Nunca tuvieron fuerza alguna; navegaron con la bandera de izquierdistas, pero jamás construyeron una propuesta concreta; hicieron de la grilla su modus vivendi; en realidad se beneficiaron de las circunstancias y utilizaron la corriente para sus fines personales.
El clan Méndez Márquez ahora aliado con los Kennedy del barrio de San Miguelito’, es decir, con la familia Rivera Vivanco (en la que todos se sienten políticos), efectivamente buscarán reventar la selección de consejeros de Morena en algunos lugares de la ciudad de Puebla.
Se debe insistir en este punto, solamente podrán operar en algunos distritos de la Angelópolis, porque la presencia de ambos grupos no tiene eco más allá de Amalucan.
Al interior de la entidad su influencia es inexistente. Si en sus tiempos de gloria jamás construyeron una estructura estatal, mucho menos ahora.
Rosa Márquez Cabrera y David Méndez Spindola ya no tienen futuro alguno, su ciclo político ha concluido, llegó su momento de hacer corte y evaluar el saldo que evidentemente es negativo.
David ya es un hombre de la tercera edad, pero continúa con arrebatos porriles como si tuviera 19 años. Impetuoso e irresponsable en su último exabrupto ni siquiera se dio cuenta que solo se exhibió ante Esthela Damián, una de las operadoras más cercanas a la doctora Claudia Sheinbaum.
¿Qué representa esta pareja para las nuevas generaciones de jóvenes que ven en Morena un faro a seguir? Nada, absolutamente nada. Ya ni siquiera los conocen.
David Méndez Márquez tuvo la oportunidad de despegar, pero lo arrastró la costumbre familiar de creer que la política es el hábito contestatario de la confrontación.
La política se gesta en el pensamiento, en premisas y convicciones básicas y en ese clan solo conocen de desplantes impetuosos. Pero no saben construir.
En horas recientes el gobernador Barbosa se refirió al musculito de esos grupos. Ya sabemos que alude a los violentos y provocadores. Y la percepción es adecuada, el clan Méndez Márquez tiene una tropa menguada y reducida.
Muchos de quienes fueron regidores y directores de Claudia Rivera Vivanco han dejado de seguirla. La señora ya no tiene el aparato oficial ni la nómina para movilizar a las que fueron sus tropas.
Y ahora verá que la diferencia es radical. Es muy distinto desplegar grupos con el presupuesto en la mano que sin él.
¿Qué pueden hacer estos grupos el 30 de julio? Solo saldrán a gritar y a quejarse de los resultados.
El mismo argumento incitador e instigador. El espectáculo que llevan décadas presentando.
Tehuacán en medio de una pelea por la plaza.
Las ejecuciones ocurridas en la ciudad de Tehuacán reflejan una clara puja por la plaza.
Tal parece que la ‘narcomanta’ va en serio.
Hace unas semanas, concretamente la madrugada del martes 17 de mayo sujetos desconocidos colocaron una ‘narcomanta’ en la que advertían con una “limpia” en Tehuacán. La lona estaba en el puente peatonal de avenida Las Américas cruce con Las Palmas, frente a la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID).
Desde entonces han sido acribillados algunos de los principales líderes delincuenciales de la ciudad como Carlos Alberto Carrera alias “El Japo” y un miembro de su banda, Francisco Javier Hernández.
Ambos eran considerados como amenazas sociales, sin embargo, llegaron criminales aún más letales y los liquidaron con unos días de diferencia.
Otros tres cabecillas están en calidad de desaparecidos. Sus familiares los buscaron en las corporaciones policiacas preguntando si estaban detenidos, pero nadie sabe de ellos.
La madrugada del domingo 24 de julio sicarios a bordo de motocicletas balearon a un grupo de personas en el bar ‘El Potrero’; tres murieron en el lugar, uno más pereció en el hospital general El Riego; otros tres se debaten entre la vida o la muerte.
Es claro que hay un reacomodo de los grupos delictivos.
Mientras tanto el edil Pedro Tepole sigue entretenido asistiendo a ceremonias de honores a la bandera.
Como siempre quedo a sus órdenes.
