En todo el mundo se han reportado incrementos en los casos de COVID-19, principalmente relacionados por la alta transmisibilidad de las nuevas subvariantes de ómicron. Aunque estas subvariantes son más contagiosas, resultan menos letales. Las altas tasas de transmisión y contagio están obligando a que varios países retomen medidas de prevención más severas para evitar nuevas olas de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos.
Al día de hoy, uno de los casos más sonados en el mundo es el de China. Estas medidas extremas del gobierno asiático se deben a su estrategia Covid Cero, mediante la cual buscan controlar y suprimir la transmisión del virus, así como erradicar la presencia del SARS-CoV-2 o alguna de sus variantes en territorios específicos.
Como parte de su plan para contener los contagios, las autoridades locales donde se han encontrado los principales focos de contagio han sugerido a la población a no salir a menos que sea necesario. Además, se han cerrado algunos establecimientos, como bares y karaokes, después de detectar que algunas infecciones se originaron en estos lugares.
Otra de las medidas que se han implementado son la aplicación de pruebas masivas, que ayudarán a detectar y rastrear oportunamente los nuevos contagios, así como el refuerzo de las medidas sanitarias y restringir el acceso a lugares públicos, como bibliotecas, museos y cines, a los que sólo podrán acceder las personas vacunadas.
El gobierno chino considera que esta estrategia es necesaria para evitar el colapso de los servicios médicos y proteger a las personas más vulnerables. Asimismo, estiman que relajar las medidas preventivas pone en riesgo demasiadas vidas en el país, por lo que prefieren soportar el impacto temporal que puede generar el confinamiento, a permitir que el virus ponga en riesgo la salud de sus habitantes.
Este brote en China, así como los reportados en otros países del mundo, se atribuyen a las subvariantes BA.4 y BA.5 de ómicron, que son más transmisibles y logran esquivar la inmunidad. Estos nuevos contagios presentan una mayor propagación, pero una menor probabilidad de desarrollar cuadros graves.
Así, los contagios que se suman en esta nueva ola presentan al tradicional dolor de garganta y dolor muscular, la diarrea como síntoma a destacar. Un cuadro médico que, sin embargo, destaca por un tiempo de incubación más corto y, en general cuadros más leves.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica, los síntomas que provocan estas subvariantes de ómicron, además de presentar los signos tradicionales como dolor de garganta y dolor muscular, podrían diferenciarse del resto por la persistencia de la diarrea, un síntoma menos frecuente en otras variantes.
En México, durante esta quinta ola de COVID-19, los casos siguen aumentando semana tras semana. Uno de los principales factores que han hecho esto posible, es que se han detectado varios casos de reinfección, tanto en personas vacunadas como de personas infectadas anteriormente, y que se debe a la aparición y esparcimiento de las subvariantes BA.4 y BA.5.
A pesar de estas circunstancias, las probabilidades de entrar a un nuevo confinamiento en nuestro país son bajas, tomando en cuenta el alto porcentaje de la población que ya cuenta con un esquema de vacunación completo o por completar, así como la protección de la mayoría de la población, incluidos los niños de 5 a 11 años.
Aunque aún no hay un aviso sobre un probable confinamiento, es fundamental recordar la importancia de continuar con las medidas de prevención e higiene para evitar contagios y la propagación del virus, así como completar los esquemas de vacunación.