La vida de Ana Karen Rodríguez cambió para siempre en noviembre de 2022. Desde entonces, cada día es un doloroso recordatorio de la ausencia de Aitana, Ivanka y Madisson, sus tres pequeñas de apenas 5, 3 y 1 año, que fueron arrebatadas de su lado por su expareja, Erick N., en complicidad de su familia.
Más de dos años han pasado, pero la búsqueda no cesa, a pesar de los esfuerzos, el paradero de las pequeñas sigue siendo un misterio. Hoy, Ana Karen y su abogada, Monserrat González, alzan la voz con urgencia: exigen reactivar los protocolos de búsqueda, ejecutar las órdenes de aprehensión pendientes contra los demás implicados y avanzar en la audiencia intermedia contra Erick y sus padres, que se encuentran detenidos.
Pero, sobre todo, demandan lo más importante: el regreso de las tres niñas al hogar donde siempre debieron estar, junto a su madre, quien no ha dejado de luchar ni un solo día por ellas.
“Lo que espero y exijo es que se realice la localización de mis hijas. Eso es lo que realmente importa: que las encuentren, que sepamos dónde están y que se haga justicia”, expresó la madre.
En entrevista con Hipócrita Lector, Ana Karen compartió detalles sobre los difíciles momentos previos a la desaparición de sus hijas.
Todo comenzó en uno de varios episodios de violencia familiar a manos de Erick, médico de profesión, ocurrido el 21 de noviembre de 2021, durante el cual agredió física y verbalmente a Karen.
Al siguiente día, las niñas fueron sacadas de su hogar sin que ella pudiera hacer nada para evitarlo. Los familiares de Erick, incluidos los abuelos —Francisco N, de 59 años, y Blanca Patricia N., de 61 años, hoy detenidos— fueron testigos de la acción, pero hasta ahora no han dado información sobre su paradero.
La abogada Monserrat González destacó las irregularidades en el caso, señalando la falta de acción de las autoridades en la localización de las menores. Según la abogada, desde el principio hubo corrupción por parte de un juez auxiliar que no ordenó las acciones necesarias para garantizar la seguridad de las niñas.
Incluso recordó que las menores fueron trasladadas de una casa a otra, utilizando boquetes en las paredes, con el objetivo de evitar que la madre pudiera obtener pistas sobre su paradero.
A pesar de la detención de Erick N. y los abuelos de las menores, la situación sigue siendo complicada. La abogada detalló que las autoridades judiciales han demorado la audiencia intermedia de Erick, quien sigue esperando su proceso. Además, mencionó que las órdenes de detención contra otros familiares de Erick, como la actual pareja de este, Jessica, y otros implicados, como las tías, Donova y Gabriela.
Ana Karen y su abogada exigieron que se reactiven los protocolos por parte de la Comisión de Búsqueda de Personas y que las autoridades trabajen de manera más eficiente en la localización de las niñas. También pidieron que se cumpla con las órdenes de aprehensión pendientes. “No podemos seguir esperando. Las niñas tienen derecho a estar con su madre, y esto no puede quedar impune”, insistió González.
La Fiscalía, que hasta ahora ha actuado con lentitud en este caso, ha sido criticada por su falta de acción. No obstante, con el cambio de titularidad en la Fiscalía General del Estado (FGE), esperan que las cosas cambien.
A pesar de las amenazas que han recibido tanto Ana Karen como su abogada, ambas siguen firmes en su lucha. “Vamos a seguir buscando hasta encontrarlas. No nos vamos a rendir”, concluyó la madre, con la esperanza de que algún día sus hijas regresen a su hogar.
Este caso ha generado apoyo de colectivos feministas y activistas que se han sumado a la exigencia de justicia para Ana Karen y sus hijas. Sin embargo, el futuro de las menores sigue siendo incierto, y la desesperación de la madre aumenta con cada día que pasa sin respuestas.
