Ayer, miércoles 9 de febrero de 2022 tuve mi último día de clases presenciales en la Universidad de Salamanca.
Con las maletas listas desde la noche anterior, me adelanté a Fundão en Portugal donde realizaremos trabajo de campo para la maestría en Antropología de Iberoamérica como parte de la Unidad de Investigación de la Universidad de Salamanca en España.
A tres horas de la ciudad salamanquina, perteneciente a la comunidad de Catilla y León, se encuentra la frontera portuguesa, sin contemplar los 10 minutos de atraso que tardó el autobús en llegar a la terminal, más un retén policial de 25 minutos y una parada en el único restaurante a la orilla de la carretera para quienes quisieran descender a comprar un café, un almuerzo, artesanías, rones, o para la variedad de gustos, una pistola de balines o un rifle.
Durante mi viaje, y a espaldas del chofer, podía ver sobre la carretera letras en el pavimento con el nombre dividido en silabas: Por-tu-gal, un tablero con incontables botones y en la ruta, señales para llegar a Fundão: Pequeño poblado perteneciente al municipio del distrito de Castelo Branco.
Ésta es mi cuarta visita a Portugal. La primera vez fui a las Islas Açores, donde conocí al historiador Luiz Nilton Correa quién me invitó a cursar un doctorado de Antropología de Iberoamérica.
En esa ocasión presenté una ponencia sobre la semiótica de los textiles nahuas en la Isla de San Miguel en Ponta Delgada.
Hoy, como estudiante de la Universidad donde cursó sus estudios de Derecho el mismísimo Hernán Cortés, tengo en la mente la metaforización descontrolada de visualizarme vestida de enahuas caminando por los pasillos construidos de piedra Franca de Villamayor. Los mismos pasillos que recorrió Cristóbal Colón buscando apoyos y asesorías para sus expediciones que culminarían en los diferentes escenarios históricos que guarda el sitio de donde vengo.
La segunda vez que vine a Portugal atravesé buena parte del país para llegar a Leiria donde presenté una ponencia en el Primer Encuentro Internacional de Etnografía.
La penúltima visita fue hace tres meses, cuando visité Fundão para asistir al Primer Encuentro Ibérico Raia Business a la presentación del libro del periodista brasileño Ígor Lópes: “Açores em cores”. Obra impresa en 2019 y presentada por otro gran periodista y escritor portugués: João Morgado, autor de Vera- Cruz- La vida desconocida de Pedro Álvares Cabral; comandante militar, navegante y explorador portugués considerado el primero en llegar a Brasil, originario de Belmonte, una villa portuguesa muy cercana a Fundão.
Puedo asegurar que Cristóbal Colón, Hernán Cortés y Pedro Álvares Cabral jamás hubieran imaginado el desembarque de indígenas mayas tzotziles del Escuadrón 421 en tierras europeas un 23 de junio de 2021.
Desde una mirada poco antropológica simbólicamente se puede interpretar como una reconquista. Como ya se nos había advertido desde el pensamiento milenario de los pueblos originarios de América acerca de las dinámicas y los cambios sociales en esta nueva Era El Pachakuty. Pues mínimamente, si estos tres ‘conquistadores’, no se imaginaban que habría un desembarque de indígenas en sus costas. Mucho menos se hubieran imaginado que les estuvieran ´simbólicamente’ conquistado las aulas.
