Pese a los esfuerzos gubernamentales por mejorar las condiciones en los centros penitenciarios de Puebla, un diagnóstico reciente realizado por la Comisión de Derechos Humanos (CDH) del estado expone un panorama crítico en las cárceles de la entidad, las cuales siguen enfrentando serias carencias en diversas áreas, como el hacinamiento, la falta de higiene, la insuficiencia de personal de seguridad y custodia, y la falta de espacios dignos para los internos.
Con una calificación promedio de 6.5 en una escala del 1 al 10, el informe revela notables diferencias entre las instalaciones evaluadas, reflejando tanto avances como rezagos. El Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes (CIEPA) sobresale como el mejor calificado con un puntaje de 8.4, mientras que el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Huejotzingo se posicionó como el peor evaluado, con apenas 4.6 puntos.
La presidenta de la CDH Puebla, Isela Sánchez Soya, presentó los resultados del Diagnóstico Estatal de Supervisión Penitenciaria, un ejercicio que involucró visitas a las 17 cárceles de la entidad durante los meses de junio, julio y agosto de 2024.
Sánchez Soya, quien asumió la dirección de la comisión el pasado 7 de noviembre, señaló que desde su llegada ha recorrido tres centros penitenciarios personalmente- el de Ciudad Serdán, Huauchinango y Xicotepec de Juárez-, lo que le ha permitido observar de cerca las problemáticas que enfrentan las personas privadas de la libertad. Según sus declaraciones, el objetivo es avanzar en soluciones que garanticen el respeto a los derechos humanos y las condiciones mínimas de dignidad en estos espacios.
¿CÓMO SE ENCUENTRAN LOS PENALES EN PUEBLA?
De acuerdo con los resultados del diagnóstico, 11 de los 17 penales de Puebla obtuvieron una calificación aprobatoria. Sin embargo, el informe destacó que la mayoría de las instalaciones aún presentan condiciones alarmantes.
El Cereso de Huejotzingo, el peor calificado, enfrenta un grave problema de hacinamiento, al albergar el doble de la población que fue diseñada para recibir. Este centro tiene una capacidad de 118 internos, pero actualmente alberga a 238, lo que genera un entorno insalubre.
Pese a que la infraestructura mantiene condiciones aceptables, se observaron deficiencias en las condiciones de higiene de los sanitarios y en las instalaciones eléctricas, esto último resulta preocupante, ya que al ubicarse en la parte alta de un techado tubular y de lámina supone un alto riesgo de incendio, en caso de presentarse una falla.
✅ La CDHPuebla realiza supervisión de derechos humanos en Centros Penitenciarios de Xicotepec de Juárez y Huauchinango
Como parte de su compromiso de observación, promoción y difusión de los derechos humanos, la presidenta @IselaSanchezS y su equipo realizaron visitas para… pic.twitter.com/TsCLqfZIer— CDH Puebla (@CDHPuebla) January 19, 2025
Por otra parte, el penal tampoco cuenta con espacios dignos para dormir, ya que se carece de colchonetas suficientes, espacios en las literas y ventilación suficiente. A esto se le agrega la falta de atención médica y de medicamentos.
CONDICIONES INSALUBRES Y ESCASEZ DE AGUA AFECTAN A SAN MIGUEL
El Cereso de Puebla, también conocido como San Miguel, enfrenta serias carencias que agravan las condiciones de vida de sus internos. La sobrepoblación es una de las principales problemáticas, obligando a los reclusos a dormir en el suelo, utilizando cobijas o cartón como protección contra el frío. A esto se suma la insuficiencia del suministro de agua, lo que ha llevado a los internos a almacenar el líquido en cubetas y botes para evitar la escasez.
Las instalaciones presentan también deficiencias en ventilación e iluminación, lo que, junto con la presencia de malos olores, evidencia la falta de mantenimiento y limpieza en los dormitorios. La reubicación del área médica, anteriormente situada cerca del área escolar, a un espacio que en su momento fue destinado a otros fines, ha dificultado el acceso a atención médica de emergencia. Este inconveniente, sumado a los problemas de movilidad de algunos internos, generó que varios de ellos esperaran más de dos horas en la intemperie para recibir atención, revelando una clara falta de infraestructura y recursos médicos en el centro penitenciario.
