Miguel Barbosa Huerta sabe cuándo entrar a escena y cuándo es conveniente mantenerse en las sombras. Ayer, apostó por ambos. Y lo hizo fiel a su estilo: con la ironía que da la inteligencia.
Marcelo Ebrard Casaubón pisó, por tercera ocasión, tierras poblanas. La diferencia con las otras dos ocasiones es que ahora tuvo que enfrentar la crítica y el escándalo tras revelarse la alianza política entre el coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier Velazco, y Fernando Manzanilla Prieto.
La trama es sencilla: la designación del marinista-manzanillista Francisco Ramos Montaño como delegado de la Secretaría de Relaciones Exteriores en Puebla es la forma de decirle al mundo entero que van juntos rumbo a la elección de gobernador en 2024.
-¿Acudirá a la comida que el canciller sostendrá con el Club de Empresarios de Puebla?, interrogó una reportera a Barbosa Huerta en su habitual conferencia de prensa matutina.
La respuesta, entonces, dejó ver la dualidad del animal político: saber cuándo entrar y cuándo mantenerse a raya.
“Sí me voy a reunir aquí en Casa Aguayo. No acepte la invitación de los empresarios a la comida porque no debo, porque hay varios políticos haciendo proselitismo, y yo debo cuidarme. Pero viene el canciller a Casa Aguayo y tendré una entrevista. No le voy a pedir nada, cómo le voy a pedir, a lo mejor le pido que no nombre a Paco Ramos, pero esa es otra cosa, eso no es inversión (para el estado)”.
La aseveración fue sellada con una sonora carcajada de quien se sabe pleno en su diablura.
Fernando Manzanilla e Ignacio Mier son dos abiertos antibarbosistas. Su alianza política es parte del juego para imponerse en la nominación a la candidatura de Morena para el gobierno del estado.
El periodista Mario Alberto Mejía, responsable de la primicia sobre la designación de Francisco Ramos, definió ese acuerdo de la siguiente manera:
“Manzanilla es capaz de aliarse al diablo para enfrentar a dios, quien antes fue su compañero de ruta.
“Y viceversa.
“Lo ha hecho en el pasado con diversos amigos-enemigos.
“Su reputación lo precede.
“La reciente alianza tejida con Ignacio Mier —a quien combatió junto con Rafael Moreno Valle— es una muestra fehaciente de ello”.
Y remató su columna “Para entender a Fernando Manzanilla”, con la siguiente conclusión:
“Un día, por fin, terminó su cautiverio.
“¿Qué hizo?
“Crear nuevas alianzas que lo llevaron a los brazos de quien un día fue su enemigo: Ignacio Mier.
“Ya lo traicionará.
“Cuestión de tiempo”.
Sabedor de toda esta trama, debido a la publicación en Hipócrita Lector, el mandatario estatal estaba cierto que era una pregunta obligada en su conferencia de prensa.
La reportera Yazmín Curiel insistió en el tema.
—¿Qué opinión le merece que un personaje ligado a Fernando Manzanilla, quien está vinculado a actos de corrupción, que ha sido operador del PAN y que aseguraba trabajar para el presidente López Obrador, pero también para otros partidos, llegue a la delegación de la SRE?
Miguel Barbosa volvió al juego de mensajes, entrar y salir.
“Deja que lo nombren, con suerte ya no lo nombra, digo, yo no voy a recibir a quien me visita con declaraciones fuertes sobre eso que se ha dicho, y que él (Marcelo Ebrard) no ha dicho. Sí tengo una opinión sobre eso, sobre Francisco Ramos, sobre las relaciones que lo ligan con políticos, sí las tengo. No sería correcto que diera una opinión antes de que venga el canciller a visitarme aquí a Casa Aguayo”.
El ostión se cerró con la frase: “Me siento honrado con la visita de Marcelo Ebrard”.
