Los pueblos originarios e incluso los semiurbanos y urbanos en nuestro país tienen, particularmente en las comunidades, unos valores que han sido heredados ancestralmente.
Dos de ellos para una muestra son las danzas y sus tradiciones. En lo que respecta a sus danzas es un legado difícil de superar y aunque están siendo poco a poco minadas por la falta de un apoyo real para su conservación de parte de las autoridades municipales. Las personas que se han dedicado —que ya quedan pocas— a preservarlas con los jóvenes y adultos, han tratado al paso de los años de trabajar con algunos ciudadanos, jóvenes y niños acerca del aprendizaje y del significado de las danzas, que no es nada sencillo. Cada uno de ellos: los moros, los charros, los toreadores, los negritos, los tecuanes, quetzales de los Migueles y un largo etcétera, tienen profundas raíces que les proveen de valores trascendentales.
Dichas danzas han tenido cimientos de grandes tradiciones debido a la herencia de sus raíces principales y formativas, primordialmente las de índole prehispánica; otro apartado que no se puede dejar de lado, es la influencia española y aunque en menor medida, de factores de las civilizaciones africanas, y por último la influencia de civilizaciones y países antillanos y sudamericanos; todo ello ha influido sin lugar a dudas, indirecta o directamente en la historia de las danzas y tradiciones de nuestro país.
Es de sobra conocido que las comunidades se organizan para el festejo de fechas cívicas y religiosas, todas ellas son acuerpadas por ejecución de las distintas danzas, de los grupos de música tradicionales, e incluso son escaparate para la exhibición de sus códices, esculturas, pinturas, etc.
Me ha tocado en suerte estar en varias festividades de las que se relatan, los vecinos tienen figuras ancestralmente conformadas en un piso social donde las figuras principales son los mayordomos. Ellos son finalmente en los que descansa el peso mayor de los costos. Usted puede acudir a cualquiera de la casa de uno de ellos y en más de tres días le darán de comer y de beber de manera gratuita. El santo patrono de que se trate tiene también mucha influencia en esta gran festividad.
Ahora que iniciaran actividades las administraciones municipales sería bueno que voltearan los ojos a revisar minuciosamente que pasa con estos grupos en sus localidades y no se acuerden de ellos como figuras decorativas o que cuando en alguna parte del país haya necesidad de llevar figuras folclóricas les compren unos machetes o algunos listones y puedan portar algo nuevo en sus atuendos.
