcaría un nuevo capítulo en la historia de este deporte.
Coincido en que las damas del cuadrilátero, como les llamaba el doctor Alfonso Morales (qepd) han sido pieza fundamental en la consagración de este deporte, a nivel nacional e internacional, es digno que también se les considere en series como esta.
La columna de esta semana ha terminado, pueden ir en paz a ver Contra las cuerdas.
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