A Otis Redding le faltó tiempo para ser el más grande de todos.
Cosas de la aeronáutica…
Murió en un avionazo, como muchos rockstars.
Sin embargo, con lo que alcanzó a componer bastó para ser imitado y jamás igualado.
Janis Joplin lo idolatraba; su estilo tuvo una influencia directa
de Otis. Janis, joven, iba a sus conciertos y se ponía en primera
fila para no perder detalle de sus transiciones vocales.
Así como Mick Jagger aprendió a bailar viendo a Tina Turner, Janis pulió su interpretación, oyendo a Redding.
Christian Vander, el denso líder de la banda de Krautrock Magma, le rinde culto en su extraño lenguaje y le dedica una canción y bautiza un disco con su nombre: Otis.
Otis es una palabra que puede pasar por onomatopeya.
Sin Otis no existirían muchos cantantes de R&B que después fueron ídolos.
Try a little tenderness es una maldita oda a la tolerancia.
Una letra breve, doméstica, pero contundente:
Oh, she may be weary
And young girls, they do get wearied
Wearing that same old shaggy dress, yeah yeah
But when she gets weary
Try a little tenderness
Así que, cuando su mujer se le esté yendo por los cigarros y vea que no vuelve, escúchela.
Sólo escúchela y trátela tiernamente.
Parece fácil de cumplir, pero es francamente complicado.
Si su mujer se aleja, quizás le faltó que le comprara un vestido nuevo, o mejor dicho: que se lo arrancara más seguido.