En una sesión de Cabildo marcada por tensiones, el Ayuntamiento de Puebla aprobó los estados financieros correspondientes a septiembre, que evidencian un sobregiro de 680 millones de pesos. Con 12 votos a favor, 8 en contra y 3 abstenciones, la aprobación generó críticas por la grave situación financiera que hereda la actual administración a su sucesor, Pepe Chedraui.
El presidente municipal interino, Adán Domínguez, defendió la gestión de los recursos: “Hemos hecho un uso legal y responsable de sus recursos, lo hemos invertido en obras y servicios”, declaró, justificando el estado financiero presentado.
No obstante, sus palabras no lograron calmar los ánimos de la oposición, que vió en esta aprobación un reflejo del descontrol financiero que ha caracterizado su mandato, donde el propio Tesorero municipal, Omar Coyopol, reconoció que ejerciendo 680 millones de pesos más de lo que tenían presupuestado.
El regidor Leobardo Rodríguez fue uno de los principales críticos durante la sesión, quien señaló que los cálculos administrativos y contables presentados tienen “imprecisiones” que, según él, son un claro indicio de la mala administración.
“Es tan incomprensible que sometan a consideración de este Cabildo el punto de acuerdo. Este es el retrato entero de lo que significa esta administración. Esto no es solo una mala gestión, es un acto de criminalidad”, afirmó de manera categórica.
El regidor recordó que al inicio de la gestión panista, el gobierno municipal criticó la administración anterior por un faltante de 23 millones de pesos en el proceso de entrega-recepción, una cifra que ahora resulta insignificante frente a los 680 millones de pesos que se han acumulado en este periodo.
Los regidores Luis Edilberto Franco, Ricardo Grau y Christian Guzmán, quienes hasta hace poco formaban parte del grupo político de Eduardo Rivera y Adan Domínguez, optaron por abstenerse en la votación, mientras que una regidora del grupo de Morena llegó tarde y no alcanzó a emitir su voto.