Hace unas décadas, la exigencia por legalizar al principal movimiento partidario de izquierda en el país (PCM) significó grandes años de lucha política y electoral de esta expresión ideológica, además de la perdida de militantes que por ese entonces participaron en diferentes frentes de batalla, contra el llamado partido único, que fue el PRI.
Cuando el viejo sistema de partidos funcionó para que hubiera solo dos (PRI-PAN), la democracia la organizaban ellos y también mantuvieron el control de los órganos electorales bajo su tutela oficial.
Los triunfos electorales para obtener el poder presidencial y de los gobiernos locales, fueron legitimados por los aparatos que controlaban. Nunca se abrieron a otras expresiones políticas y fue hasta 1977, ante las exigencias de más democracia y no a los fraudes electorales, que el sistema priista tuvo que llevar a cabo una de las primeras reformas electorales en México, para darle cause legal al movimiento de los comunistas mexicanos.
Un reformador del propio sistema, como Jesús Reyes Heroles, sería el impulsor de esta reforma que permitió los primeros registros legales a otros partidos políticos, que los oxigenó y dio paso a la pluralidad ideológica, puesto que estarían representadas las tres principales fuerzas: derecha, centro e izquierda.
Después vendrán más expresiones, como el PMT, PRT y PDM, que, junto con el PARM, PPS y PST serían los actores partidarios que conformarían el llamado nuevo régimen de político.
Se llevaron a cabo otras reformas electorales, con el impulso de la propia izquierda, que lograron cambios de fondo en los órganos electorales, ciudadanizando sus tareas y dándole autonomía al INE.
El poder político del Revolucionario Institucional siguió presente y fue hasta el año 2000, cuando perdió por primera vez en su historia política, la Presidencia de la República.
Con las banderas de la llamada transición democrática y el voto útil, llevaron a Vicente Fox al triunfo. Sin embargo, esta transición solo se convirtió en una alternancia y no se consolidaron los objetivos que muchos segmentos sociales impulsaron.
El PVEM, PT y Convergencia (MC), durante esas etapas habían logrado su registro como partidos políticos nacionales (PPN). Lo mismo pasó con otros, como el PANAL, PSN y PES, que desaparecieron.
Se puede decir que Morena, después de la candidatura de AMLO, en 2012, fue el partido que inició su proceso para lograr su registro. Lo obtuvo y participó con su propio candidato en coalición con otros para las elecciones de 2018.
Digamos que gradualmente, se han venido incrementando las solicitudes ante el INE, de organizaciones denominadas como APN, para poder convertirse en PPN.
Hasta hoy, existen 46 agrupaciones que han notificado su intención de convertirse en partidos. Algunos de estos, tienen diferentes referentes ideológicos que van desde la izquierda hasta la derecha, lidereados por exmiembros del PRI, PRD, PAN y del PES.
Sin dejar de mencionar uno que tiene vínculos con el Partido Republicano y cercanía con los sectores cercanos a Donald Trump.
Por otro lado, estos, tendrán que cumplir con la celebración de 20 asambleas estatales o 200 asambleas en 200 distritos electorales. En estas asambleas deben asistir por lo menos, 3 mil personas afiliadas por entidad, o bien, 300 por distrito electoral.
“El número total de las personas afiliadas que deberá contar una organización para ser registrada como Partido Político Nacional, en ningún caso podrá ser inferior al porcentaje del Padrón Electoral Federal, el cual corresponde a 256 mil 30 (doscientas cincuenta y seis mil treinta) personas afiliadas”.
“La solicitud de registro como Partido Político Nacional dentro del período comprendido del 2 al 27 de febrero. la Secretaría Ejecutiva, en marzo de 2026, rendirá un informe al Consejo General respecto del número total de organizaciones que solicitaron su registro. El día de la sesión del Consejo General en la que se conozca el informe referido, comenzará a computarse el plazo de 60 días para emitir la Resolución correspondiente”.
Conclusión: El 31 de enero, vence el plazo legal para las organizaciones que buscan convertirse en PPN. Muchas de ellas tienen presencia y trabajo nacional, otras no. Llama la atención que existan más de 40 asociaciones políticas que buscan participar electoralmente en país, ayer solo eran unas cuatas.
