LA VISIÓN desde la Alta Dirección se ejerce y diseña a través de un proceso estratégico que implica articularla clara y convincentemente, que refleje los valores y objetivos a largo plazo de la organización. Esta Visión debe ser inspiradora y motivadora para todos los miembros de la organización.
Para lo cual es determinante realizar un análisis del
entorno interno y externo para identificar oportunidades y amenazas. Esto incluye el estudio de tendencias de las necesidades del cliente o usuario de los servicios o productos, que ofrece la organización.
Por lo mismo, la participación de los grupos de
interés o grupos involucrados como pueden ser los
empleados, clientes o usuarios y la ciudadanía, en
el proceso de diseño de la Visión, puede enriquecer
la perspectiva y asegurar que la Visión sea relevante
y compartida.
También es importante considerar la Comunicación Efectiva, porque una vez definida, la Visión debe ser comunicada de manera efectiva a toda
la organización. Esto incluye la utilización de diferentes canales de comunicación y la repetición constante del mensaje para asegurar que todos lo
comprendan y se alineen con él.
Respecto a la implementación y seguimiento de la
Visión, la Alta Dirección debe establecer planes de acción concretos. Esto incluye la asignación de recursos, la definición de indicadores de éxito y la creación de
un sistema de seguimiento para evaluar el progreso.
La Visión no es estática; debe ser revisada y
adaptada según cambien las circunstancias del
entorno y las necesidades de la organización. La
Alta Dirección debe estar abierta a realizar ajustes cuando sea necesario.
Al seguir estos pasos, la Alta Dirección puede ejercer y diseñar una Visión que no solo guíe a la organización, sino que también fomente un sentido de propósito y cohesión entre todos los miembros del equipo.
LA MISIÓN desde la perspectiva de los Mandos
Medios se ejerce a través de la implementación y supervisión de las estrategias y objetivos establecidos por la Alta Dirección. Los Mandos Medios actúan
como un puente entre la dirección y el personal
operativo, lo que les permite traducir las directrices
estratégicas en acciones concretas.
Los Mandos Medios deben asegurar que la Misión
y los objetivos de la organización sean claramente
comunicados a sus equipos. Esto implica no solo
transmitir información, sino también escuchar y recoger retroalimentación.
En este sentido, es fundamental que los Mandos Medios motiven a sus equipos, fomentando un ambiente de trabajo positivo y alineado con la Misión.
Esto incluye reconocer logros y proporcionar apoyo en el desarrollo profesional.
También los Mandos Medios son responsables de
supervisar el desempeño de sus equipos, asegurándose de que las actividades diarias estén alineadas con la Misión. Esto implica establecer indicadores
de rendimiento y realizar evaluaciones del desempeño periódicas.
En el día a día, los mandos medios deben ser capaces de adaptarse a cambios y resolver problemas que puedan surgir, siempre manteniendo el enfoque en la Misión y los objetivos.
Fomentar el crecimiento y desarrollo de los
miembros del equipo es crucial. Los Mandos Medios deben identificar oportunidades de capacitación y desarrollo que alineen las habilidades del
personal con las necesidades de la Misión.
Los Mandos Medios juegan un papel crucial en
la ejecución de la Misión organizacional, actuando
como líderes, comunicadores y facilitadores que
aseguran que la Visión de la Alta Dirección se lleve
a cabo de manera efectiva en el día a día.