La migración de ciudadanos mexicanos hacía el país vecino no es nueva, lleva décadas y se sigue haciendo por varias partes de la frontera norte. Los “polleros” o “coyotes” son los que lucran muy bien pasándolos y hoy han modificado sus operaciones de este negocio humano, con nuevos mecanismos para seguir cruzando la frontera y han puesto en práctica las nuevas tecnologías de las redes sociales.
Hasta antes, los principales estamentos sociales que emigraban provenían de Oaxaca, Michoacán y varias regiones pobres, actualmente los que buscan alcanzar el “sueño americano”, son de varios estados y lo hacen por el Río Bravo y las desérticas tierras del paso Texas.
En aquel país, se han establecido colonias de migrantes que se aglutinan por estados, se menciona que, en Los Ángeles, California, la composición es pluriétnica. En Nueva York hay colonias de poblanos, en Texas existen asentamientos de otros estados y así por varias ciudades se han ido instalando grupos de indocumentados mexicanos.
Los métodos que usan los traficantes son el pago en efectivo y su traslado hacía el otro lado de la frontera en donde los esperan sus enlaces para llevarlos algunos lugares seguros y después a buscar trabajo. Las narrativas sobre las personas que buscan llegar al país del norte circulan por cientos, lo mismo que documentales e historias de muchos que perdieron la vida en el intento por cruzar.
Es más, hay generaciones de jóvenes nacidos allá, que son hijos de padres mexicanos, que estudian y se organizan para su propia defensa, porque no desean ser deportados y en su mayoría no quieren regresar a México.
Hay connacionales que han alcanzado su residencia después de años y trámites legales, algunos han enviado por sus familias para llevarlos con ellos, otros solo viajan en los meses de vacaciones tradicionales para visitarlos o en su caso buscan tramitarles su visa a sus padres para comprarles boletos de avión y que viajen hacía allá por unas semanas.
El tema del envío de remesas sigue llamando la atención, porque no han dejado de mandar dólares a sus familiares, y en los últimos años han crecido de manera considerable. Mismas que sirven para el sostenimiento y el bienestar de padres, esposas e hijos.
La cantidad de remesas en 2024 enviadas a nuestro país, suman los 59 mil 518 millones de dólares. Se estima que hay 12 millones de migrantes mexicanos en los Estados Unidos y una tercera parte no tiene documentos legales.
Según datos publicados, hay dos millones 871 poblanos en el país vecino y al igual que los demás envían sus remesas. Sobre todo, a municipios de la Mixteca Poblana y otros de la Sierra Norte-Negra del estado.
Bueno y que decir, de los nuevos flujos de migración que siguen llegando por el sur del país (Tapachula). Mucho antes, llegaban pequeños grupos de centroamericanos por la vía del tren, conocido como la “Bestia”. La iglesia y los curas de la liberación ofrecían sus albergues y templos para resguardarlos de su largo peregrinar.
Lo que observamos actualmente, son grandes olas de personas de varios países de América Latina y hasta de Asia o Europa, que se conjuntan en la frontera de Chiapas con Guatemala, para poder ingresar a México y seguir su viaje hasta el norte, con el objetivo de alcanzar sus sueños para ser aceptados por la vía del asilo humanitario en los Estados Unidos.
Hasta la propia iglesia católica ha disminuido su apoyo, porque se ha visto rebasada en sus iglesias y no tienen más recursos económicos para ayudarlos. Las propias ONG que trabajan con los refugiados y migrantes han aminorado su trabajo social por muchas razones, una principal es la inseguridad que se ha apoderado de estas regiones.
Esta situación, sin duda alguna, también se ha convertido en una gran empresa para la delincuencia organizada, que ahora se dedica al tráfico humano de personas en toda esta franja de la frontera sur. Algo trágico y peligroso para los migrantes, quienes optan por marchar en grupos y grandes bloques para no ser atacados o robados.
Un asunto muy crítico y complejo para el gobierno actual, puesto que, en lo interno, tienen que garantizar el resguardo y la defensa de los ciudadanos mexicanos que trabajan y viven en el país vecino. Y en lo externo, enfrentan las olas de ciudadanos de otros países que buscan cruzar la frontera sur para poder llegar al norte de México.
Conclusión: Con la llegada de Donald Trump, este 20 de enero, la situación se tornará preocupante. Esperemos que el Plan México sea una buena estrategia con resultados para hacerle frente a un gobierno ultraconservador de los Estados Unidos.