A pesar de ser el responsable de iniciar el proceso penal que derivó en el encarcelamiento por casi dos años de la joven Samantha Marian Martínez Ruiz, el secretario de Seguridad Pública municipal de Atlixco, Antonio Hernández Pacheco, no hizo nada para apelar la absolución que otorgó la justicia local por la ausencia de evidencias que comprobaran los delitos de extorsión y narcomenudeo.
Tras el fallo absolutorio, emitido el pasado 20 de diciembre de 2024 por la jueza de enjuiciamiento Adriana de Lourdes Martínez Jiménez, el funcionario tenía 10 días hábiles para apelar la sentencia, los cuales vencieron este lunes 13 de enero sin que se presentara ninguna controversia.
Esta situación, explicaron abogados consultados, deja firme la sentencia exculpatoria a favor de Marian Martínez. Sin embargo, la postura asumida por el secretario de Seguridad Pública de Atlixco confirmó el patrón que mantuvo durante los casi dos años que dilató el juicio.
Durante todo el proceso, el funcionario evadió presentarse personalmente ante la justicia, a pesar de ser requerido en tres ocasiones e incluso justificó una de tres inasistencias con un dictamen médico con el diagnóstico de neumonía bacteriana, aunque el mismo día que fue expedido el certificado, Hernández Pacheco acompañó a la presidenta municipal de Atlixco, Ariadna Camarillo Ayala, a un acto público. Incluso, cinco días después acudió a una ceremonia con motivo del Día Internacional del Policía, a pesar de que tenía cinco días de incapacidad.
Para la segunda audiencia, programada para el 9 de diciembre, según el comunicador Herman Corzo, Hernández Pacheco llegó a la Casa de Justicia con una “camisa, pantalón negro y una torta en la mano”, y se registró bajo el nombre de “Antonio Hernández Jiménez” para evitar que quedara constancia de su presencia. Mientras que a su tercer citatorio, programado para el pasado 11 de diciembre, nuevamente no se presentó.
EL CASO DE MARIAN MARTÍNEZ
El caso de Marian Martínez es un claro ejemplo de la incapacidad y falta de compromiso del secretario de Seguridad Pública de Atlixco. La joven de 25 años, pasó 21 meses en el Cereso de San Miguel acusada de extorsión y delitos contra la salud, pero finalmente fue absuelta por la jueza del Tribunal de Enjuiciamiento, Adriana de Lourdes Martínez Jiménez, el 20 de diciembre de 2024. La razón de la absolución fue que durante la audiencia de debate no se pudo demostrar la comisión de los delitos que le fueron imputados, ni se logró probar los hechos denunciados por Antonio Hernández Pacheco, secretario de Seguridad Pública del municipio de Atlixco.
Durante todo el proceso, el testimonio de Hernández Pacheco cambió en varias ocasiones y se contradijo en detalles cruciales, como las fechas y el sentido de las supuestas amenazas que le habrían hecho Marian y su acompañante, César Fernández.
Según la acusación, el 10 de enero de 2022 Marian y su chofer habrían llegado a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública en Atlixco, donde presuntamente intentaron extorsionar al secretario de Seguridad Pública. Sin embargo, el testimonio de Hernández Pacheco y de los cinco policías que declararon resultó incoherente. En una versión de los hechos, los acusados habrían amenazado a Hernández Pacheco diciendo que la plaza de Atlixco les pertenecía y que si no los dejaba trabajar, ellos tomarían “grandes consecuencias”. La acusación, sin embargo, careció de pruebas sustanciales que la respaldaran.
La situación se complicó aún más cuando, durante un segundo encuentro, Hernández Pacheco cambió la versión de los hechos y alegó pertenecer al “Cartel de Sinaloa”. Esta variabilidad en las versiones, sumada a la falta de evidencia sólida, dejó en evidencia que las acusaciones contra Marian no tenían base. La jueza, tras revisar la investigación, determinó que no existían pruebas concluyentes y decidió absolverla. La joven, que había sido encarceladas injustamente, recuperó su libertad tras casi dos años de prisión.
Ahora, con su exoneración, Marian Martínez alista denuncias contra los responsables de su encarcelamiento injusto, comenzando por el propio secretario de Seguridad Pública. Tras casi dos años de prisión, Marian busca reparación por los daños causados, mientras su historia deja al descubierto las irregularidades y abusos de las autoridades de Atlixco.