Tres procesos de elección de dirigencias partidarias se llevarán a cabo en este mes, uno, el principal, será el de Morena, en donde sus consejeros estatales después de publicada su convocatoria decidirán a su nuevo dirigente estatal.
El otro se dará en el PAN, en donde varios de sus grupos internos se disputan la dirección del debilitado panismo en Puebla.
Y un tercero tiene que ver con el partido Movimiento Ciudadano, en donde también llevarán a cabo su asamblea estatal para designar a la nueva dirigente estatal del partido naranja.
Empecemos por Morena. Esta organización política está por concluir su primer sexenio y volverán a gobernar el estado con Alejandro Armenta Mier. En las pasadas elecciones de junio ganaron las 26 diputaciones locales, las 15 federales y solos como partido tienen 52 ayuntamientos, junto con sus cientos de regidores y síndicos municipales.
Además, como partido lograron 1,284,561 votos para la gubernatura.
Por lo tanto, hoy gobernarán a la mayoría de la población y dicha organización partidaria tendrá que garantizar lo que ofertaron durante su campaña.
Han tenido hasta ahora tres dirigentes locales,
uno de ellos, Gabriel Biestro Medinilla, quien fue
coordinador de los diputados locales, funcionario
estatal y hoy regidor municipal; después, Edgar
Garmendia de los Santos, quien asumió la dirigencia y se convirtió también en coordinador de la bancada de Morena y por último Olga Lucia Romero
Garci -Crespo, quien fue diputada local y ahora será funcionaria pública.
Los tres trabajaron y mantuvieron una relación política con el fallecido exgobernador Miguel Barbosa Huerta. Nada extraño en un partido que gobierna, así se practican las relaciones partido – gobierno.
Después de publicada su convocatoria para elegir a
su líder estatal, serán sus consejeros estatales los que
decidan y voten. Hasta el momento, un nombre que
se ha mencionado con fuerza es el de Pavel Gaspar
Ramírez, un militante de izquierda y de Morena, que
empezó su trabajo político en la Mixteca poblana.
El diputado también ha sido parte del equipo de Armenta Mier; fue su coordinador durante su campaña interna, pero antes de eso, organizó un movimiento denominado “de las izquierdas poblanas”, junto con otros militantes. Conoce el estado y es un
organizador de tierra por muchas razones que tienen que ver con su formación.
Morena necesita un perfil que se identifique con
la izquierda y sus movimientos que le dieron origen.
Como partido tienen que trabajar con el gobierno que
ganaron para consolidar su fuerza que obtuvieron en
las urnas. Por decirlo así hay descuido de sus bases.
La franquicia del PAN está muy devaluada en estos tiempos, perdió casi todo en el estado durante el pasado proceso electoral. No lograron mantener la capital poblana y su votación fue la más baja de su historia reciente.
Lograron para la gubernatura, como partido, 683,244 votos. Para diputados locales en los 26 distritos obtuvieron 546,894 votos, tiene cinco diputados plurinominales y 17 ayuntamientos.
Están divididos, hoy este partido de la derecha tiene cuatro grupos que se disputan el control estatal, el principal e identificado con el llamado Yunque poblano, encabezado por Eduardo Rivera Pérez, buscan seguir manejando este partido y llevan como candidato a Felipe Velázquez Gutiérrez, Otro grupo es encabezado por Mario Riestra Piña, quien aspira a liderar el blanquiazul después de haber perdido la ciudad de Puebla.
Esta familia es de las conocidas en el PAN y provienen desde el gobierno de Rafael Moreno Valle. Uno más lo dirige Mundo Tlatehui Percino, expresidente municipal de San Andrés Cholula, quien sostiene que es el único municipio en importancia que se logró mantener y lo gobierna su esposa.
El siguiente lo componen el diputado local Rafael
Micalco y Mónica Rodríguez, esta última también
aspira a encabezarlo y están confrontados a fondo
con el expresidente Rivera Pérez.
Con el control de los comités municipales y su
convocatoria a modo han anunciado que serán sus
consejeros de todo el estado quienes decidan, ante
la exigencia de que sean las bases panistas, bajo estas condiciones el grupo de Rivera Pérez se apresta a seguir manteniendo a dicho partido.
En el caso de MC, un partido emergente, es la tercera fuerza local después de las dos alianzas partidarias ha venido creciendo en algunas regiones pobres del estado.
Fernando Morales fue su dirigente estatal y ahora decidirán que sea una mujer quien lo releve. La diputada local Fredha Suriano es la única que se ha registrado ante su Comité de Procesos Internos. Por lo mismo, todo indica que será la presidenta de la Coordinación Estatal de Movimiento Ciudadano.
MC hasta el momento no muestra fracturas y
tampoco tiene grupos internos que les disputen el
control político, quien fue su dirigente y quien será
la próxima líder del partido naranja forman parte
del mismo equipo.
En el pasado proceso electoral lograron 140,077
votos para la gubernatura; 266,392 votos en los 26
distritos locales y tienen 10 ayuntamientos. Es un
partido en crecimiento y siguen manteniendo su registro legal. Sin embargo, su presencia es testimonial aún en Puebla, necesitan diferenciarse de los otros institutos partidarios, crecer en las ciudades urbanas y consolidar su presencia entre los jóvenes
universitarios y las mujeres.
Conclusión: Tanto en Morena, que es el partido en el poder, como en el PAN, que sigue siendo la principal “organización opositora”, sus procesos internos son los que más llaman la atención en estos momentos. Veremos qué deciden.