Eric Adams, alcalde de Nueva York, había sido uno de los mejores políticos demócratas hasta que decidió subir el tono contra la administración de Joe Biden y la responsabilizó de no hacer nada para frenar la ola migratoria que pegó directamente a esa ciudad. Desde octubre de 2023, el político advirtió sobre la inminente crisis y colapso de esa metrópoli por el desmedido arribo de migrantes. Así lo hizo saber cuando estuvo de visita en Puebla, con tres declaraciones impactantes: 1) “Es hablar directamente a la gente de todos los países que migran. No hay más espacio en Nueva York, nuestros corazones son infinitos, pero nuestros recursos no”; 2) “No se dejen engañar, no los hagan pensar que llegando a Nueva York van a poder trabajar y estar completamente tranquilos; las condiciones de vida no son las deseables en todo momento”; 3) “Nueva York siempre ha sido una ciudad que da la bienvenida a la migración, Nueva York se construyó gracias a los migrantes, históricamente, y ahora únicamente estamos, repito, desbordados en las condiciones que no son las indicadas para que siga llegando más gente”. El escándalo por esas declaraciones pegó directamente a la administración Biden y comenzó otra pelea que derivó en una investigación de la Fiscalía de NY que puso contra las cuerdas a Adams, al acusarlo por corrupción al supuestamente recibir pagos por favores a personas extranjeras. El caso estaba bastante avanzado y a punto de dirimirse en el tribunal justo en medio de las elecciones a alcalde. Hace unos días, sin embargo, el caso dio un giro de 180 grados debido a que el Departamento de Estado de EU ordenó a los fiscales desestimar el juicio contra Adams, lo que llevó a una cascada de renuncias que no se habían visto desde el Sábado Sangriento del Watergate, en los años 70. ¿Y todo esto qué relación con Puebla, se preguntará hipócrita lector? Pues que en la presa estadounidense se da casi por hecho que el alcalde de NY habría negociado su pellejo a cambio de respaldar las políticas antiinmigrantes de Donald Trump. Se estima que en esa ciudad habitan unos 150 mil paisanos con estatus “no autorizado” de residencia y serían los principales objetivos de ICE, el organismo encargado de operar la razia trumpiana. Por lo mientras, Adams firmó una orden ejecutiva para que agentes de la ICE permanezcan en la cárcel de Rikers Island y facilitar la identificación de criminales violentos para su inmediata deportación. Como entenderá, el asunto es más complejo porque cualquier acción que se emprenda en esa ciudad pegará directamente a migrantes poblanos, no por nada el sobrenombre de PueblaYork. En la aplicación de la política xenófoba pagan todos. Hay casos, por ejemplo, de hogares en que uno o dos miembros no cuentan con el estatus de “autorizado” y serían deportados, lo que dejaría en la indefensión al resto de los miembros de la familia, en su mayoría menores de edad que, por el momento, están absueltos por haber nacido en ese país. El Colegio de la Frontera Norte estima que en EU hay 2.7 millones de hogares mixtos, es decir, con miembros tanto autorizados como no autorizados que se resquebrajarían ante una deportación. ¿Ahora entiende la magnitud del escándalo de Adams?