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sábado, noviembre 23, 2024

Rumbo al periodo de dos gobernadores

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Esas etapas son tan añejas como la tradición política mexicana. Presidentes de la República, gobernadores y alcaldes saben que es un momento tan determinante como inevitable en sus trayectorias. 

Cuando el viejo PRI “destapaba” al ungido a partir de ese momento había dos presidentes de México; un mandatario de jure y otro de facto. 

En esas décadas del México del Revolucionario Institucional en cuanto se conocía el nombre del “tapado” se volcaba toda la cargada. Los búfalos daban un giro de 180 grados para arropar al candidato. Los tres sectores, gobernadores y presidentes municipales se lanzaban a besar la mano del ungido. 

En ese momento el Ejecutivo saliente veía como su poder y preeminencia comenzaban a diluirse como una gota de tinta en el agua. 

Eran los días en que el país tenía dos presidentes; uno constitucional y otro con toda la fuerza del sexenio por venir. 

En la toma de protesta el nuevo titular recibía el clamor de la ovación, mientras que el aplauso para el saliente eran una parca cortesía. 

Y lo mismo sucedía en todos los niveles de gobierno. 

Para las elecciones de 2024 se espera que en enero se designe al formal candidato de Morena a la gubernatura de Puebla y a partir de ese momento habrá dos mandatarios. Repetimos: es una añeja regla de la tradición política. 

En el caso particular de la entidad poblana se debe subrayar que Sergio Salomón Céspedes Peregrina está muy consciente y ubicado en el momento histórico que le tocó gobernar. 

Tiene buenas relaciones con todos los aspirantes y sabe perfectamente que la designación saldrá de Palacio Nacional. Una unción que tomará la forma de encuesta, pero que en realidad decidirán solamente dos personas, el presidente López Obrador y el próximo candidato (a).  

Sergio Salomón es un político profesional, es institucional y guarda las formas, porque sabe que la decisión vendrá del alto mando nacional. 

Se debe subrayar que el gobernador sustituto está gozando ampliamente su periodo. Por supuesto nos referimos a un gozo sano, edificante, propositivo.  

Desde el sexenio de Melquiades Morales no veíamos a otro mandatario con ese acercamiento con la gente. Sergio disfruta del contacto con los ciudadanos.  

Se deleita estrechando manos, abrazando a los campesinos, tomándose fotos con madres de familia, “chocando” las palmas con los niños. 

Nada que ver con la arrogancia de Marín o Moreno Valle que ponían vallas metálicas alrededor de los templetes y un cordón de treinta guaruras para llegar a la Suburban. 

Barbosa Huerta también gozaba de la cercanía con la gente, pero le tocaron los años de la pandemia y eso impidió el contacto que hubiera deseado.   

Sergio es un gobernador cercano al pueblo, pero los suspirantes a sucederlo piensan que su carácter afable es debilidad y están mostrando poco respeto a su investidura. 

Hace días el Ejecutivo declaró que los espectaculares políticos serían retirados “sin distinción”. 

Pero en los hechos sucede lo contrario. Siguen apareciendo más anuncios y bardas de abierta promoción a los inquietos morenistas. 

Esto debe verse como una provocación y un desafío a la autoridad del mandatario Céspedes.  

Todavía no llega lo que llamamos el periodo de dos gobernadores y los suspirantes ya quieren brincar sobre su autoridad. Eso es una falta de respeto.  

Y el ejemplo se puede extender a todo el estado causando un desgarriate en los 217 municipios. 

  

COYOMEAPENSES AVANZAN CON EL GRITO DE “ARACELI ASESINA INTELECTUAL” 

El municipio de Coyomeapan se ha convertido en noticia local e incluso nacional. En tres ocasiones la revista Proceso abordó su crisis de ingobernabilidad. 

El lugar es paradisiaco. Entre montañas de la Sierra Negra es un valle lleno de árboles, abundante vegetación y un clima generoso. 

Pero los hermanos Araceli y David Celestino convirtieron ese lugar en un infierno donde a través del pistolerismo trataron de imponerse sobre la dignidad de un pueblo indígena.  

Originarios de la comunidad de San José Las Minas, municipio de Santiago Miahuatlán, Araceli y David Celestino llegaron a Coyomeapan en 2010. 

Entonces se decían priistas y gracias a los acuerdos que tendieron con el entonces presidente del comité tricolor Alejandro Armenta tomaron la candidatura a la presidencia municipal. 

David Celestino fue postulado y en la sierra prácticamente no había oposición por lo que fácilmente obtuvo el triunfo en las urnas. 

Ante la derrota de López Zavala de inmediato los Celestino tendieron puentes con el morenovallismo, aunque siguieron en el tricolor. 

Pero sobre todo rápidamente se convirtieron en un cacicazgo.  

A la par, el municipio de Coyomeapan presenció una serie de crímenes, asesinatos y desapariciones que hasta la fecha permanecen impunes. 

En 2013 el grupo de David postuló a su hermana Araceli Celestino a la alcaldía bajo las siglas del tricolor; en aquel municipio serrano el voto duro les volvió a favorecer y así mantuvieron el control de la región bajo todo el cuatrienio. 

Pero en 2018 dieron un giro y David Celestino se volvió a registrar, pero como candidato de Nueva Alianza. Ese año sirvieron a los intereses de Martha Erika Alonso y gracias al aparato estatal obtuvieron la presidencia de Coyomeapan por tercera ocasión. 

Pero para entonces el hartazgo social ya era enorme. Con dificultades David pudo conducir su trienio. 

En 2021 colocaron al nayarita Rodolfo García López -esposo de Araceli Celestino-, como candidato del Partido del Trabajo (PT). 

Querían obtener su cuarto periodo consecutivo y entonces se desató el mayor acto de resistencia indígena que se haya visto en la Sierra Negra. 

Los grandes sectores de la población rechazaron el supuesto triunfo del cacicazgo; tomaron la presidencia municipal y las oficinas donde se encontraban los paquetes electorales. 

El edil David Celestino -siempre rodeado de pistoleros y guaruras-, tuvo que salir corriendo de la alcaldía ante la muchedumbre de tres mil pobladores que tomaron el inmueble sin romper un solo vidrio. 

Desde la noche del 6 de junio de 2021 comenzó un enorme acto de resistencia civil que llega hasta el día hoy. 

Ha pasado más de un año y la dignidad del pueblo de Coyomeapan no se ha quebrado. Al contrario, se siguen levantando en marchas y plantones que acusan a la diputada federal Araceli Celestino de ser la autora “intelectual” de asesinatos en esa comunidad.  

Hasta el momento no hay una solución al conflicto. Aunque el único camino que existe es la instalación de un Concejo Municipal. 

No hay otra vía. 

Como siempre quedo a sus órdenes. 

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