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martes, diciembre 17, 2024

El fiscal impune

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Casi salió a hombros. 

Estaba radiante. 

Triunfal. 

Feliz. 

Fue un faenón. 

Muy poquitos pueden presumir lo que él. 

Primero recibió el apapacho de su jefe. 

Luego del Senado de la República. 

No del Pleno, pero sí del grupo selecto, de los que importan, de quienes mueven al rebaño y deciden. 

Estuvo a nada que los representantes de las 32 entidades del país lo pasearan en hombros por la avenida Reforma y lo dejaran a las puertas de su oficina, a escasos 300 metros, también en Reforma. 

Así de cortita es la distancia que separa a la sede del Senado y las oficinas centrales de la Fiscalía General de la República. 

Se llevó orejas y rabo.  

Nada mal.  

Y habría salido a hombros de no ser por algunos detallitos sin importancia: la reunión pactada con su principal enemigo resultó un fracaso rotundo. Terminó a los gritos, pero pudo ser a los golpes; le descubrieron nuevas propiedades en Nueva York, París, Ibiza y Madrid; quedó al desnudo que no sólo tenía apalabrados a cuatro sino a cinco magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para consumar su personalísima venganza contra su cuñada, una anciana de 94 años, y la hija, de 68; que su tarea al frente de la dependencia que encabeza es un desastre. 

 

*** 

 

El lunes, hoy hace una semana, empezó bien para él. 

Los integrantes de la (Tremenda) Corte tuvieron en sus manos ordenar la liberación inmediata de Alejandra Cuevas Morán, pero cinco de los diez ministros que lo integran no se atrevieron y patearon el bote. 

Así que la mujer, acusada de abandono de persona, junto a su madre, Laura Morán Servín, la (ex)cuñada, tendrán que esperar hasta el próximo lunes para saber si quedan libres o no de los cargos que les imputan. Cosas de la justicia en este país. Si Alejandra ya pasó injustamente 515 días en prisión bien puede esperar otros 13 más de pura cortesía. Total, Santa Marta Acatitla es un resort de lujo. Y encima todo incluido. Gratis. 

 

*** 

 

A instancias de su jefe, el secretario de Gobernación convocó a su despacho a los dos personajes que acumulan entre sí más odio y rencor. 

El fiscal y quien hasta hace poco fue el consejero Jurídico de la Presidencia se reunieron en el despacho del tabasqueño. 

No hubo arreglo.  

Es más, el encuentro, dicen, terminó mal. 

Muy mal. 

A los gritos. 

Por poquito a los golpes. 

De un lado, llegaron las acusaciones de corrupción y abuso de poder con cargo al erario. 

Del otro, las de extorsión, corrupción y divulgación de llamadas telefónicas no de un particular, sino del abogado de la Nación. 

Ante el fracaso del mediador presidencial el pleito promete nuevos y más turbios capítulos. 

 

*** 

 

Vea si no. Ahora se sabe que, a la larguísima colección de coches antiguos y relojes de lujo, al fiscal le encanta acumular departamentos en varias de las ciudades más caras del mundo: Nueva York, Madrid y París, son sólo algunas de sus predilectas. 

Por ejemplo, el abogado de la Nación tiene un maravilloso departamento valuado en unos 45 millones de pesos sobre la avenida Foch, a los pies del Arco del Triunfo. 

Pero no sólo en la capital francesa, también cuenta con propiedades en Nueva York y California 

Su departamento en La Gran Manzana está en la Quinta Avenida, con vistas a Central Park, y hasta diciembre pasado estaba valorado en cerca de 60 millones de pesos. El mantenimiento mensual es de un promedio de 100 mil pesos. 

El de Santa Mónica, en California, es mucho más modesto. Sólo le costó 22 millones de pesos. 

Apenas el miércoles pasado se reveló que el fiscal General de la República tiene cuatro departamentos en España. Uno en Madrid y tres más en la isla de Ibiza. Los inmuebles están valuados en algo así como 113 millones de pesos. 

El departamento en Madrid no está en el distrito de Salamanca, pero sí en el del Retiro, en el barrio de Los Jerónimos, una de las zonas más céntricas de la capital española, muy cerquita del Museo de El Prado. 

 

*** 

 

El jueves pasado, en cambio, al fiscal le salió el día redondito. 

Estuvo con los senadores, con los Vip, con los buenazos de cada partido. 

Para qué exponerlo al Pleno, al Bronx, donde abundan el peladaje y las malas maneras. 

Con los integrantes de la Junta de Coordinación Política la cosa anduvo sobre ruedas. 

No importa que sólo haya presentado un informe de actividades en tres años, cuando deberían ser anuales. 

No importa que no haya resultados en materia de desaparición forzada de personas, que prevalezca la tortura, que la violencia de género sea imparable, que el caso Ayotzinapa siga en punto muerto, que miles de casos de corrupción sean solo carpetas de investigación, que no se resuelvan los crímenes, que quienes roban, secuestran, matan, sigan en la calle, impunes. 

Que el narcotráfico y sus consecuencias están incontenibles y campen a sus anchas. 

Que la inseguridad se encuentre instalada en cada calle del país. 

Que la muerte aceche a todos. 

Nada de eso importa. 

Los senadores, los Vip, de todos los partidos, avalaron su trabajo y hasta una selfie se tomaron al final del encuentro con él. 

Faltaba más. A nadie se le ocurrió pedirle la renuncia.  

Le arrancaron la promesa que respetará el fallo de la Corte del lunes 28 contra integrantes de su familia política, y que ahí muere la cosa. 

Que es un buenote, un tipo a toda madre. 

Que no importa que se enriquezca de manera escandalosa sin poder explicarlo. 

Que no importan sus colecciones de todo. 

Ni su apetito voraz. 

Menos si hay o no resultados en tres años de gestión. 

Que olé, torero. 

Orejas y rabo para él. 

Lo bordó. 

Lo de salir a hombros… bueno, era un exceso. 

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