Todos los lunes, en mi intervención en el programa Tribuna en los Deportes, mi amigo Mario Montero Jr. hace referencia a que, si tienes 10 pesos, pero la torta cuesta 50, no te alcanza para comprar una. Quizá solo para el bolillo.
Todo esto en referencia a los alcances del Puebla FC en la temporada en disputa. Con el mismo gasto, pero con más conocimientos, en la época de Larcamón se lograron éxitos deportivos y, lo mejor para esta compañía televisora propietaria de los derechos del equipo, éxitos económicos, al vender más de mil millones en el tiempo que estuvo el DT argentino, el DT Reynoso, y en mi última etapa con la venta de Loroña y Cavallini.
Se fueron al San Luis los jóvenes que hacían esa labor y que trajeron varios jugadores que tuvieron éxito con Larcamón, y se hizo grande la bolsa de ventas.
Ahora el Puebla, ya sin esa inteligencia deportiva, sigue apostando por jugadores baratos que en un futuro se puedan vender. Casos existen ahora y después de Larcamón, no resultados malos en lo económico y en lo deportivo.
Este torneo llega Guede, un entrenador que el administrador actual lo tuvo en el Morelia y que le fue bien, no así por su paso en Xolos y Necaxa. También influye que el director deportivo compartió cancha en algún equipo en España.
El equipo se ve mejor que en las últimas tres temporadas. Quitando al América, que en mi forma de ver no metió el acelerador a fondo, y la decisión arbitral en la expulsión de Angulo perjudicó un mejor juego, ninguno de los otros cinco rivales pasó por encima del Puebla. Juegos raros como la derrota contra San Luis y Mazatlán, con goles en contra de otro partido y de otro momento (dos cabezazos en el área por defensores que acabaron en gol en contra, más un remate a cuatro metros del arco sin portero y tirarla por encima), hicieron que se tuvieran dos derrotas.
El equipo es muy parejo, con 16 o 17 jugadores que sin problema pueden estar en el 11 inicial, y el equipo juega a lo mismo: con una idea, con un bloque, con espíritu de equipo, pero sin las figuras que te hacen diferente el resultado. Mucho tienen que trabajar durante 90 minutos y esperar que no existan imponderables.
Ahora tendrán que poner muy bien sus objetivos. Mi deseo es que puedan entrar entre los primeros 10. La multa por quedar entre los tres últimos, si logran quedar en el lugar antes mencionado, ojalá la paguen. No todo puede ser a favor de quien no considera ni la historia, tradición y afición que tiene esta institución. Podrás hacer entre 20 o 22 puntos y pagarías, no por lo que existe en este último torneo, sino por lo que dejaste de hacer entre los anteriores.
Esta semana fue una lástima la derrota contra el América 1-2 porque se dejó pasar una gran oportunidad triple: Ganar 3 puntos. Hacer que muchos de los 25 mil vestidos de amarillo se cambiaran de camiseta por una azul. Por último, ser noticia nacional al vencer al tricampeón.
Se puede decir que lo que pasó fue normal, pero este equipo no puede vivir en la normalidad que impera en su propietario: ganar dinero, hacer negocio televisivo y dejar pasar un pasado repleto de tradición.
¿Hasta cuándo se vivirá esta triste realidad?