El diputado del PAN Rafael Micalco Méndez calificó como prácticas desesperadas las que está llevando a cabo la dirigencia estatal de su partido al ejercer presión contra los comités municipales para que elijan como método de elección el Consejo Estatal para la próxima dirigencia estatal, por lo que sentenció que, de repetirse la exclusión de la militancia en esta elección interna, dicho instituto político estaría tocando fondo.
Luego que Hipócrita Lector dio a conocer que la dirigencia estatal que encabeza Augusta Valentina Díaz de Rivera asfixia a al menos seis comités directivos municipales a los que les ha retenido recursos desde abril a manera de presión, el legislador criticó la situación por la que atraviesa el partido en el estado en el contexto de la renovación de la dirigencia nacional y estatal.
A través de una publicación que tituló Solo para panistas, Refael Micalcó se refirió al proceso que el Comité Ejecutivo Nacional y los 32 comités directivos estatales del PAN llevan a cabo para renovar sus dirigencias.
El coordinador de la bancada del PAN en la LXI Legislatura, señaló que, en Puebla, a diferencia de algunos otros estados “se está presentando una situación atípica” casi desde que arrancó el proceso de renovación de la dirigencia.
“Quienes hoy dirigen el partido, están llevando a cabo unas prácticas dilatorias, y en mi opinión desesperadas en el ánimo de seguir dirigiendo al Partido Acción Nacional en la entidad”, escribió.
Aunque no mencionó directamente a Eduardo Rivera, se sabe que el excandidato perdedor de la gubernatura está buscando por todos los medios retener el control del partido para los siguientes tres años con el nuevo alfil que estaría impulsando en el perfil de Felipe Velázquez Gutiérrez, exsecretario de Gestión y Desarrollo Urbano del ayuntamiento de Puebla, ante el desastre financiero que dejó el edil sustituto Adán Domínguez, por lo que podría enfrentar inclusive denuncias penales.
Este martes, Rafael Micalco denunció las presiones que algunos de sus compañeros de partido, como Mónica Rodríguez Della Vecchia y Pablo Rodríguez Regordosa, han señalado durante el proceso interno del PAN.
Esta presión se ejercer a través de los delegados del partido en el estado, quienes fungen como una especie de “enviado” de la dirigencia estatal para ejecutar órdenes con los comités, en este caso con la imposición de formato para obligar a los integrantes de la dirigencia municipal a elegir el “método extraordinario” y así pueda ser Consejo Estatal la vía para elegir al próximo dirigente y no la militancia con su voto directo.
Micalco Méndez señaló que se están haciendo llegar a los diferentes comités un “formato-machote” para que únicamente sea llenado con los datos del municipio y los integrantes del comité, así como las firmas, con el objetivo de asegurar que la mayoría de los comités remitan el mismo formato debidamente requisitado y no haya lugar a dudas.
El también expresidente estatal del PAN recordó que por este tipo de acciones, en el pasado proceso electoral, desde el proceso interno de elección de candidatos hasta elección constitucional, del PAN sufrió una “debacle electoral” en el estado, entre otras cosas, dijo.
Por ello refirió que volver a excluir a la militancia, como ocurrió en campaña, podría volver a traer la misma historia para su partido, si no se toman en cuenta a los militantes de a pie, que apoyan campañas.
“Dejarlos fuera de la decisión de quién lleve la riendas del partido en los próximos tres años sería repetir la misma historia, sólo que ahora en una decisión interna y la consecuencia de esto podría ser que se sientan nuevamente excluidos en y entonces sí quizás tocaríamos fondo”, subrayó.
Añadió que ya en la historia reciente del panismo poblano existen tres dirigencias que han sido electas con el voto libre y secreto de la militancia, por lo que “es ya un derecho adquirido y ejercicio y no van a aceptar mecanismo diferente”, advirtió.
En ese sentido, hizo un llamado a la dirigencia estatal a antepongan y privilegien el bienestar del partido, dijo, por encima de sus intereses de grupo, por muy legítimos que pudieran ser.
