Nicolás Maquiavelo (1469-1527) es considerado uno de los padres fundadores de la Ciencia Política Moderna debido a sus innovadores aportes y su enfoque pragmático hacia el poder y el gobierno.
Se distingue por su enfoque realista y pragmático en el estudio de la política.
- Divide y vencerás
- Hacer política es hacer creer
- El fin justifica los medios
A diferencia de pensadores previos, que se centraban en cómo debería ser el gobierno ideal (como Platón o Aristóteles), Maquiavelo se concentró en cómo son las cosas en la práctica.
En su libro más famoso, El Príncipe, consideraba que el hombre es una dualidad entre su condición animal y humana, y que su naturaleza es predominantemente instintiva.
Para él, el Ser Humano tiene una tendencia natural hacia el interés propio, lo que puede generar corrupción civil. Para evitarla, Maquiavelo recomendaba una vigilancia estricta.
En este punto, hay una similitud entre la teoría de Douglas McGregor, relacionada con el Aspecto Humano en las organizaciones: la teoría X y la teoría Y.
La teoría X parte de la idea de que el Ser Humano es flojo por naturaleza y va a evitar el trabajo en la medida de lo posible, porque debido a la tendencia humana a rehuir el trabajo, la mayor parte de las personas tienen que ser obligadas a trabajar por la fuerza, dirigidas, controladas y amenazadas con castigos para que desarrollen el esfuerzo adecuado a la realización de los objetivos de la organización.
Razón por la cual, una de las ideas más radicales de Maquiavelo es la separación de la moral tradicional de la política.
Según él, la política no debería regirse por las normas morales convencionales, ya que las decisiones políticas a menudo requieren acciones que no se alinean con la ética o la moralidad tradicional.
Lo que implica que un príncipe debe estar dispuesto a utilizar cualquier estrategia que le permita conservar su autoridad, aunque esto requiera engañar, manipular o incluso ser cruel.
El príncipe debe saber cuándo es necesario mostrar cualidades como la generosidad o la piedad, y cuándo es más efectivo ser temido.
En el pensamiento de Maquiavelo, la virtud no se define, como ocurría en el cristianismo, por su relación con el pecado.
Tampoco es simplemente una energía orientada a cualquier fin, ya que la virtud posee un componente normativo determinado por su propósito al servicio de la vida pública.
En la obra de Maquiavelo, la virtud no se desvincula de la política, sino que exige una vida activa.
Mientras que en la concepción medieval la vida virtuosa parecía restringida a la soledad monástica, en Maquiavelo la virtud se caracteriza por una continua valoración de la actividad política.
La virtud activista y práctica de Maquiavelo implica la eliminación de la contemplación (‘ocio’) y el elogio del vigor, la madurez, el valor, la entereza, la efectividad, el mérito, la excelencia, etc.
Un ejemplo clave de esta idea es la famosa afirmación de Maquiavelo de que “el fin justifica los medios”, lo que implica que un príncipe debe estar dispuesto a utilizar cualquier estrategia que le permita conservar su autoridad, aunque esto requiera engañar, manipular o incluso ser cruel.
El príncipe debe saber cuándo es necesario mostrar cualidades como la generosidad o la piedad, y cuándo es más efectivo ser temido que amado.
De acuerdo con Maquiavelo, aunque es preferible ser amado y respetado, si un príncipe debe elegir entre ser amado o temido, lo más seguro es optar por ser temido.
Esto no significa que deba ser cruel sin razón, pero sí que debe ser capaz de recurrir a la fuerza cuando la situación lo demande, ya que el temor asegura el control y la estabilidad del Gobierno Maquiavelo destaca que la política no está regida por normas éticas absolutas, sino por la necesidad de garantizar la supervivencia y la prosperidad del principado.
Esto implica que un príncipe sabio debe ser flexible en su moralidad, adaptándola a las circunstancias para asegurar su éxito.