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jueves, noviembre 21, 2024

El hambre supedita el linaje

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(Nutrida interrogante sobre La Literatura Indígena)  

 

¿Qué mensaje se esconde detrás de la literatura indígena?  

¿Qué cuestionamientos y confrontaciones filosóficas quieren describir?   

¿Por qué nombran a Dios y no lo traducen?   

¿Qué ha pasado con su memoria?   

¿Dónde están los cantos y las letras prohibidas?  

La poesía indígena comienza con un recuerdo, una descripción, un reclamo, la relación con el entorno y el cuerpo humano, reiteradamente la religión incrustada.  

Parece que es la voz de una herida eterna.  

Un orgullo infundado desde el resentimiento y la conformidad. 

 Encuentran lo bello en el lodo, lo siembran y lo florecen, aunque solo queden sombras.   

Alegrías fugaces que sin contacto se descifran, pero que con contacto se disuelven y enlodan.   

Salir de la cultura será una condena para cualquier poeta.  

No tendrán tiempo de nombrarse a sí mismos. De hacer poesía que no someta.   

La poesía es distinta al difrasismo de la flor y el canto, con el que los prehispánicos filosofaban al ritmo del viento, extendiendo la voz a sus dioses y semidioses.  

Más allá que los clásicos bestiarios. 

El hambre supedita el linaje, la flor marchita el canto.  

Orfandad en siglos y por siglos mientras se tenga memoria.   

Por más que nombremos a los dioses antiguos, no vuelven los recuerdos, no vuelve el sol, la niña regresa sin alma y así deambulará en el campo y contará en su lengua lo que ya no hay en ella.   

 

Para hablar de Literatura Indígena debemos hablar de la diversidad. 

México que es uno de los diez países más diversos del mundo. 

En el continente americano, se posiciona como el segundo país con mayor diversidad. Comparte cifras parecidas a Colombia, pero de acuerdo a las estadísticas, es el país que por lo menos tiene un mayor número de lenguas categorizadas. 

Aun así, es superado por Canadá. 

La diversidad de Canadá podría entenderse a partir de dos aspectos. Territorialidad o preservación. 

 

II 

Cultura Zoque 

La cultura zoque es una etnia mexicana que se distribuye por los estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco. Los grupos zoques son milenarios y llevan muchos años asentados en dichos estados.  

Los zoques comparten territorio con los pueblos mixes, de ahí viene el nombre de la familia lingüística a la cual pertenece la lengua zoque, que son las lenguas mixe-zoque. 

¿Qué sabemos sobre la etimología de la palabra zoque? 

Debemos considerar que cada cultura es nombrada mínimo de dos maneras desde una perspectiva somera. La primera es la forma más popular o vulgar de nombrarse, que sería la forma externa en que son definidas las culturas. La mayoría de estos nombres los encontramos en documentos históricos.  

Y la segunda es la forma en la que cada cultura se autodenomina.  

Esta percepción y denominación referencial es asumida desde una visión interna y autorreflexiva. Los mexicas nombraron en lengua náhuatl a muchos pueblos. Sobre todo, a los que les daban tributos y eran más dominados.  

Algunos de esos nombres se quedaron hasta nuestros días con algunas variaciones castellanizadas. 

El termino zoque es muy probable que provenga del vocablo náhuatl: zoqui, que significa “lodo o lodazal”, los hombres del lodo.  

A reserva de lo que hayan hecho los españoles con estos nombres. El término quizás proviene desde un saludo utilizado en algunas variantes dialectales del zoque de Chiapas, 

Los zoques de Chiapas se llaman a sí mismos: O’de püt. Significa gente de palabra.  

Este fenómeno es repetido en muchas de las culturas ya que en general la mayoría de los pueblos originarios tienen su propia forma de autoidentificarse y se traduce como la gente de palabra o la gente del pueblo.  

Un ejemplo claro es la forma en la que los mapuches definen en español su propia lengua y cultura. Mapuche significa gente del pueblo.  

En otros casos se autodenominan de acuerdo a aspectos geográficos de la zona donde radican. Una forma tribal de referenciar que aún se conserva. Más allá de los aspectos despectivos con los que pueden ser nombrados desde el exterior. 

Por ejemplo, las comunidades de los Uros en el lago Titicaca se autodenominan Katkotsingui UROS, que significa: “Hombres del lago que viven en el agua”.  

Como conclusión, cada cultura se autodenomina de una forma y vulgarmente se le dice de otra.  

El grupo zoque se constituye por casi 100 mil personas, según el censo del año 2000.  

Pero el terremoto de 1982 afectó profundamente el área zoque y provocó la reubicación de casi 12 mil zoques en otras áreas.  

Su área tradiciona se encuentra en Chiapas.  

En el sur de Tabasco y también en Estados Unidos se encuentran otros grupos zoques.  

 

III 

La poesía zoque 

Mikeas Sánchez 

Difunde la voz de los pueblos desde Chapultenango, Chiapas.  

De su abuelo que fue músico aprendió el ritmo. Su poesía tiene carácter comunitario.  

Jesucristo’is Ja’ Ñäjktyäj’ya Äj’ Tzumama’is Kyionuksku’y 

Äj’ tzumama’is ja’ myuspäkä’ kastiya’ore 

natzu’ jyambä’ä ngyomis’kyionukskutyam 

natzu’ xaä’ tumä nabdzu’ 

jyambäukam yanuku’is musokiu’tyam 

Äj’ tzumama’is wyanjambana’ jujche’ ore’omorire’na 

Muspabä tä’ tzamä’sawa’jin 

tese’ kujtnebya’na eyabä’ ngomis wyinan’omoram 

tese’na konukspa chokoyjin ni’ijse 

Jesucristo’is ja’ myajna kyonujksku’y 

te’ yore äj’ dzumamas’ñye 

ñä’ ijtu’na pomarrosas yoma’ram 

tese’ sunkbana’ tumä’ matza 

wyrün’omoram wadbasenaka’ 

San Miguel Arkangel’is ja’ myajna’ kyänuksku’y 

äj’tzumama’is kyänuksku’y wenen’omo yaxonguy’tyam’dena’ 

jukis’tyt numbana’ tese’ poyajpana te’ toya’ram 

patsoke wejpana’ tese’ te’ Sungä mita’na yängu’kyämä 

Te’ yängu’kyämärike pänayaju’ kuyay’yune’ram 

  

Jesucristo no entendió jamás los ruegos de mi abuela 

Mi abuela nunca aprendió español 

tuvo miedo del olvido de sus dioses 

tuvo miedo de despertar una mañana 

sin los prodigios de su prole en la memoria 

Mi abuela creía que sólo en zoque 

se podía hablar con el viento 

pero se arrodillaba ante los santos 

y oraba con fervor más que nadie 

Jesucristo nunca la escuchó 

la lengua de mi abuela 

tenía el aroma de las pomarrosas 

y el brillo de una estrella 

le nacía en los ojos cuando cantaba 

San Miguel Arcángel nunca la escuchó 

los ruegos de mi abuela a veces eran blasfemias 

jukis’tyt decía y los dolores cesaban 

patsoke gritaba y el tiempo se detenía bajo su cama 

En esa misma cama parió a sus siete hijos. 

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